Historia de los golpes de estado en Bolivia – parte I

Desde la Revolución boliviana del 9 de abril de 1952, el gobierno de EE.UU conspiró contra el Movimiento Nacionalista Revolucionario y el doctor Víctor Paz Estenssoro, presidente constitucional del país y uno de sus principales líderes

CAPAC – Por  Adys Cupull (*) y Froilán González (**)

I.-  ANTECEDENTES.

El mismo guion para todos los tiempos.

Desde la Revolución boliviana del 9 de abril de 1952, el gobierno de Estados Unidos conspiró contra el Movimiento Nacionalista Revolucionario y el doctor Víctor Paz Estenssoro, presidente constitucional del país y uno de sus principales líderes, hasta el 4 de noviembre de 1964 cuando fue derrotado a través de un Golpe de Estado.

Durante nuestra estancia en Bolivia (1983 a 1988) y viajes posteriores a ese querido país, tuvimos la oportunidad de conocer y conversar con los principales protagonistas de aquel histórico acontecimiento.

Casi todos los años, por una u otra razón visitamos Bolivia, cuyos resultados están expuestos en nuestros libros, las últimas 2017 y 2018, donde entrevistamos a varias personalidades para un libro y serial televisivo con el título de “Conspiración en el corazón de los Andes”. A través de estos artículos deseamos compartirlos con ustedes.

Víctor Paz Estenssoro nació en 1907   en el seno de una familia acomodada, su padre era de ascendencia argentina, con negocios en la minería. Se graduó de derecho, especializado en asuntos administrativos y contables, trabajó en la Contraloría General de la República y durante la Guerra del Chaco se ocupó de asuntos contables, avituallamientos y como soldado en una batería hasta el final de la contienda bélica.

Participó en el censo donde se reportaron alrededor de 100 mil muertos, pero significó en cierta medida como los bolivianos se reconocieron entre sí, lucharon juntos indios, blancos y mestizos y el descubrimiento de cómo 8 de cada 10 campesinos originarios, no sabían leer ni escribir y junto a las mujeres no tenían derecho a votar, ni transitar por las principales calles de las ciudades y mucho menos asistir a las escuelas.  

En 1942 fundó el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), de carácter anti oligárquico, antiimperialista, comprometido con la justicia social, la democracia y la soberanía popular. Un año después fue designado Ministro de Hacienda y empezó a aplicar medidas revolucionarias.  Estados Unidos desató una campaña contra él, acusándolo de pro nazi y pactar con el comunismo, presionaron al gobierno, hasta lograr excluirlo del gabinete, pero posteriormente fue restituido.

En 1946 fue amenazado de muerte y tuvo que salir clandestinamente a Argentina donde desarrolló una intensa actividad política en defensa de la lucha revolucionaria. Al triunfar la Revolución regresó de su exilio y el 14 de abril tomó posesión para un mandato de cuatro años. Ejerció la presidencia hasta 1956 donde ejecutó el programa del Movimiento Nacionalista Revolucionario, nacionalizó las minas, aplicó la Reforma Agraria, el Sufragio Universal, la Reforma Educativa y   el derecho de Bolivia al litoral   perdido en la Guerra del Pacífico con Chile.

Sobre el papel injerencista de Estados Unidos en la historia de Bolivia, entrevistamos en el 2018 a Pablo Ramos Sánchez, Presidente del Banco Central de Bolivia. Pablo nació en 1937, economista, escritor, rector y docente universitario. Especializado en  Planificación General en Chile, México y Estados Unidos, fue rector de la Universidad de La Paz, perseguido y asilado político. Trabajó como docente en Universidades de México, República Dominicana y Chile y ejerció como experto de la Organización de Naciones Unidas, autor de varios libros de poemas, narrativa y economía.

“En 1954, el gobierno de Paz Estenssoro estaba restringido de recursos, tuvo que recurrir a la apertura de las áreas petrolíferas al capital extranjero y se redactó el famoso Código Dave Import, elaborado por abogados americanos en inglés, y los ministros bolivianos lo firmaron sin conocer el contenido.

“Una vez traducido no beneficiaba en nada a Bolivia, el país solo participaba con el 18% del valor de la producción y el 82% correspondía a las empresas extranjeras. Eso solo se ha podido revertir con el gobierno de Evo Morales, donde lo que corresponde a los bolivianos es el 82%, y las empresas extranjeras asociadas a Bolivia participan con el 18%.”

