Honduras y China decidieron establecer relaciones diplomáticas a nivel de embajadores. La decisión de la presidenta Xiomara Castro también rompió los vínculos con la isla de Taiwán y ratificó el principio de que el gigante asiático es un sólo país.

CAPAC.- por Yosbel Bullaín tomado de Prensa Latina

Desde Beijing aplaudieron el anuncio de Tegucigalpa y lo calificaron como una medida correcta “de acuerdo con la tendencia general del desarrollo histórico y el progreso de los tiempos”.

En la nación centroamericana ven la noticia como una apertura a oportunidades, pues los proyectos que desarrolla China a mediano y largo plazos, pudieran ser de gran impacto y de cambios para el país de los pinos.

Honduras tiene que buscar el beneficio del pueblo y como tal afianzar temas como el comercio, la inversión y mayor cooperación en otras áreas como la cultura, expresó el canciller Eduardo Enrique Reina.

Congresistas hondureños explicaron recientemente que con dichas relaciones el país centroamericano pasaría a la apertura de un mercado de 40 millones a uno de mil 500 millones para sus exportaciones.

Para el analista político Mauricio Hernández, los lazos de amistad y cooperación con China representan entrar a un mundo multipolar que está en nacimiento.

“No podemos desconocer todo el mercado de China para productos de Honduras, además de la inversión extranjera que esto implica sin ningún tipo de condicionamiento político”, expresó Hernández en diálogo con Prensa Latina.

De igual manera, recordó que casi todos los países tienen relaciones con China y se preguntó ¿Por qué no íbamos a tenerla nosotros?

Lo que sucede -acotó- es que los grupos conservadores acá (Honduras) y el mismo Estados Unidos y Taiwán, lo querían hacer ver como un problema ideológico, pero realmente es algo de carácter pragmático.

El experto se refirió a cómo asumió el pueblo la decisión del Ejecutivo y afirmó que tienen una buena recepción, pese al discurso empleado por grupos de derecha que tratan de ahuyentar a las personas con la expresión de “China es comunista”.

“Las relaciones con China era algo que se pedía incluso por grupos que no son de la izquierda hondureña, entonces ya había casi un sector que exigía un acercamiento con el país asiático”, resaltó.

DECISIÓN SOBERANA

De acuerdo con el analista Alejandro Bonilla, las relaciones diplomáticas entre Honduras y China representan una decisión soberana y de autodeterminación.

El también miembro del Partido Libertad y Refundación (Libre) señaló que, con el establecimiento de dichos vínculos, el Gobierno dio una lección de soberanía.

“Honduras está dirigida bajo ese principio para saber con qué país comercia o tiene relaciones diplomáticas, sin que en estas haya criterio de los imperios”, comentó en exclusiva con Prensa Latina

Bonilla mencionó que el reconocimiento del principio de una sola China, se da en un momento de un mundo multipolar, el cual desafía al imperio estadounidense, la Organización del Tratado del Atlántico Norte y sus diferentes matrices de control hegemónico.

“En cualquier momento de la historia, Honduras hubiese podido establecer relaciones políticas con China, pero no hay un momento a mi modo de ver, más importante que ahora”, subrayó.

El estudioso aludió a este capítulo que se abre con el gigante asiático, el cual -dijo- coloca a Honduras en un plano estratégico geopolítico y demuestra un posicionamiento en ese mundo multipolar que también representa a Rusia.

Destacó que, tras el anuncio de la presidente hondureña de establecer vínculos oficiales con China, desde Estados Unidos comenzaron los ataques, pese a que Washington tomó la decisión como un asunto soberano.

“Primero le cancelaron la visa algunos militantes de Libre y los acusaron de corrupción. Además, hay una campaña mediática orquestada desde la Casa Blanca y desde la embajadora estadounidense en Honduras, Laura Dogu, quien aplica aquí el mismo plan empleado en Nicaragua para desestabilizar el Gobierno”, denunció.

Al respecto, aludió a los ataques diarios de los medios de comunicación contra el Ejecutivo de Xiomara Castro, a través de organizaciones vinculadas con Washington y la derecha reaccionaria hondureña.

RESPETO MUTUO

Tegucigalpa y Beijing acordaron desarrollar los lazos de amistad sobre la base del respeto mutuo a la soberanía e integridad territorial, igualdad, beneficio recíproco y coexistencia pacífica y no agresión ni intervención en sus asuntos internos.

El gobierno chino manifestó que no hubo requisito previo para el establecimiento de las relaciones diplomáticas y agregó que elogia la decisión de la mandataria Xiomara Castro.

De ese modo, Honduras se convierte en el noveno país de Centroamérica y el quinto latinoamericano que desde 2016 rompe con la isla de Taiwán para establecer nexos con China.

¿QUÉ PASA CON ESTADOS UNIDOS?

Las autoridades hondureñas reiteraron en varias ocasiones que el hecho de tener relaciones con Beijing, no supone un conflicto ni un distanciamiento con la nación norteña.

El asesor presidencial de Estados Unidos para América Latina, Christopher John Dodd, tras un encuentro con Xiomara Castro, manifestó que Washington tomó el anuncio como una decisión soberana y la respetan.

Sin embargo, algunos analistas consideran en un futuro sí podrían tensarse los lazos con la Casa Blanca, teniendo en cuenta algunas expresiones hechas por senadores estadounidenses como Bob Menéndez.

Este último, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, escribió en la red social Twitter que a medida que China continúa su campaña para eliminar a los aliados diplomáticos de Taiwán, la decisión de Honduras de alinearse con Beijing tendrá implicaciones mucho más allá del liderazgo actual.

*Corresponsal jefe de Prensa Latina en Nicaragua