Se nos fue Vicente Feliú. Salió de sus territorios de la música y la poesía a sabiendas  de que ya estaba sembrado entre nosotros.  Estaba a punto de comenzar un nuevo concierto y cayó en un escenario, en su mundo de las magias poéticas,   abrazado a sui guitarra, todo un símbolo de su vida peregrina.   

CAPAC

Formó parte  de los  creadores de  uno de los hechos culturales  más importante de la revolución cubana cono  fue la Nueva Trova, que desafió  todos los aislamientos y salió al mundo para conmover a las multitudes.

Enriqueció la canción con un lenguaje superador en las letras siempre poéticas que enamoraban e  incendiaban como una eterna  expresión de  la Nueva Trova, cuyas canciones siguen viajando por todos los rincones del mundo y alentaron a toda una generación y lo siguen haciendo hasta estos días.

 Vicente compartió con cantautores de distintos países los escenarios del mundo  pero también lo hizo con la humildad de un verdadero revolucionario con muchos jóvenes desconocidos que estaban dando sus primeros pasos,  como pude verlo en Argentina.

 Tuve la felicidad de compartir  algunas reuniones  entre amigos  aquí y en La Habana, en las que estaba junto con su familia, con su hija heredera de su misma pasión, Cantaban juntos como si lo estuvieran haciendo ante una multitud, y con la misma emoción.  Le encantaba estar entre amigos, en cualquier  lugar, así fuera el lugar más pequeño y humilde. Creo incluso que eran sus preferidos,

Su sencillez conmovía tanto como ese abrazo sostenido por emociones encontradas que revelaban su sensibilidad siempre a flor de piel. Vicente Feliú era directo, transparente, cálido,  y alentaba a todo aquel que quería andar los laberintos de la eterna rebeldía. Yo sólo quiero recordarlo como  al maravilloso ser humano que fue, por su obra artística  y su lealtad a una revolución, a la que continuará protegiendo y reivindicando  con su arte por los caminos del mundo.