Una nueva ley para el presente y el futuro de la Salud Pública en Cuba (+ video)

La norma tiene, entre sus principales objetivos, desarrollar los postulados constitucionales y reforzar las responsabilidades del Estado con la Salud Pública.

CAPAC – por Wennys Díaz Ballaga, Daniela Cabrera Monón y Iris de la Cruz Saborit – tomado de Granma

El Segundo Periodo Ordinario de Sesiones de la X Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) aprobó ayer la Ley de Salud Pública, que, a decir del doctor José Angel Portal Miranda, ministro del sector, es una normativa actualizada, integral, protectora, construida en colectivo, innovadora, ética y comprometida con principios tan medulares como la dignidad humana.

Tras destacar la armonía de ese texto con el ordenamiento jurídico de la sociedad cubana, dijo también que es inclusivo, necesario y enfocado en los derechos humanos más sagrados, como son la salud y la vida de las personas.

Portal Miranda explicó que se trata de un proyecto en el cual trabajan desde la aprobación de la Constitución de la República, para el que se creó un Grupo de Trabajo Intersectorial, con la tarea de actualizar la Ley 41 de 1983, la cual, por muchos años, acompañó al Sistema Nacional de Salud, y fue impulsada por el salubrista mayor, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

Sin embargo, subrayó, en estos tiempos se hace imprescindible un blindaje jurídico actualizado, a tono con la nueva Carta Magna, con el Código de las Familias y otras normas de rango superior vigentes.

Añadió que este nuevo instrumento jurídico recoge las esencias de su antecesor, a la vez que se perfecciona y enriquece, y trasciende la voluntad política de garantizar el derecho a la salud.

Manifestó que esta Ley tiene, entre sus principales objetivos, desarrollar los postulados constitucionales, reforzar las responsabilidades del Estado con la Salud Pública a todos sus niveles, así como la introducción, en el ordenamiento jurídico nacional, de los acuerdos adoptados en tratados internacionales.

Pretende, además, establecer los principios para la organización y el funcionamiento de los servicios de atención, protección, y recuperación de la salud, en aras de garantizar el derecho a la salud de las personas mediante el acceso gratuito y con calidad a estos servicios.

Pondera la actividad de prevención de enfermedades y promoción de salud, así como reconoce las principales herramientas sanitarias, epidemiológicas, técnicas, investigativas, científicas que, de forma satisfactoria, son práctica diaria en la atención médica y social que recibe el pueblo.

El doctor Portal Miranda señaló que el documento fue enriquecido durante el proceso de consulta en las diferentes instituciones, con profesionales de la Salud a todos los niveles, con los estudiantes de Ciencias Médicas y con los diputados.

Acotó que fueron recibidas 569 propuestas, comentarios o recomendaciones, todas atendidas.

En función de ello, detalló, fueron modificados 98 artículos, para llegar a la construcción de la versión 23, que ahora se presenta ante la ANPP, la cual tiene cuatro títulos, 12 capítulos y 210 artículos.

Esta norma también se nutrió de la experiencia y la sabiduría médica y política del Comandante del Ejército Rebelde José Ramón Machado Ventura, profundo conocedor de la génesis de la Salud Pública cubana, significó.

Al fundamentar la necesidad de adoptar este nuevo marco jurídico, el Ministro argumentó que contribuirá a alcanzar nuevos logros en materia sanitaria, y a continuar el trabajo en la misión fundamental del sistema, que es elevar el estado de salud de la población cubana.

«Estamos convencidos de la importancia estratégica de contar con una nueva Ley de Salud Pública para el presente y el futuro de la Cuba, por la que apostamos; digna, inclusiva, respetuosa de las diferencias y de los derechos de todas las personas», aseveró.

Reconoció que una nueva ley no va a transformar los problemas de aseguramientos que tiene actualmente el sistema de Salud. «Los efectos de la crisis pospandemia y de un bloqueo recrudecido cada día están presentes, y son obstáculos que tenemos que sortear; no tengan la menor duda de que el Estado y el Gobierno cubanos están, dentro de sus posibilidades, respaldando la recuperación paulatina del sector», afirmó.

«Cada dinero que se logra destinar a las carencias que hoy enfrentamos, se prioriza allí donde es más sensible, y cada insumo que falta es un desvelo constante, porque en materia de salud, sabemos que cada recurso es esencial», dijo el doctor Portal Miranda.

