Las investigaciones para conseguir una vacuna cubana contra la COVID-19 continúan siendo proyecto de cabecera entre los científicos de la Isla.

CAPAC- Tomado de Resumen Latinoamericano Cuba/ Foto: IPS.

Así lo confirmó el Dr. C. Eduardo Martínez Díaz, presidente del Grupo Empresarial BioCubaFarma, durante una sesión de chequeo de las actividades que lidera el Instituto Finlay de Vacunas, entidad con experiencia en la investigación, desarrollo y producción de vacunas.

En su cuenta en la red social Twitter, Martínez Díaz aseguró que «lograr una vacuna efectiva contra la COVID-19 es prioridad para todo nuestro sistema de ciencia e innovación en BioCubaFarma”.

Durante la reunión mantenida este lunes, explicó, constaron como en el Instituto Finlay se ha avanzado con solidez y de forma acelerada en este proyecto.En otro tweet añadió que «estos avances sin duda son alentadores y cumpliremos cada paso requerido para un proyecto de este tipo».

Sin embargo, el director del grupo empresarial insistió en que la más efectiva vacuna en los momentos actuales es el cumplimiento estricto de las medidas emitidas, por lo que exhortó a extremar los cuidados para evitar contagios.

A principios de junio la investigadora del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, Dra. C. Iris Valdés Prado, informó en la Mesa Redonda que varios investigadores cubanos se habían insertado en el desarrollo de estrategias para obtener candidatos vacunales contra la COVID-19.

Explicó que, en el caso del CIGB, se trabajaba en el desarrollo de vacunas basadas en subunidades, “las cuales utilizan diferentes hospederos, como pueden ser las bacterias, las levaduras, incluso las células de organismos superiores, para obtener estos antígenos que serán incluidos como componente fundamental de las vacunas”, detalló.

A su vez, precisó que se trabaja en diferentes tipos de adyuvantes, con el objetivo de potenciar la respuesta inmune que generan estos antígenos.

En aquel momento, el presidente de BioCubaFarma, Eduardo Martínez, comentó que en el mundo hay muchos fondos para desarrollar vacunas y que Cuba, aunque no tenía esa cantidad de dinero, haría una vacuna con mucha consagración y con la inteligencia de nuestros investigadores. Corresponde ahora confiar en sus esfuerzos.