Cuba: ¿Último o primer país en vacunar?
Quizá sea el último en “comenzar”, pero será el primero en “acabar” de inmunizar a “toda” su población: en verano, el 60 %, y el 100 % a final de año. El único, además, en hacerlo con vacunas propias, a pesar de sufrir un bloqueo total de tecnología médica. Y el segundo del mundo en porcentaje de pacientes recuperados.
CAPAC- Tomado de Cubainformación/ Foto: Joaquín Hernández Mena/ Xinhua.
Una canción de propaganda política contra el gobierno cubano, producida en Miami, genera, durante semanas, noticias, reportajes y entrevistas en los medios corporativos.
Pero si miles de personas, muchas de ellas cubanas, en casi cien ciudades del mundo, realizan caravanas y actos para denunciar el bloqueo de EEUU contra la Isla, como ocurrió el 27 y 28 de marzo, no leemos ni una palabra.
Todo lo que parezca “hablar bien” del sistema cubano es, en general, censurado. ¿Leemos que, en Cuba, en relación a su población, hay 40 veces menos muertes por Covid-19 que en Brasil o EEUU? No. Pero sí que “será el último país del continente en vacunar a su población”. Quizá sea el último en “comenzar”, pero será el primero en “acabar” de inmunizar a “toda” su población: en verano, el 60 %, y el 100 % a final de año. El único, además, en hacerlo con vacunas propias, a pesar de sufrir un bloqueo total de tecnología médica. Y el segundo del mundo en porcentaje de pacientes recuperados.
Bolivia, noviembre de 2019. Las Fuerzas Armadas exigen la renuncia del presidente Evo Morales, que parte al exilio para salvar su vida. Grupos de derecha incendian locales de su partido y viviendas de cargos políticos, que se asilan en una embajada. Un gobierno de facto toma el mando y, mediante un Decreto Supremo, exime de responsabilidades penales en el “restablecimiento del orden». Esta “licencia para matar” provoca 37 muertes por represión . Pero, la prensa global, hoy, nos dice que el “golpe de estado” -siempre entre comillas- es una mera “tesis” o “teoría del oficialismo”. Por ejemplo, las televisiones españolas: el canal público habla de un «presunto golpe de Estado», Tele 5 de una “crisis que derivó en la renuncia de Evo Morales”, y La Sexta de “protestas que propiciaron la renuncia de Evo”.
Mark Rutte acaba de ganar por cuarta vez las elecciones en los Países Bajos, y alcanzará 16 años consecutivos como primer ministro. Los mismos que Angela Merkel en Alemania. Pero ¿quiénes “se aferran al poder”, según la prensa europea? Vladimir Putin, Nicolás Maduro… y Evo Morales. ¿Todo claro, verdad?
¿En La Habana? No, en Madrid. Es la Cañada Real, donde 4.500 personas, 1.800 de ellas menores, llevan seis meses sin luz eléctrica. Así pasaron, en enero, una importante ola de frío. Pero ¿qué les interesa contar, acerca de este asentamiento pobre, a los diarios españoles ABC y El Mundo? Que la policía desmantela plantaciones de marihuana.
En su Informe Anual, el Departamento de Salud de EEUU reconoce que realizó gestiones para impedir que una brigada médica cubana llegara a Panamá, y la vacuna rusa Sputnik a Brasil. Pero de semejante inmoralidad por parte de un “Departamento de Salud”, ¿nos enteramos por la prensa occidental? No, por la rusa o la cubana.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha condenado el impacto sobre la población civil de las sanciones unilaterales. Venezuela ha propuesto un programa de “Petróleo por vacunas”, pero las sanciones de EEUU y la Unión Europea lo impiden. Como impiden acceder a 7 mil millones de dólares de Caracas retenidos en bancos internacionales. ¿Dónde están las denuncias en la prensa, los editoriales que hablen de los derechos humanos de la población venezolana?
En Brasil, el gobierno de Jair Bolsonaro ha aprobado sucesivas leyes en favor de las empresas del llamado “agronegocio”, e incontables autorizaciones para el uso de pesticidas. Medidas combatidas en el país por activistas como Larissa Bombardi, investigadora sobre los agrotóxicos que, tras recibir graves amenazas y sufrir un asalto a su vivienda, ha anunciado que deberá salir al exilio.
Pero, recuerden, donde no hay democracia ni libertad es… en Cuba.