Cuba logra un 15 por ciento más de pacientes recuperados de la COVID-19 que el resto del mundo, gracias a sus protocolos para enfrentar la pandemia.

CAPAC- Tomado de Resumen Latinoamericano Cuba/ Foto: Otmaro Rodríguez.

La isla también acumula nueve veces menos casos y 18 veces menos fallecidos por millón de habitantes que el resto del planeta, de acuerdo con las estadísticas avaladas por la Organización Mundial de la Salud.

La información trascendió en la reunión del Presidente, Miguel Díaz-Canel, con un grupo de científicos y expertos vinculados al enfrentamiento a esta enfermedad, que este martes analizó el estado actual de los convalecientes.

En el encuentro se valoró que el éxito de la estrategia de la mayor de las Antillas, ha permitido que con una población media de aproximadamente 11,3 millones de habitantes, hasta el cierre del 4 de enero solo el 0,11 por ciento había enfermado (12 mil 740 casos de PCR positivo). De estos, apenas el 3,5 por ciento derivó en casos graves y críticos (444) y 147 fallecieron (el 1,15 por ciento del total de pacientes y el 22 de los que agravaron).

Pero estos buenos indicadores no deben conducir a perder la percepción de riesgo sobre la enfermedad, insistieron en el intercambio, pues la COVID-19 deja secuelas importantes tanto físicas como sicológicas.

Estudios concluidos en la nación caribeña apuntan como las alteraciones psicológicas más frecuentes a la ansiedad, la depresión y los trastornos de adaptación, precisa el sitio de la Presidencia. A ello se suman otras manifestaciones como la astenia, el síndrome de fatiga crónica y los dolores musculares.

Las investigaciones han incluido la realización de tomografías axiales computarizadas a personas recuperadas, que evidenciaron que la principal secuela a corto plazo en pacientes graves y críticos es el daño pulmonar, seguido de daño renal y cardiovascular.

Además, persiste un estado inflamatorio subclínico, refirieron los expertos, de ahí que enfatizaran en evitar el contagio como la mejor medicina para la población, dadas las características de la enfermedad.

En la reunión también presentaron los avances en el tratamiento a pacientes recuperados, que presentan lesiones pulmonares, a los que se les aplican células madre autólogas. Hasta el momento destaca que ocho de cada diez personas tratadas disminuyeron las lesiones y se comprobó una mejoría de las pruebas funcionales respiratorias.

Igualmente se dio a conocer un estudio sobre la Estratificación de la vulnerabilidad a la COVID-19 en Cuba: nuevas acciones a implementar, acerca de lo cual el presidente llamó la atención sobre las provincias y municipios más envejecidos del país, donde debe atenderse diferenciadamente a los mayores de 65 años de edad con varias comorbilidades, que componen el grupo demográfico más vulnerable.