La batalla actual de Cuba es salvar vidas frente a la Covid-19, sin embargo el Consejo de Ministros evalúa impactos económicos y sociales para adoptar estrategias postpandemia.

CAPAC- Tomado de Resumen Latinoamericano Cuba/ Foto de portada: Estudios Revolución.

Cuba está centrada hoy en salvar vidas frente a la Covid-19 y poner en práctica la estrategia adoptada para enfrentar los impactos económicos y sociales de la epidemia y preparar el escenario post pandemia.

Así lo expresó el presidente Miguel Díaz-Canel en reunión extraordinaria del Consejo de Ministros en la que se aprobaron las indicaciones para la etapa de recuperación post Covid-19 y fortalecer la economía.

La pandemia ha provocado un impacto y un cambio en la vida del mundo y también del país, señaló el gobernante, según publica el sitio web de la Presidencia.

Ante la crisis global, que el mandatario calificó como «un reto y un desafío inédito», la mayor de las Antillas se prepara, no solo para afrontar el actual escenario mundial, sino para seguir transformando su modelo económico y social.

En el encuentro, el viceprimer ministro, Alejandro Gil Fernández, expresó que se requiere disponer de una estrategia económica para la recuperación y ordenar el desenvolvimiento de la economía cubana, en un escenario de crisis mundial.

El también ministro de Economía y Planificación detalló que la primera etapa está conformada por tres fases, en las que poco a poco se abrirán servicios y actividades en la isla, garantizando el distanciamiento físico entre las personas y otras medidas para mantener la enfermedad bajo control.

Adelantó que en un segundo momento «se requiere trabajar con celeridad en otras decisiones que conduzcan a fortalecer la economía, imponernos a este escenario de crisis y avanzar cualitativamente en su sistema de dirección y gestión».

Acotó que la estrategia debe ser «innovadora», en correspondencia con los documentos aprobados por el VI y VII congresos del Partido Comunista de Cuba y la Constitución de la República.

Sus principios, agregó Gil Fernández, son la planificación centralizada, la regulación del mercado, la complementariedad de los actores económicos  y el papel dinamizador de la demanda interna.

También la implementación de aspectos claves que están aprobados y pendientes, fundamentalmente relacionados con formas de gestión y propiedad; así como el redimensionamiento del sector empresarial y el privado, y la adecuada relación que tiene que haber entre ambos.

El viceprimer ministro subrayó que los esfuerzos principales coinciden con los sectores estratégicos definidos en las bases del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030.

Entre ellos turismo, servicios técnicos profesionales de todo tipo, en especial de Salud, la producción de alimentos, industrias biofarmacéutica y biotecnológica, y las producciones biomédicas.

Igualmente  la agroindustria azucarera y sus derivados,  construcciones, telecomunicaciones, la industria ligera, el transporte, el almacenamiento y el comercio eficiente.

Asimismo, abarcará a la inversión extranjera, el sistema financiero y las políticas monetaria, fiscal, de precios, crediticia, cambiaria, de empleo y salario.

Gil Fernández indicó que en el centro del quehacer económico debe estar el ahorro de recursos.

«Muchas cosas tenemos que acelerarlas, pero sin terapias de choque, ni apresuramientos, que nos conduzcan a hacerlas mal», afirmó el primer ministro, Manuel Marrero. Al efecto  se diseñará un cronograma y establecerán fechas para su cumplimiento, lo cual permitirá un chequeo constante en los planes de trabajo de la dirección del país.