Cuba: Economía en un contexto de pandemia y bloqueo

El Viceprimer Ministro y Ministro de Economía y Planificación (MEP), Alejandro Gil Fernández, brindó en la mañana de este jueves una conferencia de prensa ante medios nacionales y extranjeros con el fin de actualizar sobre el comportamiento económico de Cuba en este primer cuatrimestre del 2021, tras el inicio del reordenamiento monetario el pasado 1 de enero; así como las prioridades del país y perspectivas de acción posibles en la materia.

CAPAC- Por Laura V. Mor/ Tomado de Resumen Latinoamericano Cuba/ Fotos: Yaimi Ravelo.

El titular de Economía reconoció que el principal problema que afronta hoy el país en este «entorno excepcional» es la inflación en «precios no regulados por el gobierno», producto de la devaluación del peso cubano y el déficit en la oferta de productos para el consumo masivo de la población. 

La situación excepcional de la pandemia y el bloqueo

Gil Fernández se refirió a la situación de «restricción económica» que atraviesa el país, producto de la baja en el ingreso de divisas debido al importante deceso en la cantidad de ingreso de visitantes extranjeros debido a las restricciones de la pandemia de Covid-19, al aumento en el gasto de salud y a la persistencia del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos. Detalló que las más de 200 medidas coercitivas y agresivas iniciadas a mediados de 2019 por la administración Trump no han cedido «ni un milímetro» con la nueva administración de Joe Biden, quien -recordó- no considera prioridad la revisión de la política exterior hacia Cuba. 

Se refirió en este sentido, al impacto en el sistema productivo debido al cierre de actividades del sector no estatal ligado al turismo y aseguró que «es un costo que están sufriendo las familias y la economía» y a los daños en la actividad productiva estatal, los cuáles también son notorios y es necesario atender. 

El turismo, «fuerza motriz de la economía» según sus palabras, no ha logrado reactivarse a más de un año de que la Organización Mundial de la Salud declarara la situación pandémica, pero igualmente se espera recibir 2.2 millones de visitantes como meta para el presente año.

Cuba, según informó, ha destinado más de 300.000.000 dólares a inversiones relacionadas al área de salud tanto en la adquisición de pruebas PCR (recordemos que al día de hoy el país cuenta con 4.082.100 de pruebas realizadas de manera gratuita) como en lo necesario para el funcionamiento de los laboratorios de biología molecular donde se encuentran en desarrollo cinco candidatos vacunales antiCovid-19. A estos gastos se le suman los relacionados con los protocolos de atención y control de la Covid-19, que incluye la manutención de los centros de aislamiento para contactos sospechosos de personas diagnosticadas con la enfermedad, transportación de sospechosos, positivos y convalecientes, lo que lleva a que «el presupuesto del Estado haya erogado casi 2.000.000.000 de pesos cubanos para respaldar gastos vinculados con la COVID-19”. 

En este contexto, Gil Fernández resaltó el proceso de intervención sanitaria que se realiza en Cuba con los candidatos vacunales Soberana 02 y Abdala, calificándolo como “un logro tremendo de la ciencia y de los científicos, en un país bloqueado y enfrentando una situación excepcional en la economía, con escasez y limitaciones de recursos”. 

En cuanto al bloqueo, el Ministro denunció que que en este primer cuatrimestre del año “se ha mantenido sin variación toda la presión del bloqueo y las medidas adoptadas por la administración Trump, incluyendo la inclusión absurda de Cuba en la lista de estados patrocinadores del terrorismo”. En este sentido, detalló que el país incluso ha dejado de realizar pagos a proveedores por no encontrar bancos con disposición de respaldar las transacciones, lo cual representa «una situación mucho más cruel en medio del enfrentamiento a la pandemia».

El bloqueo, reiteró, es el principal obstáculo para el desarrollo de la economía cubana; ya que todos los sectores de la economía mantienen alguna afectación a causa de estas medidas coercitivas. En el período abril 2019 – marzo 2020 estas medidas causaron a Cuba pérdidas de 5 mil 570 millones de dólares, 17 mil millones si consideramos como período los últimos cinco años.

Gil denunció el intento por parte de Estados Unidos de «aprovechar el escenario actual de la pandemia y las restricciones económicas del país, para arreciar el bloqueo y destruir a la Revolución». En este sentido, el titular del MEP afirmó que Cuba está preparada para aprovechar cualquier apertura económica que pueda existir en las relaciones con Estados Unidos, en condiciones de “un comercio bilateral en favor de ambos pueblos”; pero ratificó que de lo contrario «seguiremos resistiendo y trabajando en el desarrollo del país, explotando todas las reservas”. “Sería otra Cuba, otra economía, si no tuviéramos que enfrentar la criminal presión del bloqueo norteamericano. No estamos aspirando a más nada que a trabajar en condiciones normales”, enfatizó.