En 1956 ganó las elecciones el doctor Hernán Siles Zuazo, un legendario político nacido en 1913, hijo del ex presidente Hernando Siles, graduado de derecho, condecorado en la Guerra del Chaco, fundador del Movimiento Nacionalista Revolucionario, electo en 1951 vicepresidente de la República, acusado por los norteamericanos de querer establecer un estado comunista en Bolivia y vocero de la Unión Soviética, como uno de los líderes de la Revolución del 9 de abril de 1952, continuó la línea del Movimiento Nacionalista Revolucionario.

En 1959 enfrentó una sublevación organizada por sectores derechistas encabezados por los denominados cívicos y separatistas de la ciudad de Santa Cruz y se produjo la masacre de Terebinto. En 1960 concluyó su mandato y fue nombrado embajador en Uruguay y posteriormente en España.

El candidato para el período 1960 hasta 1964 debía ser Juan Lechín Oquendo, poderoso líder de la Central Obrera Boliviana, pero la Embajada norteamericana se opuso, acusándolo de fascista, comunista, terrorista y sectario. Lechín era hijo de un inmigrante libanés y estudió en el Instituto Americano y participó en la Guerra del Chaco.

Tuvo una destacada carrera como deportista, capitán del equipo de fútbol Strongest y de la selección nacional, jugó en los equipos de voleibol y baloncesto, trabajó en la mina de Catavi, propiedad de Simón Iturri Patiño, uno de los llamados Barones del Estaño. En 1944, fue Sub Prefecto de Uncía, una población proveedora de insumos a dos grandes minas Siglo XX y Catavi, era la autoridad política de la región y de las grandes empresas mineras. Los propietarios intentaron corromperlo y comprarlo en varias oportunidades.

Participó en el Primer Congreso de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), donde fue elegido Secretario de Organización. En el Congreso del año siguiente, lo seleccionaron Secretario Ejecutivo; dirigió la insurrección del 9 de abril de 1952, en el sector minero y tomaron el Grupo Aéreo de Caza, el Estado Mayor y el Palacio de Gobierno.

Víctor Paz Estenssoro lo designó Ministro de Minas y Petróleo, desde donde promovió la creación de la Central Obrera Boliviana (COB), siendo elegido Secretario Ejecutivo; desde esa posición insistía en la aplicación de la Reforma Agraria, la nacionalización de las minas, la entrega de armas a las milicias mineras, obreras y campesinas, para garantizar la estabilidad del gobierno ante la posibilidad de una restauración de los militares derechistas y la oligarquía. Se volvió muy popular y considerado el ala izquierdista del gobierno.  A finales de los años 50 se opuso a la derechización del Movimiento Nacionalista Revolucionario.

Los norteamericanos vetaron su candidatura para Presidente y aceptó ir como vicepresidente lo que provocó divisiones, ambiciones de poder, contradicciones y tensiones internas, facilitando el dominio de Estados Unidos, en todas las esferas de la vida.

La penetración norteamericana era en todos los campos, Pablo Ramos se refirió a un decreto del 22 de agosto de 1963 firmado por Víctor Paz Estenssoro, donde se obligaba a Bolivia a importar solo de Estados Unidos, incluyendo la leche, que venía de Holanda. Los norteamericanos los obligaron a traerla de Estados Unidos a un mayor precio. Los compradores estaban obligados a presentar un certificado de origen, donde constara la procedencia de esos productos, manejaban la política, la esfera militar y policiaca, relaciones exteriores y lo concerniente al proceso económico y alimentario, Pablo Ramos afirmó:

“Bolivia dependía del trigo para su alimentación, pronto llegó la ayuda norteamericana y destruyó la producción, casi se redujo a cero. Perdimos las semillas. Hubo el intento de un Ministro, don Alfonso Gumucio Reyes, de introducir el trigo tropical, se mandó a los ingenieros a Brasil para conseguir las semillas y se distribuyó entre los agricultores. Cuando el Ministro creía que le estaba yendo muy bien, el embajador norteamericano lo invitó a un almuerzo y le sacó un dossier, exactamente igual al del Ministro y le dijo: “No vamos a apoyar, y tiene que parar ese proyecto.” El Ministro tuvo que pararlo, porque dependía del soporte presupuestario norteamericano.

“Ellos utilizaban el trigo para chantajear y obligar a ser dependiente de las empresas norteamericanas en la esfera alimentaria.   Los productores de trigo en Bolivia, cada vez que esperaban una buena cosecha, las empresas norteamericanas realizaban importantes donaciones.