«Cada dinero que se logra destinar a las carencias que hoy enfrentamos, se prioriza allí donde es más sensible, y cada insumo que falta es un desvelo constante, porque en materia de salud, sabemos que cada recurso es esencia»

Dr. Portal Miranda

«Cuba necesita y merece esta nueva Ley de Salud, revolucionaria, atemperada a nuestras realidades», y es por ello que ponemos en manos del pueblo y de nuestros trabajadores del sector, una herramienta indispensable en el ejercicio de los derechos y deberes para con la salud», puntualizó.

Cristina Luna Morales, presidenta de la Comisión de Salud y Deporte de la ANPP, presentó el dictamen, el cual señaló que esta Ley enarbola principios como la autonomía progresiva, interés superior de niñas, niños y adolescentes; el respeto a las voluntades, deseos y preferencias de las personas adultas mayores y de quienes se encuentren en situación de discapacidad, los cuales constituyen directrices en la prestación de los servicios de Salud y en el diseño de planes, programas y estrategias del sistema.

El documento reconoce atenciones y procederes médicos de alta complejidad sanitaria y social, como los vinculados a servicios de salud sexual y reproductiva, la planificación familiar y la terminación voluntaria del embarazo, las técnicas de reproducción asistida en seres humanos y su acceso sin distinción, como parte del derecho de todas las personas a formar familia.

Luna Morales añadió que esta Ley contiene normas dedicadas al consentimiento informado, la dación y el trasplante de órganos, tejidos y células en donantes vivos, y el derecho a la muerte digna mediante la implementación de las determinaciones para el final de la vida, y anuncia que otra norma de rango superior desarrollará los protocolos para la aprobación de las técnicas que ponen fin a la vida.

Del debate parlamentario

El Comandante del Ejército Rebelde José Ramón Machado Ventura aclaró que este marco normativo se hará acompañar de un Reglamento en el que se pueden argumentar determinados aspectos, que no están referidos en la Ley, o añadir nuevas informaciones sobre diversos temas.

La doctora Taymí Martínez Naranjo, miembro del Consejo de Estado y directora general del Hospital Provincial Clínico Quirúrgico Docente Faustino Pérez, aseguró que esta Ley pone en el centro el respeto hacia los seres humanos: «tener una ley que respalde y que acompaña a nuestros pacientes, a sus familias y a las personas que lo asisten, es una garantía para nuestro sistema de Salud; es un verdadero acto de justicia con el paciente».

«Tener una ley que respalde y que acompaña a nuestros pacientes, a sus familias y a las personas que lo asisten, es una garantía para nuestro sistema de Salud; es un verdadero acto de justicia con el paciente»

Taymí Martínez Naranjo

La coherencia que sostiene esta Ley con el Código de las Familias fue destacada por Yamila González Ferrer, diputada por Mantua, quien refirió también la incorporación de lo dispuesto en el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres y en la Estrategia integral de prevención y atención a la violencia de género y en el escenario familiar.

Subrayó que el texto incluye una concepción integral desde la prevención, la comunicación, la educación integral de la sexualidad, teniendo en cuenta un enfoque relacional de género y de curso de vida, lo que quiere decir que el Sistema de Salud cubano asume la atención diferenciada a las mujeres.

«Se reconoce el derecho de las personas a decidir si desean o no tener descendencia, y el momento para hacerlo, preservando, en todo caso, el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos», apuntó la también Vicepresidenta de la Unión Nacional de Juristas de Cuba.

Esto se expresa, además, en el reconocimiento de que las mujeres deciden sobre la terminación voluntaria del embarazo, y plasmarlo en la Ley visibiliza, fortalece y blinda «este derecho humano de las mujeres cubanas que tenemos garantizado en la práctica, desde 1965. Pero reflejarlo hoy dice mucho de la voluntad política de no retroceder en esta garantía trascendental», concluyó.

Leonardo Pérez Gallardo, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana, e invitado a esta sesión, opinó que «la Ley regula que la dignidad es el sustento y el valor supremo, de acuerdo con la Constitución, y tiene en su centro de atención a la persona».

Subrayó que toma en cuenta los tratados internacionales ratificados por la República de Cuba, y defiende que todo ser humano tiene derecho a desarrollar «su proyecto de vida, y en él, la muerte forma parte, ya que no es un instante, es un proceso».

La diputada Mariela Castro Espín particularizó que, por primera vez, se reconocen los derechos sexuales y reproductivos, se establecen bases conceptuales sobre la sexualidad, se regulan el acceso a los métodos anticonceptivos como un derecho para todas las personas, así como la asistencia médica a las gestantes, el acceso a los servicios de planificación familiar y la especial atención a la evaluación de los riesgos antes de la concepción, reconociendo que este tema no solo concierne a las mujeres, sino que implica una responsabilidad de maternidad y paternidades responsables y deseadas.

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