Los constantes ataques contra Cuba renuevan hoy el movimiento solidario en Nueva York cada vez con más jóvenes, en lo que el activista Manolo de los Santos define como una confluencia de identidad y energías.

CAPAC – fuente Prensa Latina

En entrevista con Prensa Latina, el también líder del proyecto The People’s Forum aseguró que la nación caribeña cuenta con más respaldo precisamente por el complejo contexto generado por las medidas económicas en su contra.

«Nuestras luchas están muy ligadas a las del pueblo cubano, por lo que luchamos acá que es un sistema más justo, es precisamente por lo que ese país ha luchado durante seis décadas», aseguró.

La venidera Asamblea General de Naciones Unidas este mes representa un gran momento para los solidarios con la mayor de las Antillas pues permitirá interactuar directamente con representantes del pueblo cubano, dijo.

Además, ese certamen resulta idóneo para hablar sobre el país y su sistema social a un público mucho más amplio de lo acostumbrado.

«En esta ocasión insistiremos en que Cuba no debe estar en la lista de los que patrocinan el terrorismo, es una campaña que estamos lanzando para el millón de firmas y aprovecharemos desde septiembre hasta noviembre para hablar sobre ese tema», agregó.

A juicio de De los Santos, la mayoría de los norteamericanos saben que Cuba no presenta una amenaza contra la seguridad nacional.

«Queríamos salir a la calle a demostrarlo, no solamente de Estados Unidos si no de todo el mundo. Es una campaña donde estamos brindando coordinaciones, movimientos sociales, sindicatos, pero también figuras y personalidades del país y del mundo que tienen el sentido común de saber que Cuba patrocina la paz, la salud o la educación», subrayó.

La celebración de la Cumbre del G-77 y China en La Habana y la presidencia del país al frente del organismo representa otro momento donde la política se hace palpable e interesante para los jóvenes, según el activista.

«Este evento confirma que Cuba es la única nación capaz de generar una propuesta alternativa de lo que debe ser un orden internacional económico justo, que incluya a los pobres de Estados Unidos también», concluyó.