Argentina: Sean bienvenidos al país los médicos cubanos

La derecha política, mediática y profesional ha desatado una campaña de falsos argumentos para cuestionar la posible llegada de 200 médicos solidarios cubanos a la Provincia de Buenos Aires, Argentina

CAPAC – por Sergio Ortiz tomado de La Arena

El ministro de Salud, Ginés González García (GGG), confirmó al derechista Antonio Laje, del canal América, que vendrán 200 médicos cubanos en un vuelo de Cubana en las próximas semanas. El funcionario dijo que ocuparían un lugar en el sistema sanitario y permitirían desocupar a los médicos más experimentados.


Los caribeños irían a la provincia de Buenos Aires, el distrito con más casos de contagios de coronavirus. Allí vive el 40 por ciento de la población total del país, de modo que tiene mucho sentido esa medida, así como tras que vienen adoptando el gobierno nacional y el provincial, de Axel Kicillof; y el ministerio a nivel nacional de GGG y el local de Daniel Gollán.


Todo es según el cristal con que se mire.


El gobierno ha adoptado esa decisión política porque quiere cuidar la salud en el distrito que viene mostrando más peligrosidad en contagios y muertes.
Para la población potencialmente vulnerable, la noticia de que habrá más médicos, no importa su nacionalidad, es algo bien recibido. Es lógico. En una pandemia que ha enfermado a más de 2.6 millones de personas en el mundo, todos los recaudos, hospitales, médicxs, enfermerxs, guardias, ambulancias, etc, son bienvenidos.


En cambio, desde la derecha política, mediática y algunas corporaciones profesionales, aquella ha sido una pésima noticia. Sus argumentos son falsos y serán desmontados uno por uno.

«Son espías».


Ya en marzo, cuando se empezó a hablar de este tema, la exsecretaria de la Oficina Anticorrupción de un gobierno corrupto, Laura Alonso, tuiteó: «Si nos faltaba algo, eran los médicos/espías/comisarios cubanos».


Otro militante macrista y lanatista, Gabriel Levinas, publicó ayer en Clarín un reportaje a un escritor antichavista, Moisés Naím, y le preguntó: «¿Hay sospechas de que algunos formen parte de los servicios de inteligencia?». La respuesta fue: «La gran sorpresa y, lo que habría que explicar, es que esto no fuese así. Sería muy raro que envíe contingentes de cubanos por el mundo y que dentro ese grupo no haya gente afiliada con los servicios secretos».


O sea que sin ninguna prueba, con suposiciones anticubanas, la respuesta fue que los médicos son espías y/o que vienen espías con ellos.


Levinas admitió que casi 70 países tienen contingentes sanitarios provenientes de la isla del Caribe. Su reporteado confirmaba que hay médicos cubanos en «más de cincuenta».


Una de dos. O hay gobiernos imbéciles en más de 70 países, que se dejan infiltrar por espías cubanos. O hay 70 gobiernos que necesitan una mano sanitaria y Cuba les tiende la suya con su medicina. Los imbéciles son los que afirman la primera opción.

La solidaridad.


En los 60 años de revolución cubana, 400.000 médicos, enfermeros y técnicos de la salud cubanos han prestado servicios en 164 países. Fueron en momentos críticos, como cuando los terremotos en Pakistán y Haití, con epidemia de cólera; también en la crisis del Ébola a tres países de África y otros lugares.


Hoy están en 67 países de América Latina, Asia y Africa, y ahora en Italia y Andorra, en Europa, ayudando contra el Covid-19. Contra la pandemia ha enviado 1.183 profesionales a 18 países, según información del canciller Bruno Rodríguez Parrilla. En Argentina también colaboraron con la Clínica Oftalmológica Che Guevara.


Solamente neonazis como Jair Bolsonaro y otros del PRO macrista y sus aliados de Cambiemos, pueden descalificar a esos facultativos en sus condiciones profesionales. Si en cada crisis de salud mundial son más solicitados es porque se valoran sus altas calificaciones. Mi amigo haitiano Henry Boisrolin me contó que en su país, azotado por el terremoto y la epidemia de cólera, la población dice: «después de Dios, los médicos cubanos». Tal el nivel de amor y admiración por su sacrificado trabajo.

