Fármacos cubanos logran recuperación del 80 por ciento de los pacientes graves por Covid-19, por encima de la media mundial

CIGB-258 y el anticuerpo monoclonal Itolizumab (Anti-CD6), son dos de los fármacos que sumados al Interferón Alfa 2b Humano Recombinante, han mostrado gran efectividad en el tratamiento contra la Covid-19 y que Cuba aplica en base a su protocolo.

CAPAC- Tomado de Resumen Latinoamericano Cuba/ Foto: IAEA.

Diseñado para disminuir los procesos inflamatorios, un preparado sin nombre aún, pero conocido en Cuba como CIGB-258, más el anticuerpo monoclonal Itolizumab (Anti-CD6), son dos de los fármacos que sumados al Interferón Alfa 2b Humano Recombinante, han mostrado gran efectividad en el tratamiento contra la Covid, y los dos primeros han influido en la sobrevida de pacientes críticos y graves, afirmó en la conferencia de prensa de este viernes el director de Epidemiología del Ministerio de Salud cubano, Francisco Durán García.

Datos estadísticos del mundo reflejan que, como promedio, el 80 % de los pacientes críticos tienen un desenlace fatal y la causa fundamental se relaciona con el distrés respiratorio agudo, provocado por una reacción inflamatoria exagerada del sistema inmunológico ante la infección del virus. La literatura científica le llama a este tipo de reacción “tormenta de citosinas”, ya que se incrementan abruptamente estas moléculas, secretadas por células del sistema inmunológico. Eso es lo que en opinión de los expertos cubanos contribuye a mermar el Cigb 258, pues su mecanismo de acción regula ese cuadro de hiperinflamación.

Luego de ser autorizada su utilización por el Centro Estatal para el Control de los Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos, comenzó a probarse su efectividad en pacientes en estadios graves y críticos, según el protocolo aprobado, en el que participaron de conjunto los equipos de científicos del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, y de médicos intensivistas y otros especialistas de cara a los pacientes ingresados en la llamada zona roja en varios hospitales.

De acuerdo con datos publicados por el diario Granma, hasta mediados de mayo habían recibido la terapia con este péptido un total de 52 pacientes. En los pacientes graves la sobrevida fue del 92 %, y en el caso de los críticos fue del 78 %. Visto en su conjunto, la sobrevida para todos los enfermos fue de un 80%, muchos de ellos ya de alta clínica. Mientras en el mundo la media de sobrevida del paciente grave no llega al 30 por ciento.

Al valorar el efecto de estos fármacos de producción nacional, Durán García consideró que son dos éxitos de la biotecnología cubana y su potencial científico, que están dando buenos resultados en una enfermedad para la cual no se ha encontrado la cura aún, y muestran una efectividad importante sobre los pacientes graves y críticos, los más difíciles de salvar.

De igual forma, sostuvo que el hecho de que Cuba tenga 81 fallecidos entre mil 916 confirmados con la COVID-19 es resultado, además del uso de estas modalidades terapéuticas, de la realización de otras acciones como parte de los protocolos de tratamiento, incluso para las personas sin diagnosticar con el SARS-CoV-2.

En otro momento de su intervención, Durán recordó que el plasma sanguíneo hiperinmune de pacientes recuperados de la COVID-19 también se emplea en Cuba para salvar a pacientes en estado grave.

Según el reporte dado a conocer este viernes, Cuba tiene 202 casos activos de la COVID-19, de los cuales 198 mantienen una evolución clínica estable; hay un paciente reportado de crítico y tres graves.

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