“De ese modo se abaratarán los precios y con ello la ruina de los productores. Era un ciclo permanente de ventas a precios elevados y cuando los productores bolivianos alcanzaban altas producciones llegaban las donaciones… Desde entonces la política económica se orientaba por las directivas de Estados Unidos a través de la Embajada y del FMI que en última instancia respondía a los intereses de ese país…”

Este chantaje se hizo público cuando funcionarios bolivianos corruptos, subordinados a los norteamericanos compraron harina de trigo en mal estado, como de óptima calidad. La operación fraudulenta se conoció después de tres años. La compra se fijó en 30 mil toneladas y al precio de 500 mil dólares, cuando el costo era de 300 mil. Las partes se acusaban mutuamente de estafa y corrupción.

Ante el escándalo las autoridades se vieron obligadas a intervenir y llevar a juicio a las empresas exportadoras de trigo de Estados Unidos, pero los funcionarios corruptos huyeron del país, otro hecho similar se produjo cuando las autoridades chilenas bloquearon en el puerto de Arica el desembarco de trigo donado por Estados Unidos contaminado con hongos.

Pablo Ramos, añadió: “La embajada de Estados Unidos no solo designaba a los ministros de la esfera económica, de Defensa, Gobierno, a los altos mandos militares, a los subsecretarios o directores generales. No hay dudas de que para designar ministros en áreas claves se tenía que contar con el asentimiento norteamericano.

“En el Instituto de Investigaciones Económicas, trabajé un tiempo y los convenios, cartas de intenciones, acuerdos de créditos con el BID; o con organismos internacionales, tenían clausulas impuestas de acuerdo a los intereses de las grandes trasnacionales y reflejando el interés imperial.”

Ante las contradicciones de Juan Lechín con Paz Estenssoro, solicitó permiso al Parlamento y se fue como embajador de Bolivia en Italia. Cuando Víctor Paz Estenssoro quiso reelegirse para un tercer mandato modificó la Constitución y muchos de sus compañeros se opusieron. En 1963   se nominó candidato a la presidencia para un nuevo período.

Al regreso de Lechín Oquendo de Italia sus diferencias con Paz Estenssoro se agravaron y en la convención del MNR en 1964, el Presidente solicitó su expulsión. Lechín fundó con el bloque de izquierda, el Partido Revolucionario de la Izquierda Nacional (PRIN) hecho utilizado por Estados Unidos en su estrategia para dividir a los revolucionarios y dominar a Bolivia.

En la política de derrocar a Paz Estenssoro, la CIA, movilizó a sectores afectados por las medidas revolucionarias, confundidos por mentiras, calumnias y rumores, honrados por considerar que Paz Estenssoro no debía continuar en el poder, ambiciosos   o deseosos de ocupar su lugar y serviles e incondicionales a Estados Unidos.

Mario Sanjinés Uriarte, un veterano fundador del Movimiento Nacionalista Revolucionario, protagonista de la Revolución del 9 de abril de 1952, reconocido intelectual y profundo estudioso, Ministro de Gobierno (Interior) en la primera etapa de la Revolución de 1952, experimentado diplomático, nació en 1922, embajador en varios países, entre ellos Uruguay y la India y electo en los años 80 alcalde de la ciudad de La Paz. Expresó:

“Los norteamericanos estudiaron muy bien al doctor Víctor Paz Estenssoro, su egocentrismo, protagonismo y apego al poder, por esas características el embajador de Estados Unidos falsamente lo elogiaba y le garantizaba apoyo para el nuevo mandato, pero taimadamente calculaba la división y las pasiones que provocaría en lo interno del Partido.

“Mientras el embajador lo elogiaba y le hacía falsas promesas, la CIA apoyaba, estimulaba y arengaba al general René Barrientos para derrocarlo; algunos analistas han planteado la existencia de contradicciones entre ambos funcionarios, pero los dos cumplían el mismo objetivo.

“Los norteamericanos, realizaron un estudio y caracterización de cada uno de los líderes o dirigentes de la Revolución, para determinar quiénes podrían ser comprados, sobornados, chantajeados y los afines reclutados. Los no obedientes a los dictados de Washington, criminalizados, denigrados y sometidos a campañas de prensa para manchar el honor de ellos o sus familiares. Estimularon ambiciones, intrigas, egocentrismos, envidias, celos o afanes protagónicos, resentimientos y a los revolucionarios obligados o inducidos a salir del país o pasar a la clandestinidad. Ellos establecieron un equipo de funcionarios, algunos bolivianos colonizados ideológicamente, para seguir los acontecimientos y dirigir el país desde esa sede diplomática.