Ordenamiento cambiario y unificación monetaria

Gil Fernández se adentró también en los pormenores del proceso de ordenamiento cambiario y unificación monetaria que tuvo como «día cero» el 1 de enero de 2021 y que efectuó una devaluación del peso cubano del orden del 2300% al elevar la tasa de cambio con respecto al dólar de 1×1 a 1×24 para el sector estatal.

Explicó que las exportaciones de bienes (uno de los objetivos de la medida) han aumentado este cuatrimestre si se lo compara con el mismo período del año anterior, previo al ordenamiento cambiario; hecho posibilitado, entre otras cosas, por una serie de de incentivos a la producción y exportación de bienes locales; a la vez que valoró que para avanzar en la ampliación del trabajo por cuenta propia era necesario eliminar la dualidad monetaria y así igualar el entorno monetario en el que se desempeñaban todos los actores económicos. Expresó que, a medida que pase el tiempo, se irán visibilizando más los aspectos positivos que los negativos, pues solo han pasado cuatro meses de  “una tarea de gran envergadura desarrollada en un complejo contexto económico”, signado por una crisis económica global.

El Ministro destacó que los precios de los productos que se ofertan a la población, tienen un costo de la divisa implícito de 1×24, al igual que la conversión de los precios aplicados en las antiguas tiendas en Peso Cubano Convertible (CUC), el cual se eliminó en la tarea de unificación monetaria. No obstante, reconoció que el incremento de la demanda de divisas, debido a “un nivel de ofertas que hay en divisas (tiendas en MLC) y a la restricción de ofertas que tenemos en pesos cubanos”, llevan a las personas a buscar el dólar, lo cuál encarece el costo de adquisición teniendo en cuenta la imposibilidad que tienen las estructuras del Gobierno de vender divisas a la población, generando «un mercado informal de compra-venta de dólar con un tipo de cambio superior que hoy está entre los 50 y 60 pesos (cubanos)”. En este sentido, recalcó que las vías prácticas para combatir este escenario desfavorable son «contar con más ofertas en pesos a precios más asequibles a la población, así como disponer de una mayor disponibilidad de divisas que permitan restituir su venta a la población en la red bancaria del país”.

Gil Fernández reconoció que en medio de la pandemia y el recrudecimiento del bloqueo no ha sido posible resolver de inmediato los problemas que ha estado enfrentando la economía de restricción de ofertas, que genera escasez y tiene un impacto directo en los precios, dando cuenta con ello, que «la inflación es uno de los principales problemas que estamos enfrentando, la cual aparece por la vía de los costos (por la devaluación del peso cubano en el sector empresarial) y por el déficit de ofertas, pues al haber una demanda insatisfecha conlleva a un ajuste de los precios no regulados por el Gobierno».

La Empresa Estatal Socialista como sujeto principal de la economía y la  ampliación del trabajo en el  sector no estatal 

En este complejo escenario económico que enfrenta el país, el Ministro de Economía y Planificación ratificó el objetivo de dotar a la Empresa Estatal Socialista de capacidad de gestión y una mayor autonomía con respecto a los ministerios, puesto que este tipo de empresa continúa siendo el sujete principal de la economía cubana. Asimismo explicó que se han tomado 15 nuevas medidas para lograr su fortalecimiento, entre ellas la descentralización en la asignación de divisas. Por otra parte mencionó, la aprobación de más de 60 medidas destinadas a incrementar la producción agropecuaria, eliminando trabas y monopolios en la comercialización con el objetivo no sólo de incrementar la oferta de alimentos, sino que esos productos lleguen con el menor costo posible a la totalidad de la población cubana.

En cuanto área no estatal de la economía, Gil Fernández reafirmó la voluntad estatal de continuar flexibilizando el sector y que actualmente se está trabajando para crear las condiciones necesarias para que puedan desempeñarse en un entorno económico más competitivo, sin embargo enfatizó que “no creemos que apostar ciegamente en el sector no estatal sea el camino. Debemos apostar porque el sector estatal se dinamice, se flexibilice”. 

En base a ese diagnóstico, resaltó que el incremento de la oferta y el incentivo a la producción son prioridades en las que el gobierno cubano se encuentra trabajando actualmente, para lo cual se han tomado importantes medidas para incentivar la producción agropecuaria y disminuir las trabas en la comercialización de sus productos a un menor precio para la población.

Producción de alimentos, aumento de la comercialización, consolidación de las empresas estatales y aumento y diversificación de las exportaciones son entonces las claves para enfrentar el escenario actual y lograr la meta de un crecimiento del orden del 6% (*)  como se espera para este año, aún con la existencia del bloqueo, pero siempre dentro de una «visión práctica, socialista y de justicia social».

 

Nota: (*) Este incremento previsto del PIB se calcula con respecto al resultado del año anterior, en el cual el país sufrió una contracción del 11%.

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