Lenin Moreno incendió el Ecuador
Al aplicar textualmente las reformas económicas propuestas por el FMI, varias organizaciones sociales y sindicales declararon la huelga y la población salió a tomar las calles en repudio a las medidas adoptadas. La respuesta de Lenin Moreno: establecer el estado de excepción.
Por Alberto Mas para CAPAC
Ante la situación de crisis económica en la que cayó el Ecuador, fundamentalmente la escases de dólares tras la mutación de la política ejercida por el presidente Lenin Moreno, quien al llegar al gobierno de la mano de Rafael Correa produjo un viraje hacia el neoliberalismo y se alió incondicionalmente a los EE.UU. (recordemos que el Ecuador no tiene moneda propia, el circulante es la moneda norteamericana desde el año 2000), llega a un acuerdo con el fondo Monetario Internacional con el objeto de recibir financiación por u$ 4.209 millones.
Además, este acuerdo con el FMI le habilita que otros organismos internacionales entreguen u$ 6.070 millones de dólares en préstamos a Ecuador, también éste gobierno ha emitido bonos de deuda por más de u$ 10.000 millones. La deuda externa pasó en la gestión de Lenin Moreno del 36,2% del PIB a casi el 47%.
Estos acuerdos con el FMI comprometen al gobierno de Lenin Moreno a aplicar un plan de racionalización del gasto público, anulación de subsidios, fortalecer reservas internacionales y aplicar cambios tributarios y reforma laboral para obtener un saldo presupuestario positivo. La típica receta del Fondo, que fue un fracaso en Argentina, Grecia, Portugal, y en cuanto país se aplicó, incluyendo Ecuador.
Los anuncios de incrementar el precio de la gasolina en el 123% y reducción del gasto público por medio de una reforma laboral del sector público primero y al sector privado después, iniciaron las graves protestas que movilizaron miles de ecuatorianos que salieron a las calles rechazando éstas medidas.
El gobierno de Moreno respondió con la represión violenta, la Defensoría del Pueblo ecuatoriano condenó el uso excesivo de la fuerza, expresando su preocupación por la ubicación de las personas detenidas, ya que no se encuentran en las unidades de flagrancia como dispone la ley, lo que ha tenido gran repercusión en las redes sociales, denunciando más de 300 detenidos y unos 35 heridos.
Huelga de transportistas, autobuses, taxistas, universitarios, grupos indígenas, fueron las primeras respuestas a las medidas tomadas por el gobierno de Moreno, impuestas por el FMI, como parte de los acuerdos para financiar la crisis.
Estas medidas no deben ser vistas alejadas de la adoptada en la última semana donde el Ecuador anunció que se retira de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP) a partir del 1 de enero de 2020, argumentando razones de «sostenibilidad fiscal», algo que no es desagradable para Donald Trump, enfrentado con la OPEP por sus políticas de precios y producción.
El ex presidente del Ecuador, Rafael Correa, efectuó declaraciones donde afirma que en Ecuador y Argentina se «Implementan esas medidas para aumentar la pobreza, pero además son ineficientes, y no generan crecimiento, empleo, nada», agregando que Lenin Moreno “está muerto de miedo por su traición a la Revolución Ciudadana y al pueblo ecuatoriano” porque “nadie votó por el FMI ni por el aumento de los combustibles”, medidas diametralmente opuestas al programa que lo llevo al gobierno. “Los poderes económicos son los que mandan y están apoyando estas medidas, los que lo sostienen artificialmente. Pero si el descontento dura demasiado tiempo incluso un gobierno tan servil puede caer y hay vías constitucionales para que esto suceda”, sentenció Rafael Correa sobre el conflicto desatado entre el pueblo ecuatoriano y el gobierno de Lenin Moreno.