Seguiremos cuidando la democracia en Argentina y la Patria Grande porque así honramos a quienes lucharon por la libertad y la justicia, aseguró hoy la presidenta de la asociación Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.

CAPAC.- tomado de Prensa Latina

Rodeada de miles de personas en la plaza de ese nombre, la defensora de los derechos humanos recordó a los más de 30 mil detenidos desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar en este país (1976-1983) y ratificó la voluntad de los argentinos de no callar los horrores nunca más.

A 47 años del golpe genocida, construyamos una Patria para el pueblo, aseveró al dar lectura a un documento conjunto de organizaciones sociales, sindicales y políticas, cuyos integrantes marcharon hoy por las principales avenidas de esta capital y varias provincias.

En aquellos años, el horror se desplegó para perseguir y destruir toda resistencia. Hubo más de 750 centros clandestinos de detención, tortura y exterminio, desapariciones forzadas, asesinatos, vuelos de la muerte, apropiaciones de bebés, delitos sexuales, encarcelamientos y robo de bienes, señala el texto.

El Plan Cóndor criminal de Chile, Uruguay, Brasil, Bolivia, Paraguay y Argentina invadió la región bajo órdenes de las embajadas de Estados Unidos. La cúpula de la Iglesia, cuando no era parte del terror, elegía serlo del silencio, añade.

Asimismo, indica que tras cuatro décadas de recuperada la democracia, las mismas corporaciones económicas y judiciales persiguen y encarcelan a dirigentes populares.

Ya no utilizan a las Fuerzas Armadas para condicionar según sus intereses y necesidades a los sectores populares y al sistema democrático, sino directamente a los jueces, apunta.

En ese sentido, las organizaciones exigieron el fin de las acciones para proscribir a la vicepresidenta Cristina Fernández y demandaron una investigación a fondo sobre el atentado en su contra, perpetrado el 1 de septiembre de 2022.

Además, pidieron la libertad de la dirigente social Milagro Sala y denunciaron los ataques a la vicemandataria colombiana, Francia Márquez, así como el golpe de Estado contra Pedro Castillo en Perú.

La única lucha que se pierde es la que se abandona, por eso seguiremos en las calles, las aulas, los lugares de trabajo, con la palabra, la acción, el voto, con organización popular para no permitir que nos roben el sueño de una patria justa, solidaria y feliz, indica el documento.