“Cuando yo fui Ministro de Gobierno (Interior) un funcionario norteamericano comenzó a darme órdenes. No acepté esa injerencia y a partir de ese momento instrumentaron una campaña con acusaciones falsas y presiones para obligarme a renunciar. Como no lograron sus propósitos, me secuestraron, me dieron una golpiza y me lanzaron casi muerto por un desfiladero en el camino hacia la ciudad de Viacha.

“Como antecedentes del Golpe de Estado los norteamericanos establecieron la estrategia de dividir y minar la Revolución por dentro hasta llevarla a la subordinación y domesticación existente antes de 1952. Había otros candidatos para vicepresidente, pero por imposiciones de la CIA Víctor Paz Estenssoro aceptó al general René Barrientos Ortuño.

“El binomio Víctor Paz Estenssoro y el general René Barrientos ganaron las elecciones y el 6 de agosto de 1964 juraron en sus respectivos cargos. El 4 de noviembre, a tres meses del nuevo mandato, la CIA, utilizando a Barrientos, Ovando y el Alto Mando Militar derrotó a Víctor Paz Estenssoro y Barrientos lo amenazó de muerte si no abandonaba el país y lo envió como asilado al Perú.”

El general René Barrientos Ortuño nació en 1919 en Tarata, una pequeña ciudad en el Departamento de Cochabamba, de población mayoritaria quechua, idioma aprendido desde niño. Fue un muchacho callejero, se desempeñó como monaguillo en el convento de la ciudad, hasta que ingresó en la Escuela Militar de Aviación, donde obtuvo una beca para Estados Unidos. En 1945 se graduó de piloto y fue reclutado por los servicios secretos norteamericanos.

Colaboró con el Movimiento Nacionalista Revolucionario, motivo por el cual fue dado de baja de las Fuerzas Armadas. Se comunicaba fácilmente con los campesinos, especialmente con los dirigentes de las comunidades quechuas y tenía dotes de caudillo. Fue caracterizado como carismático, simpático, elegante, apuesto, amable, ambicioso, buen orador, mujeriego, vida familiar desordenada y con varios matrimonios.

Al triunfo de la Revolución de 1952, fue reincorporado al Ejército con el grado de capitán y como piloto de la Fuerza Aérea lo designaron para recoger del exilio en Buenos Aires al doctor Víctor Paz Estenssoro. Lo acompañó su gran amigo Antonio Arguedas como radio operador. Desde ese momento la amistad de ambos con Víctor Paz Estenssoro se hizo intensa.

Barrientos fue designado Agregado Militar en Estados Unidos, recibió entrenamiento de la CIA y perfeccionó el inglés, idioma que hablaba con facilidad. Al regresar a Bolivia fue designado comandante en jefe de la Fuerza Aérea.

En la huelga nacional de octubre de ese año se encargó personalmente de reprimir a obreros y mineros, y tres días después, el 4 de noviembre dio el Golpe de Estado con la complicidad del general Alfredo Ovando, comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas.

Alfredo Ovando Candia, nació en 1918, hijo de una familia de inmigrantes europeos, de buena posición económica. Su padre era natural de Extremadura, en España y su madre de Piamonte en Italia. Seguían los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial, admiradores de Francisco Franco, Benito Mussolini y Adolfo Hitler, criterios y valoraciones asimilados por el joven Ovando. Ingresó al Colegio Militar, se integró a la Guerra del Chaco, al terminar el conflicto bélico se desempeñó como profesor de la escuela de Estado Mayor del Ejército, luego Cónsul de Bolivia en Paraguay.

En 1960 ascendió a general, reorganizó el Ejército, lo modernizó en logística, armamento y adoptó el uniforme y la disciplina del ejército alemán. Cuando el Golpe de Estado consideraba debía ser el presidente y al no ponerse de acuerdo con Barrientos ambos decidieron jurar en el alto cargo.

Continuará.

(*) Adys M. Cupull Reyes. Periodista, maestra, investigadora y escritora sobre temas y personalidades históricos. Profesora Titular Adjunta de los Institutos Superiores Pedagógicos Enrique José Varona y Félix Varela de la Universidad de La Habana, y Rubén Martínez Villena.

(**) Froilán González García. Historiador e investigador cubano. Doctor de la Cátedra de Ética de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona y del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas.

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