El primer ministro de la India, Narendra Modi, llamó al presidente ruso, Vladímir Putin, en un intento por fortalecer lazos con Rusia ante el fracaso de la política de EEUU en Afganistán, lo que dejó a la India, aliada de los EEUU., en una situación muy desfavorable.

CAPAC – tomado de Al Mayadeen en castellano – fuente: Indianpuchline

Putin recibió una llamada del primer ministro de Pakistán, Imran Khan, sobre la situación afgana solo un día después de su conversación con Modi.

Los medios de comunicación de la India promocionaron la llamada del primer ministro Narendra Modi al presidente ruso, Vladimir Putin, en un intento por distraer la atención del aislamiento de Delhi con respecto a Afganistán, dijo el sitio indianpunchline.

La desesperación por aferrarse a cualquier gota surge del colapso de la política india en la vecina nación que quedó expuesta como defectuosa.  

Putin accedió a la solicitud de Modi de establecer «un canal bidireccional para consultas permanentes» sobre la cuestión y aunque Moscú siempre estuvo abierto a tal cooperación, comprende que Delhi prioriza la asociación con Estados Unidos. 

Moscú adopta un enfoque «sin guiones» hacia las relaciones con India y Pakistán y en sus cálculos Pakistán figura como un socio serio con el potencial de ayudar a promover algunos de los intereses centrales rusos en la región euroasiática de una manera que Delhi nunca podrá o hará, dada su cuasi alianza con Washington.

En segundo lugar, las políticas de la India se contraponen cada vez más a los intereses vitales y las preocupaciones fundamentales de Rusia. 

El liderazgo ruso ha reiterado su descontento con los esfuerzos norteamericanos de crear un bloque en el «Indo-Pacífico» para contener a China y Rusia. 

Pese a la turbulenta historia de las relaciones ruso-pakistaníes, Islamabad comenzó a fomentar lazos con Moscú.

En lo que respecta a Afganistán, Pakistán facilitó sin vacilar los contactos entre funcionarios rusos y del Talibán, que ahora son útiles para Moscú.

Mientras Delhi permanece paralizada en nociones anticuadas de que el grupo insurrecto afgano es solo un representante paquistaní, Moscú lo ve como una auténtica entidad y con un papel legítimo que desempeñar en la política principal de ese país. 

Por lo tanto, el compromiso con los talibanes es una pieza central de la política rusa para Afganistán. 

Dicho de otra manera, Rusia no se dejará disuadir porque el gobierno de Modi se haya quedado rezagado en la cuestión afgana. 

Putin recibió una llamada del primer ministro de Pakistán, Imran Khan, sobre la situación afgana solo un día después de su conversación con Modi. 

La lectura rusa muestra un alto grado de convergencia entre Moscú e Islamabad en el camino a seguir en el tema y ambos “enfatizaron en la importancia de mantener la paz y la seguridad” en Afganistán, “prevenir la violencia y establecer un diálogo interno para facilitar la formación de un gobierno inclusivo que tenga en cuenta los intereses de todos los segmentos de la población».

Putin e Imran Khan «acordaron coordinar enfoques sobre la cuestión afgana tanto en formatos bilaterales como multilaterales» y «utilizar las capacidades de la Organización de Cooperación de Shanghai (SCO, siglas en inglés) para garantizar la estabilidad regional y la lucha contra el terrorismo y la amenaza de las drogas».

Es evidente que el Kremlin concede gran importancia a la cooperación con Pakistán en el período venidero y para la reconstrucción afgana que abrirá enormes oportunidades para las empresas y la industria rusas.

Los comentarios de Beijing de igual manera reflejaron “la estrecha coordinación de China y los intereses compartidos con Rusia en los posibles esfuerzos de reconstrucción en Afganistán».

«En la situación de Afganistán, China y Rusia comparten intereses en la paz y el desarrollo de ese país y los convierte en los principales actores y socios para restaurar a Afganistán, en marcado contraste con la intención de Estados Unidos de sembrar el caos en el país».

Indianpunchline

“Si bien China puede desempeñar un papel de liderazgo en la realización de proyectos específicos con sus capacidades de construcción y fuentes de financiamiento, Rusia puede ofrecer un apoyo crucial con su influencia para garantizar la estabilidad y la seguridad en la región».

«Los expertos dijeron que China y Rusia se encuentran entre los países que más sinceramente quieren la paz y el desarrollo en Afganistán, incluso cuando Estados Unidos y algunos otros países occidentales continúan tratando de socavar eso».

Otro comentario chino de esta semana contempla la medida de Estados Unidos de imponer sanciones a Afganistán y detener la asistencia global tan necesaria al país para evitar el impulso global de desdolarización ante países que adoptan cada vez más alternativas al dólar estadounidense.

Si la reconstrucción de Afganistán prepara el escenario para una mayor presencia y uso de otras monedas como el euro y el yuan, la situación del dólar podría verse disminuida aún más. De hecho, la tendencia a la desdolarización ya ha surgido en varios países y regiones, incluidos Rusia y Arabia Saudita.

La política imperfecta de la India hacia Afganistán es que le faltan los bosques a los árboles.

El gobierno de Modi no tiene un «panorama general». Su mentalidad de suma cero está obsesionada con hacer retroceder la influencia de China y Pakistán, sus enemigos arquetípicos, en Afganistán.

Delhi depositó grandes esperanzas en Estados Unidos para acelerar el gran juego en Afganistán con la mirada puesta en Xinjiang y Pakistán, pero resultó que Washington abandonó a Delhi y comenzó a buscar una relación renovada con los talibanes.

La llamada de Modi a Putin fue un intento desesperado por mitigar el aislamiento regional de India. Putin entendió y jugó su parte, mientras secuestraba los lazos cada vez más profundos de Rusia con Pakistán.