Cooperación médica cubana: ¿Esclavitud o justa redistribución?
En los últimos años, el gobierno de Donald Trump consiguió destruir los acuerdos de cooperación médica que Cuba mantenía en Brasil, Bolivia y Ecuador, dejando a decenas de millones de personas sin servicios de salud.
CAPAC– Tomado de Cubainformación/ Foto: ACN.
Y en 2020, llevó a cabo una intensa campaña de desprestigio de las brigadas sanitarias cubanas, con la colaboración de importantes medios de comunicación. El mensaje: todo es un “negocio del régimen” cubano disfrazado de solidaridad, y un ejemplo de “trabajo esclavo”.
La USAID, la agencia estadounidense de cooperación, creó –incluso- un programa de subvenciones para ONG que «investiguen” a las misiones médicas cubanas.
Pero, ¿es cierto que La Habana obtiene ingresos con su cooperación médica? Veamos. Cuba la sufraga por completo en las naciones más pobres. Pero hay una serie de países, con más recursos, que realizan una compensación económica.
¿Y a qué bolsillos va este dinero? Ni un dólar, ni uno, a dirigentes, funcionarios o empresarios.
Su destino es mejorar los ingresos del personal cooperante; financiar las brigadas médicas en los países más pobres y las becas internacionales de Medicina en Cuba; así como, esencialmente, mantener el sistema público de salud de la Isla, cuyo colapso sería el objetivo final de esta campaña de la Casa Blanca.
Pero ¿sería acaso más justo que todo el ingreso recibido –o la mayor parte- se entregara al personal cooperante, y no a reparar hospitales o a los salarios del resto de personal sanitario de la Isla?
Pues esto –que no es otra cosa que la creación de una élite, de una “clase” médica cubana, en un depauperado sistema de salud- es lo que exigen… desde EEUU.