La Biomodulina T y su utilización en Cuba
Laa Biomodulina T, si bien data de 1994, es uno de los medicamentos cubanos que hoy se incluyen en el protocolo de salud del país para el enfrentamiento a la Covid-19.
CAPAC – Tomado de Resumen Latinoamericano Cuba/ Foto: Trendsmap.
La eficacia y seguridad de la Biomodulina T, desde la obtención de su registro sanitario en 1994 y su utilización ante infecciones respiratorias, principalmente en los adultos mayores, determinaron la inclusión de ese fármaco en el protocolo de salud cubano para tratar la COVID-19.
La jefa del grupo de Ensayos Clínicos del Centro Nacional de Biopreparados (Biocen), Mary Carmen Reyes, aseguró este sábado a la Agencia Cubana de Noticias (ACN), que el uso del medicamento en Cuba es “una de las intervenciones más nobles y humanas que hemos hecho” de ahí las cifras positivas de recuperación de la enfermedad que muestra el país.
Con más de 20 años en el panorama medicinal de la Isla, la Biomodulina T, fabricada a partir del año 2008 por el Biocen, constituye un inmunomodulador biológico de origen natural que se aplica por vía intramuscular y endovenosa con alta acción citorestauradora, por lo cual uno de sus principales usos se concentra en pacientes con disfunción inmunológica, sobre todo de tipo celular, asociada al deterioro gradual del sistema inmune provocado por el envejecimiento.
El medicamento, basado en extracto del timo bovino, es aplicado como profilaxis para disminuir los efectos del SARS-CoV-2 en el organismo humano, por favorecer la proliferación de los linfocitos T y la producción de interferones, con una importante actividad antiviral.
La especialista puntualizó a ACN que en solo dos meses se obtuvo en el país, casi el doble de la cantidad producida en el 2019.
De acuerdo con Reyes, en Cuba hay una experiencia favorable de su empleo lo que ha representado la continuidad de investigaciones y estudios.
En estos momentos es evaluada la respuesta inmunológica que puede propiciar con técnicas modernas y se demuestra cómo su administración a adultos mayores, quienes sufren la involución del timo (órgano del sistema linfático en el que los linfocitos T crecen y se multiplican) como consecuencia de la edad, favorece el reconocimiento de nuevos antígenos sin detectar por el sistema inmune.
Asimismo, se realizan ensayos clínicos, en fase dos y tres, para comprobar su eficacia como terapia complementaria en tratamientos a personas con VIH-SIDA y en terapias inmunorestauradores en pacientes con cáncer, respectivamente.
Entre las reacciones adversas-informa la investigadora-se encuentran, erupciones cutáneas, fiebre y eventos leves de solución rápida, sin embargo, existen escasos reportes de estas reacciones en relación con la cantidad de pacientes y dosis administradas.