Fidel Castro y la salud como derecho humano

El triunfo de la Revolución Cubana el 1 de enero de 1959 dio un giro a los indicadores sociales de la isla. Ya a mediados de la década de los años 60, se crearon en todo el país, los policlínicos integrales, con acciones de salud sobre las personas y el ambiente de la comunidad.

CAPAC- Por Maribel Acosta Damas/ Tomado de Resumen Latinoamericano Cuba/ Foto: Ernesto Mastrascusa /EFE.

A partir de los años 70 el modelo se fue perfeccionando y en 1984 se incorporan a la docencia. Aquí surgió la especialidad de Medicina General Integral, que con miles de especialistas en el nivel de atención primaria, encamina su enfoque hacia la prevención de salud donde se soluciona el 80 % de los problemas de salud de la población cubana.

En el año 1962 la mortalidad infantil en Cuba era de 43,6 por 100 nacidos vivos. Ya los registros de 2019 daban un índice de 5,0. La tasa de mortalidad, del menor de cinco años, es de 6,6 por 1.000 nacidos vivos y el porcentaje de supervivencia a esa edad es de 99,3 %.

La mortalidad general ha mantenido la tasa entre 6 y 8,6 por cada 1.000 habitantes, independientemente de que en 1960 la población cubana tenía solo el 4,3 % con más de 60 años y en el 2016, la tercera edad representaba el 19,6 %. El 3,1 % de la población cubana, en el año 2016 tenía 80 años o más. De 99 399 defunciones del 2016 ocurridas en Cuba, 40.029 correspondieron a personas de 80 o más años. En materia de salud, y en comparación con otros países, Cuba tiene resultados superiores al promedio del mundo y al de las naciones en vías de desarrollo, con cifras muy similares a la de países industrializados.

Cuba cuenta con 479.623 trabajadores de la salud, que representan el 6,6 % de la población en edad laboral, el 71,2 son mujeres. La tasa de habitantes por médico es de 116, 86,6 médicos por 10.000 habitantes. La isla cuenta con 150 hospitales y el Sistema Nacional de Salud dispone de 110 salas de terapia intensiva, 120 áreas intensivas municipales, 11.449 policlínicos, 111 clínicas estomatológicas, 132 hogares maternos, 12 institutos de investigación, 680 bibliotecas médicas, 155 hogares de ancianos, 295 casas de abuelos, 52 servicios de geriatría y 30 centros médicos psicopedagógicos.

La formación de recursos humanos, de la salud, ocurre en 13 universidades y 29 facultades de ciencias médicas, cuatro facultades de estomatología, una de enfermería, una de tecnología de la salud, tres de tecnología y enfermería, 12 filiales de ciencias médicas, la Escuela Latinoamericana de Medicina y la Escuela Nacional de Salud Pública. 

Fue precisamente Fidel Castro quien impulsó el desarrollo de la medicina comunitaria en Cuba, la implementación de la industria biotecnológica en la isla, la articulación de las ciencias para un enfoque social del desarrollo y la salud como un derecho humano fundamental.

De su iniciativa surgieron los servicios internacionalistas de salud de Cuba a lo que él llamó Ejército de batas blancas. En todos los foros internacionales, defendió garantizar el acceso a la salud como un deber primordial de los gobiernos y en sus interminables batallas por la cancelación de la deuda externa a los países en desarrollo, Fidel Castro hizo numerosas propuestas para encaminar el desarrollo humano y social en estos pueblos.

Cuba y Fidel han sostenido enfoques de salud basados en los derechos humanos, con estrategias y soluciones que permitan afrontar y corregir las desigualdades, las prácticas discriminatorias y las relaciones de poder injustas. De este modo, Cuba se convirtió en un ejemplo de implementación de políticas, estrategias y programas de alcance universal y gratuito con numerosos principios éticos como la no discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición como discapacidad, edad, estado civil y familiar, orientación e identidad sexual, estado de salud, lugar de residencia y situación económica y social.

Ha sido Cuba la que ha abierto sus puertas a miles de jóvenes de todo el mundo para recibir estudios médicos gratuitos en la isla. Fidel Castro fue un abanderado de la solidaridad  y la colaboración del conocimiento como un derecho humano y más allá de estadísticas macroeconómicas engañosas que dejan fuera el verdadero sentido de los derechos humanos: justamente los seres humanos. Ahí centró Fidel Castro su visión del mundo y del desarrollo. Su obra habla por él.

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