La Salud cubana es un ejemplo para el mundo (+Video)

A pesar de sufrir el bloqueo económico, comercial y financiero más largo y cruel de la historia de la humanidad, el sistema de Salud cubano es un ejemplo solidario que transfiere capacidad humana y tecnológica en más de 22 países, según el Ministerio de Salud Pública cubano (MINSAP).

CAPAC.- por *Anabella Almonacid Straforini

Los resultados alcanzados por Cuba en materia de salud han sido posibles gracias a la voluntad política del Gobierno cubano y a la gigantesca obra que la Revolución, en la construcción de una sociedad socialista, desarrolló en el campo de la educación, la salud y la ciencia, al colocar al ser humano como primera prioridad.

La historia más reciente se puede ubicar en la capacidad de resolución que presenta la isla en la lucha contra el COVID-19, una pandemia que en sólo el primer año de propagación contabilizó unos 130 millones de casos confirmados y cerca de 2.900.000 fallecidos en el mundo. 

La epidemia, además de provocar grandes estragos económicos y sociales, puso en evidencia las desigualdades en el acceso a los servicios y recursos sanitarios, así como la fragilidad de los sistemas de salud pública y la ineficiencia gubernamental para enfrentar una emergencia de este tipo en la mayoría de las naciones, incluyendo las del Primer Mundo.

Solo basta observar los casos de Estados Unidos (el país de mayor cantidad de contagios y decesos), Brasil (el epicentro mundial de la pandemia), Italia (el primer territorio, después de China, golpeado duramente por la enfermedad), otras naciones desarrolladas del continente europeo como Francia, España o Reino Unido (con altos índices de transmisión y letalidad), o la región de las Américas (que acumula el 43 por ciento del total de casos reportados y casi la mitad de todos los fallecidos en el mundo).

Como aporte a la humanidad, los ministerios de Exteriores y de Salud Pública cubanos reportaron haber enviado ya unas 15 brigadas, con un total de 593 colaboradores, a 2 países europeos, dos latinoamericanos y once caribeños. Entre estos profesionales seleccionados, según el MINSAP, «sobre la base de la voluntariedad de cada colaborador y de no afectar la atención médica a nuestro pueblo», se cuentan 179 médicos, 399 licenciados en enfermería y 15 tecnólogos de la salud.

Los países en los que han sido destinados son: Jamaica (140), Barbados (101), Italia (53), el Principado de Andorra (39), Venezuela (6) y Nicaragua (5), que suman 344 cooperantes. Además de Antigua y Barbuda, Belice, Dominica, Granada, Haití, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves, y Surinam, entre los que se reparte el resto, sin que se identifiquen cifras claras. Entretanto, otra brigada de 17 colaboradores estaría alistándose para asistir a Angola.

Cuba cuenta ya con cooperantes regulares en muchos de estos territorios, especialmente en Venezuela, con más de 20.000, pero también en Angola, con más de 800, o en Jamaica, con más de 300. En total, el Gobierno de la isla dice estar «combatiendo el coronavirus» con sus médicos en más de 40 países. 

Otros como Perú, México y autonomías españolas como la Comunidad Valenciana han mostrado asimismo interés en acudir, eventualmente, a estos servicios. El enviado de la ONU a Siria también pidió el apoyo de Cuba y China ante la pandemia.

A lo que se le suma la amplia presencia a nivel mundial de las vacunas cubanas, producto del excelente avance tecnológico. La vacuna Abdala, producida por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de Cuba, representa un logro para el gobierno, ya se fabricaron ocho de las 12 administradas en infancias y las mismas, en América del Norte, América del Sur, Europa, Asia, África y el Caribe.

