Cuba: Cuentas solidarias
En los últimos días las redes sociales fueron nuevamente centro de acciones contra Cuba. En este caso, la «noticia» de que el gobierno cubano pedía donativos para combatir la Covid-19 en el país. Otra fake news de tantas.
CAPAC- Por Yudy Castro Morales/ Tomado de Granma.
Ya la noticia se dio, y no podría decirse que pasó sin penas ni glorias, porque hubo de las dos. Pero pasó, y ya nadie habla de las cuentas bancarias habilitadas para recibir donativos financieros de aquellos interesados en ayudar, en apoyar al país en el enfrentamiento a la COVID-19.
La mentira, a quienes inventaron que el Gobierno cubano estaba pidiendo dinero, les duró «lo que un merengue en la puerta del colegio», y de ese lado quedaron las «penas» de esta historia. Las «glorias», sin embargo, aún están escribiéndose.
Desde hace semanas, por ejemplo, cada provincia tiene una cuenta en CUC y otra en CUP para estos fines, dijo a Granma Mildrey Granadillo de la Torre, Viceministra de Economía y Planificación (MEP), quien reiteró que «su apertura obedeció a las solicitudes de personas naturales y jurídicas no estatales, dispuestas a contribuir, voluntariamente, con las acciones emprendidas por el país para reducir el impacto de la pandemia».
El Gobierno, subrayó, no pidió, sino que facilitó la vía para canalizar la buena voluntad de algunos, pues el destinatario de tales recursos es el propio pueblo. Recordemos que estos financiamientos se pondrán en función de la producción local de alimentos.
Pero de eso no hablaron antes, ni hablan ahora, los que siempre se animan para cuestionarlo todo.
Como tampoco dicen que esas cuentas, administradas por los gobiernos provinciales, ya han recibido donaciones en varios territorios, destacándose Pinar del Río, Artemisa, Matanzas, Sancti Spíritus, Holguín y La Habana.
Por la propia naturaleza de las cuentas, comentó Granadillo de la Torre, pueden donar las personas naturales y jurídicas no estatales, a lo que se suma el aporte de las organizaciones políticas tras realizar trabajos voluntarios en el sector agropecuario. O sea, cuando el beneficiario es una forma productiva no estatal de la agricultura, se le cobra el trabajo realizado y el dinero recibido se aporta a estas cuentas.
Con un ejemplo sencillo, la Viceministra del MEP ilustró mejor el asunto: un colectivo de trabajadores decide realizar un trabajo voluntario en el campo; el campesino paga por la labor y ese dinero se ingresa a estas cuentas.
Y para no dejar cabos sueltos y garantizar un manejo transparente del dinero aportado, el Ministerio de Finanzas y Precios (MFP) emitió un grupo de indicaciones sobre el tratamiento contable y financiero de estos donativos.
Este procedimiento, al decir de Vladimir Regueiro Ale, Viceministro Primero del MFP, enfatiza en el uso y destino de los recursos, y explicita que los depósitos se realizarán a través de las sucursales bancarias o mediante los canales de pago electrónico como Transfermóvil y otros.
De ese modo, agregó, los donantes no entregarán efectivo en las oficinas de los gobiernos ni emitirán pagos de cheques a otras cuentas que no sean las creadas a tales efectos.
De donaciones, de compartir lo que se tiene, aunque no sobre, Cuba sabe bastante, y el enfrentamiento a la pandemia ha permitido corroborarlo.