El porqué del desarrollo médico cubano
Cuba es país del continente americano que más presupuesto destina al área de salud y el segundo del mundo.
CAPAC – Por Hedelberto López Blanch/ Tomado de Resumen Latinoamericano Cuba/ Foto: Yaimi Ravelo.
¿Sabía usted que Cuba es el primer país del continente americano y el segundo del mundo con mayor gasto dedicado a la salud?
Muchas personas, acostumbradas a recibir solo noticias de los medios de comunicación hegemónicos que acostumbran a emitir noticias falsas, no comprenden cómo Cuba, con pocos recursos naturales y padeciendo un largo y criminal bloqueo económico-financiero impuesto por Estados Unidos, haya podido alcanzar relevantes avances médico-científicos, comparados y en ocasiones superiores al de las naciones desarrolladas.
Lo primero es que desde el triunfo de la Revolución, en enero de 1959, ha existido una voluntad política diseñada e impulsada por el líder histórico Fidel Castro, a favor de garantizar la atención médica y hospitalaria gratuita a toda la población sin distingo de raza, creencia o ideología política.
Desde los primeros años, se trabajó por formar personal de salud en todas las especialidades, así como científicos e investigadores que impulsaran el desarrollo de las ciencias médicas y farmacéuticas en el país.
En búsqueda de esos logros, se estableció la educación y formación gratuita en todos los niveles de enseñanza y se destinó una importante suma de dinero a esos fines.
Fundamental en la consecución de esos éxitos ha sido que el presupuesto para la salud aprobado por el gobierno representa el 10,5 % del Producto Interno Bruto, el más alto de América y el segundo del mundo, después de Tuvalu, una diminuta isla en el océano Pacífico de solo 26 kilómetros cuadrados y 11 820 habitantes.
Datos oficiales aportados por el Banco Mundial (que por cierto no entrega créditos a La Habana porque esta dirigido por Washington quien mantiene desde hace 60 años un bloqueo económico y financiero contra la Isla) resalta que por debajo de Cuba en el gasto de salud aparecen, Suecia y Japón (9,2%), Noruega (8,9%), Alemania y Francia (8,7%), Estados Unidos (8,6%), Dinamarca (8,5%), mientras en América Latina aparecen Uruguay (6,4%), Costa Rica (6,2%) y Chile (4,9%).
Cuba se ha convertido en estos años en una potencia médica mundial donde hospitales, policlínicas, centros asistenciales y médicos de la familia se cuentan por miles por todo lo largo y ancho del territorio nacional.
Posee 95.000 médicos (nueve por cada mil habitantes), 84.000 enfermeras, y suficiente disponibilidad de recursos humanos para poder ayudar a otros pueblos por catástrofes naturales, epidemias o pandemias, sin afectar el servicio a su población.
De igual forma, Cuba tiene una historia de solidaridad internacional que nadie puede empañar, basada en el principio de compartir lo que tiene y no lo que le sobra.
Con enorme hidalguía, profesionalidad y altruismo, más de 400 mil colaboradores cubanos han cumplido misiones en 164 países, donde han atendido, operado y salvado la vida a miles de personas. Además, y como parte del espíritu humanista de la Revolución, en Cuba se han formado de manera gratuita 35.613 profesionales de la salud de 138 países.
En la actualidad, cifras oficiales del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) detallan que los colaboradores cubanos de la salud se desempeñan en 68 países.
Se hace preciso recordar que solamente el Contingente Henry Reeve, desde su creación por el Comandante en Jefe Fidel Castro, en septiembre de 2005, ha prestado atención médico-sanitaria en alrededor de 30 países, con la participación de unos 8 200 profesionales, que han enfrentado los efectos de 16 inundaciones, ocho huracanes, ocho terremotos y cinco epidemias.
Ahora, para ayudar a contrarrestar los efectos devastadores sobre la vida humana que representa el nuevo coronavirus Sars-Cov-2, la isla caribeña, tras solicitudes de diferentes gobiernos, ha enviado 28 brigadas del contingente Henry Reeve, a 26 naciones, las que laboran junto a los especialistas de esos países.
Esas realidades son más fuerte que la campaña desinformadora sobre los médicos y el sistema de salud cubanos, que lanza a diario el régimen estadounidense de Donald Trump apoyado por los medios de comunicación hegemónicos de la derecha.
El sistema de salud cubano es humanitario y no mercantil como ocurre en algunas naciones.