Algunos de los principales resultados de esta labor en el interior de la isla (además de los cinco candidatos vacunales) son:

  • Numerosas instituciones hospitalarias destinadas para el tratamiento a pacientes con COVID-19
  • Centros de aislamientos para la atención a sospechosos y contactos en todas las provincias del país
  • 23 laboratorios de Biología Molecular para el procesamiento de pruebas PCR, ubicados en 12 provincias (Pinar del Río, Artemisa, La Habana, Mayabeque, Matanzas, Villa Clara, Cienfuegos, Ciego de Ávila, Camagüey, Holguín, Santiago de Cuba y Guantánamo) que abarcan todas las regiones del país, con capacidad para analizar alrededor de 20 000 muestras diarias
  • Más de 3 000 000 pruebas para PCR realizadas.
  • Más del 90 % de los pacientes positivos recuperados.
  • 0,54 % de letalidad, una de las más bajas de América y del mundo.
  • No se reportan pacientes en edad pediátrica fallecidos.
  • Vigilancia permanente de la enfermedad desde la Atención Primaria de Salud, mediante la pesquisa activa, la autopesquisa y el seguimiento a las infecciones respiratorias en servicios de salud y otras instituciones.
  • No se reporta la muerte de ninguna embarazada.
  • 869 proyectos de investigación e innovación para el enfrentamiento a la pandemia, de los cuales 189 son de carácter nacional (hasta diciembre de 2020).
  • Investigaciones relevantes realizadas por el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), con el objetivo de profundizar en el estudio del patógeno. Sobresalen los estudios básicos y básicos-aplicados, relacionados con el diagnóstico molecular de la COVID-19; los avances en la caracterización molecular del SARS-CoV-2 y el análisis filogenético del virus.
  • Estudios de pacientes con PCR positivos persistentes, así como los relacionados con la carga viral, los cuales han aportado conocimiento del virus y a la vez han servido de base a otras investigaciones.
  • Estudios para el aislamiento del virus a partir de muestras de exudados nasofaríngeos y necropsias procedentes de pacientes confirmados con la COVID-19.
  • Investigaciones inmunológicas, genéticas y epigenéticas en COVID-19, que han permitido llegar a un marcador temprano que predice gravedad en estos enfermos.
  • Estudio de la epidemiología de la infección asintomática.
  • Desarrollo e implementación de los modelos matemáticos, que han contribuido a la toma de decisiones en los distintos escenarios.
  • Empleo de los Sistemas de Información Geográfica para identificar grupos vulnerables.
  • El uso de técnicas de Big Data para la identificación de patrones de movilidad a partir de la telefonía celular, unido a otras herramientas, ha ayudado también a la búsqueda de casos.
  • Investigación de factores de riesgo genético, asociado a la severidad clínica de las personas confirmadas con COVID-19 en Cuba y sus familiares, lo cual ha permitido una amplia caracterización clínico-epidemiológica de pacientes cubanos.
  • Conformación del Protocolo Cubano de Actuación para el Enfrentamiento a la COVID-19, de carácter nacional, en continuo perfeccionamiento, donde el 85 % de los productos que se usan son producidos por BioCubaFarma.
  • Estudios asociados al comportamiento de la enfermedad en las edades pediátricas.
  • Implementación de un protocolo de atención a los convalecientes, con un grupo de investigaciones para el seguimiento, la prevención y el tratamiento de secuelas, entre ellas las relativas a daños renales, neurológicos y pulmonares ocasionados por la COVID-19.
  • Más de 30 productos de la Industria Biotecnológica cubana para el tratamiento a la COVID-19, que incluyen antivirales, potenciadores del sistema inmune, antinflamatorios, vacunas preventivas, diagnosticadores y equipos médicos.
  • Los productos de la biotecnología cubana de mayor impacto en el enfrentamiento a la COVID-19 han sido el Nasalferon, la Biomodulina T, los Interferones así como los medicamentos innovadores Jusvinza e Itolizumab.
  • Desarrollo de un ventilador pulmonar propio para ser utilizado en la recuperación post anestesia.

*Con información de Granma, MINSAP.

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