El dinero.


Un argumento que usan los cavernícolas es que Cuba cobra por esos servicios médicos. Es una verdad a medias, o sea una mentira. Esos países solicitan el servicio médico. Si Cuba acepta se verá en qué casos cobra y en cuáles no. Su regla es simple: los países con fondos suficientes van a pagar los servicios, como es de suponer Italia, Andorra y Qatar, no así Togo, Haití y Nicaragua. Argentina tiene un PBI cercano a los 350.000 millones de dólares y algo deberá abonar, en dólares o alimentos. De parecido modo en su momento se pactó con Venezuela recibir pagos en forma de barriles de crudo.


Del dinero cobrado una parte va como pago a los médicos y otra a los fondos e inversiones del Estado cubano en salud, lo que incluye la formación de nuevos profesionales.
En la fábula del ladrón, éste grita «al ladrón». Los que en el mundo hacen de la medicina un comercio cree que todos son de su condición.

Las corporaciones.


Algunos médicos privados, críticos de la llegada de colegas de Cuba, evidenciaron nulo conocimiento sanitario. Ponen de ejemplo que en un hospital de Buenos Aires hay nulo movimiento y pocas camas ocupadas. La ignorancia es atrevida. ¿No saben que se espera un pico de contagios para mediados de mayo y junio, según el Comité de Crisis? Hoy no hay tantas camas ocupadas porque en cuarentena la gente no va al hospital; en poco tiempo pueden ir muchos.


Otras corporaciones se quejan de que los cubanos ejercerán sin tener revalidados sus títulos. Sus mejores pergaminos son su experiencia de trabajo en su país y otras latitudes, pero también traerán sus títulos. Hasta Natasha Niebieskikwiat, en Clarín (21/4), aclaraba que el decreto de Alberto Fernández de mediados de marzo, «en el punto 8 del artículo 2 de ese DNU facultó al ministerio de Salud a la contratación y el ejercicio de profesionales y técnicos de salud titulados en el extranjero, cuyo título no esté revalidado o habilitado en Argentina y que ello sea de forma excepcional y temporaria».


Otras críticas erróneas dijeron: «si fueran médicos de Italia o España, con expertise en Covid-19, todavía». ¿No saben que dos misiones cubanas fueron a Italia a luchar contra el virus?


Otra media verdad, mentira de fondo, es que «acá sobran médicos». Cuando el sistema bonaerense hizo un llamado a inscribirse, se anotaron sólo 456 médicos generalistas. Y se precisan 700 si los contagios pasan de la actual fase a una intermedia o alta. Por eso se pensó en Cuba. Y Cuba no lo pensó dos veces. Dijo que sí al toque, como siempre, solidaria, altruista y socialista.


Eso es algo que desconcierta, saca de sus casillas y enloquece a la derecha política, medios concentrados y corporaciones privadas. Ni la pandemia los hace entrar en razones. Señores de la derecha brutal. Pónganse tapabocas y guarden distancia porque ustedes contagian.

2 thoughts on “Argentina: Sean bienvenidos al país los médicos cubanos

  • 23/04/2020 at 11:03 pm
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    Cuba sigue siendo un ejemplo. De solidaridad, de compromiso, de seriedad. En la Argentina, los mismos que «volaron» hace 3 años el Ministerio de Salud, los mismos que abandonaron hospitales a punto de ser inaugurados y que desfinanciaron a la salud pública, los mismos que vieron y ven a la salud como un negocio, ahora se escandalizan, diciendo que la llegada de médicos cubanos podría «sovietizar» la salud.
    En la provincia de Buenos Aires, donde un posible brote puede llegar a ser inmanejable por el hacinamiento y la pobreza, se hizo un llamamiento a médicos argentinos y se presentaron unos pocos. La experiencia de la sanidad pública cubana, ya sea en la primera línea de lucha contra el virus o «haciendo el aguante» desde donde le toque, puede ser vital. Para nuestra gente, puede ser cuestión de vida o muerte.
    Gracias, Cuba! Espero que ya esté cerca el día en que la humanidad entera reconozca la fraternidad que emana de estos actos desinteresados del pueblo cubano.

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