Uganda estaría dispuesta a involucrarse en la guerra de Ucrania, si Rusia si se ve amenazada por el imperialismo, según el primogénito del presidente ugandés.

CAPAC – tomado de HispanTV

“Llámenme putinista (en alusión a Vladimir Putin, presidente ruso) si quieren, pero nosotros, Uganda, ¡enviaremos soldados para defender Moscú, si alguna vez se ve amenazada por los imperialistas!”, así comienza un tuit de Muhoozi Kainerugaba, hijo mayor del mandatario ugandés y general del Ejército del país.

“Llámenme putinista si quieren, pero nosotros, Uganda, ¡enviaremos soldados para defender Moscú, si alguna vez se ve amenazada por los imperialistas!”

Kainerugaba

Kainerugaba ha asegurado que Occidente “pierde el tiempo” favoreciendo a Ucrania, mientras ha plasmado lo que, su juicio, es el sentir de la gente del continente negro. 

“En África, sólo creemos en el presidente Putin cuando se trata de Europa del Este. Occidente pierde el tiempo con su inútil propaganda pro-Ucrania. Rusia, China, África, India, Sudamérica ganarán en Ucrania. El 75 % de la humanidad vencerá al 15 %”, ha sentenciado.

“En África, sólo creemos en el presidente Putin cuando se trata de Europa del Este. Occidente pierde el tiempo con su inútil propaganda pro-Ucrania. Rusia, China, África, India, Sudamérica ganarán en Ucrania. El 75 % de la humanidad vencerá al 15 %”

Kainerugaba

El locuaz primogénito del presidente ugandés ha tenido sus altibajos en redes sociales, pero un patrón que se repite es su apoyo público a Rusia.

¿Por qué África apoya a Rusia?

El rechazo histórico de los países africanos al paso de las botas de Occidente por este continente es razón suficiente de su firme apoyo a Rusia. África ha salido a las calles a clamar por Putin y en los escenarios internacionales, los países africanos se han abstenido o han rechazado condenar a la Federación Rusa.

Las simpatías que levanta Moscú se debe en parte a su apoyo durante la época soviética a los movimientos de independencia de las colonias europeas.

Hace unos días, el aludido general, de 48 años y con una extensa formación militar y académica, dejaba entrever su potencial candidatura a las presidenciales de 2026 en Twitter, en un intento por sustituir a su padre de 78 años al frente del país desde 1986.