Realizan estudio en Cuba sobre enfermedad renal y COVID-19

Un estudio sobre los vínculos entre las enfermedades renales y la COVID-19 se desarrolla en Cuba, con la participación de más de 40 investigadores de diferentes centros del país, rectorado por el Instituto de Nefrología de la isla.

CAPAC- Tomado de Resumen Latinoamericano Cuba/ Foto: Enmedios 03/ Archivo.

De acuerdo con el Doctor Raúl Herrera, líder de la indagación que lleva por nombre COVID-19: riesgo, daño y secuelas, el punto de partida fueron datos internacionales que refieren alteraciones renales en los pacientes con la enfermedad del nuevo coronavirus, los cuales derivan en un cuadro renal agudo, con necesidad de tratamiento sustitutivo.

En diálogo con el diario Granma el especialista precisó que, como el virus para su propagación utiliza la vía sanguínea y el riñón es uno de los órganos más vascularizados del organismo, debido a su función de filtrar la sangre, se ha encontrado que allí existe mayor cuantía del receptor del SARS-CoV-2, causante de la COVID-19.

A ello se unen otros elementos que intervienen en un fallo multiorgánico y que afectan de igual manera a los riñones, como las infecciones, los medicamentos nefrotóxicos, los estados de hipotensión arterial, el daño muscular, y la liberación de proteínas dañinas, entre otros.

Herrera explicó que quienes rebasan la nueva patología pueden tener secuelas como inflamación crónica a bajo nivel, un aspecto al cual hay que darle seguimiento, pues puede favorecer la aparición de otros padecimientos no solo renales, sino también cardiovasculares y cerebrovasculares.

La investigación que se lleva a cabo en la nación caribeña apunta en esa dirección, y para ello trabaja con una muestra de pacientes asintomáticos, sintomáticos leves, graves, críticos y fallecidos.

En el estudio intervienen nefrólogos, especialistas en laboratorio, anatomía patológica, imagenología, epidemiólogos, y otros con una presencia decisiva en la Atención Primaria de Salud, señaló a la publicación el líder del proyecto.

Los resultados preliminares reafirman la necesidad del autocuidado, particularmente para evitar enfermar, porque luego quedan las secuelas. Varios pacientes recuperados mantienen durante meses, síntomas como dolores articulares, pérdida del olfato y el gusto, alteraciones en la memoria y otros efectos, comentó.

Asimismo, llamó la atención sobre la susceptibilidad que presentan esas personas para desarrollar otras enfermedades, y resaltó el papel de la acción integrada de la Atención Primaria de Salud, con los más de 50 servicios de nefrología del país, donde laboran más de 400 especialistas.

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