El Gobierno colombiano y la guerrilla del ELN acordaron un cese del fuego temporal

El Gobierno de Colombia y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) suscribieron este viernes en La Habana, Cuba, un acuerdo de cese del fuego temporal, de 180 días renovables, en el fin del tercer ciclo de negociaciones de paz que iniciaron en noviembre último.

CAPAC – fuente Télam digital

El acuerdo fue suscripto el mediodía de este viernes en la capital cubana en una ceremonia encabezada por el presidente local, Miguel Díaz-Canel; su par de Colombia, Gustavo Petro, y el líder del ELN, Eliécer Herlinto Chamorro Acosta, alias Antonio García.

Los términos del acuerdo fueron leídos por el canciller cubano, Bruno Rodríguez, y en el acto hablaron también el líder guerrillero Pablo Beltrán y Petro, entre otras autoridades, según se apreció en la transmisión online de la ceremonia.

De acuerdo con esos términos, entre este sábado y el 10 de julio se cumplirán distintas medidas de «alistamiento» y de «activación de canales de comunicación» entre las partes, y a partir de esta última fecha comenzará a regir un plazo de seis meses de cese del fuego.

Finalmente, entre el 14 de agosto y el 4 de septiembre se celebrará en Venezuela el cuarto ciclo de conversaciones, enfocadas, entre otros temas, al «balance del cumplimiento de los acuerdos suscriptos», explicó el canciller Rodríguez.

Luego el ELN subió el texto del acuerdo a su cuenta de Twitter, donde reproduce esencialmente lo que leyó el canciller cubano.

Durante su intervención, Petro destacó la importancia de los avances de la actual negociación y hasta le puso fecha al acuerdo definitivo de paz con el ELN: mayo de 2025.

«Ustedes al firmar estos acuerdos progresivos se están colocando en circunstancias muy diferentes a los que firmaron acuerdos anteriores. En cierta forma aquí se acaba una fase: la insurgencia armada de la que hicimos parte todos. La América Latina se transforma ya de otra manera, junto con la humanidad», dijo el jefe de Estado, quien en su juventud integró la organización insurgente M-19.

Petro aseguró que con este cese al fuego se llega a «un punto que nunca habían experimentado en los diálogos» y mencionó una promesa. «En mayo de 2025 cesa definitivamente la guerra de décadas entre el ELN y el Estado de Colombia», aseguró.

Durante su intervención, el primer comandante de la guerrilla del ELN, Antonio García, aseguró que en los diálogos de paz están todos los comandantes y estructuras de la organización. «No se coman los cuentos de los que pretenden hacernos creer que estamos divididos. Somos una sola voz y representamos la rebeldía armada del pueblo colombiano», aseguró.

Además, García llamó a que el actual proceso de diálogo sea una oportunidad para «devolverle la dignidad» al pueblo colombiano.

«Tenemos que ir al encuentro de las palabras, de que la sociedad se exprese, que se escuche, que sus expectativas de cambio no sean reprimidas y que se les dé el verdadero valor. Y saber escuchar la voz que quiere el cambio y las transformaciones», dijo el comandante guerrillero, que insistió en el deseo de que el acuerdo cuente con una amplia participación de la sociedad civil y con un intento de retirar la violencia.

El líder guerrillero evaluó además el alcance del cese al fuego firmado con el Gobierno. «Aún no hemos firmado acuerdos sustanciales, tan solo son acuerdos de procedimientos que nos van a permitir avanzar en la construcción de acuerdos sustanciales para que Colombia cambie, pero no podemos permitir las viejas historias: llevamos muchos procesos supuestamente de paz que solo han terminado con la desmovilización y el desarme, y las cosas siguen igual».

En la misma línea que García, el comandante del ELN Pablo Beltrán pidió que exista una participación del pueblo colombiano para resolver los problemas que generaron el conflicto.

«Este primer cese el fuego bilateral busca que Colombia cambie», aseguró Beltrán. El alto el fuego, que se irá implementando progresivamente pero se oficializará el 3 de agosto por 180 días, «busca un propósito humanitario: rebajar el conflicto para que en Colombia haya un mejor clima para la participación de la sociedad», agregó el líder guerrillero.

«Cuenten con el ELN para resolver causas, no consecuencias», advirtió, de todos modos, e insistió en incluir a la sociedad para que así pueda haber «análisis profundos de las causas del conflicto».

También se informó durante la firma del acuerdo que este cese del fuego cuenta con un mecanismo de monitoreo y verificación integrado por el Gobierno nacional, el Ejército de Liberación Nacional – ELN, la Iglesia Católica y la Organización de las Naciones Unidas – ONU.

«Vienen unas decisiones importantísimas e históricas para el país. Todo esto será gradual, propositivo y constructivo. Los asuntos de la vida y la libertad están en el centro de las decisiones. Es el compromiso evidente y explícito del ELN en la aplicación del DIH y en los asuntos de participación de la población civil, nunca se había llegado tan lejos. Se viene una fase pedagógica y de concreción territorial de todo esto que se dialogue aquí», dijo por su parte el alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda, antes del inicio del evento.

Monseñor Héctor Fabio Henao, delegado para las relaciones Iglesia-Estado, quien formó parte de las deliberaciones en la mesa, dio algunos detalles sobre cómo se dio la negociación del cese al fuego.

«El proceso exigió una sesión muy larga, es el ciclo más largo que hemos tenido, hemos tenido mucho trabajo pero pudimos abordar los puntos. Se logró un nivel importante de precisión sobre qué significa los pasos que hay que dar para lograr el cese al fuego. La iglesia va a estar dentro del mecanismos de verificación y monitoreo junto al gobierno, el ELN y Naciones Unidas», dijo el sacerdote.

Este cese del fuego cuenta con un mecanismo de monitoreo y verificación integrado por el Gobierno nacional, el Ejército de Liberación Nacional – ELN, la Iglesia Católica y la Organización de las Naciones Unidas – ONU.

Repercusiones

Entre las primeras reacciones, el politólogo y analista León Valencia, quien integró el ELN y dejó las armas en 1994 tras un proceso de paz con la guerrilla Corriente de Renovación Socialista (CRS), un grupo disidente del ELN, dijo al diario El Tiempo que este cese del fuego «es un aire fresco» para Colombia.

«Es un aire fresco para las intenciones de paz, la cual ha tenido muchos problemas. Esto tiene el propósito de aliviar la situación en algunas regiones, donde hay una presión muy dura sobre las comunidades», fue la frase de Valencia.

También la ONU felicitó al Gobierno colombiano y al ELN por la firma del cese bilateral del fuego que se pactó en el tercer ciclo de negociaciones de paz que se llevó a cabo en La Habana, Cuba.

«La participación del presidente de Colombia, Gustavo Petro, y del primer comandante del ELN, Antonio García, en la ceremonia de firma en La Habana confirma la voluntad política de las partes», se lee en un comunicado del portavoz del secretario general.

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