El Grupo Temporal de Trabajo para el enfrentamiento a la COVID-19 en La Habana informó hoy de la ampliación de la capacidades en centros de aislamiento y hospitales, cuando Cuba sufre el peor rebrote de la pandemia.

CAPAC- Por Daniella Pérez Muñoa/ Tomado de ACN/ Foto: Omara García.

En el habitual encuentro se conoció que 26 círculos infantiles de la capital se habilitarán por primera vez como centros de aislamiento para sospechosos de bajo riesgo, con capacidad para más de mil 200 niños y jóvenes; ello se suma a tres escuelas de educación especial con ese fin.

Tatiana Viera Hernández, coordinadora del Gobierno Provincial de La Habana, informó que los círculos se dividirán en dos grupos (menores de cinco años y de esa edad hasta 18) y el tiempo máximo de espera será de 36 horas.

También el Centro de Convenciones Cojímar, al este de la ciudad, se incorpora a los centros de sospechosos de COVID-19 de alto riesgo, con más de 400 capacidades.

La capital suma 20 camas a las Unidades de atención al grave y otras 43 (449 en total) a las salas de vigilancia intensiva, un nuevo concepto que surgió en el enfrentamiento al coronavirus.

Hasta el siete de julio, en La Habana se habían administrado tres millones 296 mil dosis de Abdala y Soberana entre ensayos clínicos e intervención sanitaria; esta última prevé concluirse el 30 de julio próximo, aseguraron las autoridades de Salud.

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En el habitual encuentro con los cuadros capitalinos, Luis Antonio Torres Iribar, primer secretario del PCC en la provincia, subrayó, ante dudas en los últimos días, que no existen limitaciones para la entrada en el territorio de vehículos que trasladen productos agrícolas desde regiones cercanas.

Asimismo en la reunión de este viernes se analizó la disponibilidad de medios de protección para el personal de salud, los medicamentos, la organización interna en los laboratorios de biología molecular, todos aspectos claves para minimizar el riesgo y brindar una respuesta coordinada antes las altas cifras que reporta Cuba.

Torres Iribar defendió la idea que La Habana desde la Epidemiología es considerada un solo municipio, con grandes niveles de contacto entre personas, por lo que amerita una evaluación exhaustiva y el trabajo responsable y la disciplina de todos.