La educación cubana como sistema
Ante la pandemia de Covid-19, Cuba ha tenido que reorganizar el sistema educativo, pero manteniendo su estrategia sistémica.
CAPAC- Por Maribel Acosta Damas/ Tomado de Resumen Latinoamericano Cuba/ Foto: Enrique De La Osa/ Reuters.
Cuba ha enfrentado la Covid-19 con una estrategia sistémica. Entre las decisiones más importantes están las encaminadas a reordenar la educación, de manera que el aprendizaje siga adelante en el nuevo contexto.
La principal medida ha sido el ajuste del curso escolar para continuar la enseñanza bajo el principio de teleclases, un método ya probado en la isla, que si bien no sustituye el resultado de la presencialidad en la enseñanza, sí contribuye a mantenerla activa y masiva. Dos factores clave para ello son el carácter público, gratuito y universal de la enseñanza y de los medios de comunicación (en este caso la televisión) y el concepto de la educación como sistema.
En los años 50 del siglo pasado, Cuba contaba con una población de 6 millones de habitantes y 1 millón de ellos eran analfabetos. Asimismo, medio millón de niños y niñas no iba a la escuela y el analfabetismo fluctuaba entre los 8.5% y 30%, siendo superior en las zonas rurales. En 1959, luego del derrocamiento de la dictadura de Fulgencio Batista, el gobierno revolucionario de Fidel Castro comenzó la construcción de escuelas y nuevas aulas de clases. Se crearon unas 10 mil aulas y la escolarización se elevó a un 90% en la educación primaria. Para el mismo año fue promulgada una Reforma integral de Enseñanza. La campaña de alfabetización que declaró en 1961 al país como primer territorio libre de analfabetismo en América Latina, fue determinante para las posteriores metas de desarrollo en Cuba.
La ley de nacionalización de la enseñanza formulada en los años 60, la eliminación de la educación privada y establecimiento de un sistema único para toda la isla, garantizan su calidad y accesibilidad. El Sistema Nacional de Educación se encarga de controlar y organizar cada uno de los conjuntos de subsistemas existentes con una estructura distribuida en varios niveles: Los círculos infantiles, la educación preescolar, la educación primaria; la educación secundaria básica, preuniversitaria, técnica profesional, universitaria, para adultos y educación especial.
En todos los niveles la educación es gratuita y el Estado entrega, también de manera gratuita, los insumos escolares fundamentales como cuadernos, lápices, libros y otras herramientas de acuerdo con las demandas del grado escolar y el nivel de enseñanza.
Los currículos escolares básicos son los mismos en todas las escuelas del país, las prerrogativas de ajustes contextuales son en aquellas materias complementarias que permitan lazos con las características de los territorios donde se encuentren los centros de enseñanza. Asimismo, el sistema único se articula con la flexibilidad en la implementación de los contenidos obligatorios.
Otro eslabón decisivo del sistema educativo cubano es la Educación Especial. La misma atiende a escolares con necesidades especiales motoras y psicológicas, auditivas, visuales, autistas, trastornos en el lenguaje y de la conducta.
Cuba tiene además un sistema de enseñanza artístico único en el mundo, que conecta la escolaridad con los contenidos artísticos y que transita desde la enseñanza primaria hasta la universidad. Todos los grandes artistas cubanos de los últimos 60 años en todas las manifestaciones del arte, son egresados de esta enseñanza.
A su vez, para atender las particularidades de la enseñanza universitaria, se creó el Ministerio de Educación Superior, que gestiona este nivel educativo bajo el mismo principio de sistema gratuito, universal y de accesibilidad plena tanto para el grado como para el posgrado.
Cuba posee la tasa de escolaridad más elevada de América Latina y con los mejores resultados según estudios de la UNESCO y el Laboratorio de Calidad de educación en todo el continente. La isla es un paradigma mundial en la calidad de la enseñanza en todos sus niveles y sus egresados, referentes de preparación técnica y humanística; clave de los resultados de la educación cubana.