Una mirada a la estrategia de Cuba frente a la Covid-19

Cuba anunció las primeras medidas de contención de la COVID-19 el pasado 11 de marzo al dar positivos 3 turistas italianos, todas basadas en un principio rector: la integralidad de las acciones.

Por Maribel Acosta Damas/ Fotos: Rebekah Bowman / Tomado de Resumen Latinoamericano Cuba.

Comienza abril y las autoridades sanitarias de Cuba declaran que en el país se encuentran ingresados 2 742 pacientes, de ellos 1.140 sospechosos y 193 confirmados de Covid-19; otras 26.278 personas se vigilan en sus hogares desde la Atención Primaria de Salud.

En total la isla acumula 2.766 muestras realizadas y de ellas, 212 positivas. Asimismo, de los 212 pacientes diagnosticados con la enfermedad, 188 presentan evolución clínica estable. Se reportan seis fallecidos, un evacuado y 12 altas médicas, cuatro nuevas altas, entre ellas una ciudadana cubana de 94 años de edad. Se reportan también cuatro pacientes en estado crítico y uno grave.

En la actualidad 14 brigadas Henry Reeve prestan colaboración médica en países afectados por el nuevo coronavirus, integradas por 593 profesionales, de ellos 179 médicos, 399 enfermeros y 15 tecnólogos. Del total de integrantes de esas brigadas, 338 son mujeres.

El Ministro cubano de Salud Pública José Ángel Portal Miranda ha confirmado que la isla cuenta con 95 mil médicos, 84 mil enfermeras y un indicador de 9 médicos por cada 1000 habitantes, por lo que su disponibilidad de recursos humanos le permite atender solicitudes humanitarias del mundo y garantizar la atención de salud en Cuba.

¿Pero cuál es la estrategia de Cuba en su enfrentamiento a la Covid 19?

Si observamos cuidadosamente desde el 11 de marzo reciente en que el país anunció los primeros casos en el territorio nacional de tres turistas italianos, la isla fue adoptando medidas paulatinas en relación con la aparición de los casos, su presencia en las diferentes regiones y el comportamiento de la infestación. 

Todas las tareas emprendidas tienen como eje central la prevención en la atención primaria, el control por el médico de la familia y el propio control social. Luego, su articulación con los demás niveles de salud y la entrada en acción, escalonadamente, de todas las estructuras diseñadas por el país para la normalidad y para los tiempos de contingencias. Recuérdese que ante el azote de los ciclones tropicales, la isla diseñó y ha puesto en práctica, programas de emergencia integrales que hoy son referentes para el mundo y reconocidos por las organizaciones internacionales.

En la articulación de la atención primaria y la atención secundaria está el éxito de sistema de salud de Cuba

Y aquí tenemos otra clave: la integralidad de las acciones. Ninguna es aislada, todas están interconectadas institucional y socialmente.

Y sin dudas,  la presencia de personal médico especializado cubano para socorrer en las catástrofes del planeta, ha arrojado una experiencia útil para su aplicación en cada contexto.

En las acciones cubanas, el control por el médico de familia de los contagiados, sus contactos, los recién llegados o contactos, garantiza la detección temprana. Y ahí se ha puesto el énfasis. La creación rápida de centros de aislamiento y el acortamiento de las decisiones en llevar a los sospechosos hacia allí, evita que la enfermedad se disemine velozmente. 

Doctora cubana aplica la vacuna en el consultorio de la comunidad

A partir del 1 de abril la isla empezó aplicar test rápidos en los centros de aislamiento y a las personas en autoaislamientos por su arribo al país antes de la llegada a Cuba de esos identificadores. Las autoridades sanitarias cubanas han anunciado que los test rápidos también serán aplicados a personas vulnerables o grupos de riesgo: ancianos, casas de abuelos y otros. Hay que notar que Cuba –resultado de su alta esperanza de vida- tiene un elevado índice de ancianos en su población y por otro lado, instituciones que acogen a estos, hogares maternos para las embarazadas en riesgo o aquellos hogares para niños sin amparo familiar; todos forman parte de la protección social cubana priorizada.

Técnica de la salud cubana en sala de rehabilitación de ancianos en Cuba

Cuba integra velocidad y comprobación. En el caso de los sospechosos que están en los centros de aislamiento, aunque se descarte la enfermedad, permanecen allí los 14 días recomendados. Sin embargo, la vigilancia a ellos toma otro matiz y se pueden prever además los probables ciclos de ocupación de los centros de aislamiento con el consiguiente aprovechamiento de las capacidades existentes y las posibles demandas. Eso significa descongestionar, aplicar medidas más personalizadas y disminuir los costos. Además, recoger experiencias de comportamientos que luego se aprovechan desde el punto de vista científico.

Otra medida anunciada en la isla es reforzar el estado inmunológico de las personas vulnerables en la comunidad con la aplicación de medicamentos cubanos por el Médico de la familia. Ello tiene un elemento preventivo para la resistencia ante la probable aparición de la enfermedad. Y no menos importante, la activación de lo que en Cuba se conoce como Consejos de Defensa, organizaciones de mando único que funcionan en periodos de contingencia y que tienen expresión nacional, provincial y municipal. Permite la implementación de acciones puntuales como cuarentenas totales en territorios de riesgo y el control estricto del movimiento allí para evitar la diseminación de la enfermedad. Estas medidas locales siempre tienen estrecha coordinación con las nacionales pero ajustadas a las situaciones de los territorios.

El control epidemiológico por organizaciones colaboradoras al sistema de salud cubano, garantiza la información rápida y la prevención y enfrentamiento a epidemias

Y por último, merece observarse la capacidad de auto organización de la sociedad cubana, entrenada en todo tipo de avatares: las personas se organizan, se auxilian unos a otros en el propio barrio, salen a relucir las entrenadas redes de colaboración cubanas que van desde el aviso ante la disposición de los productos alimenticios, la producción de nasobucos para los vecinos, hasta la correcta organización de los aplausos cada día a las 9 de la noche para los médicos cubanos.

Es un perfecto tejido social, engranado, donde no hace falta decir mucho, donde el humor nunca se pierde. Y tiene en las imágenes del médico y la enfermera de familia las mil y muchas razones.

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