`Serán los Andes la Sierra Maestra de América Latina´

Vladimir Miranda, se recibió de médico en la Escuela Latinoamericana de Medicina, ELAM, en Cuba, vive en Machagai, departamento de 25 de Mayo, en la provincia del Chaco, donde fue elegido como concejal y ejerce la medicina en el seno del pueblo, porque ciencia y conciencia en Él están unidas.

CAPAC – por Vladimir Miranda

`Serán los Andes la Sierra Maestra de América Latina´ era uno de los elementos metafóricos, realismo mágico de esos años sísmicos: levantamientos populares, Revoluciones e intentos de ensanchamiento de horizontes.

Pasados los años, desde una mirada plena de Utopía, como quien conversa con un árbol en llamas, se pensó en sembrar batas blancas para la América Nuestra y Nuestro Tercer Mundo que tanto es de cada uno hasta el tuétano y las células madres.

América, Asia y África  convergirían en un plan de Ciencia y Conciencia, en un  ambicioso plan que tenía como elemento fundante la Solidaridad y la veracidad de que toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz.

Así el Comandante Fidel da por comienzo a una hazaña para todos los tiempos, crear medicxs para lxs humildes del mundo, para la clase trabajadora que día a día entrega de si para la gran maquina devora esperanzas del sistema capitalista imperante, sembrar desde la Isla para toda las tierras combatientes, tierras de hermanxs en espíritu y anhelos, pidiendo a cambio la lealtad con la humanidad, la lealtad al Mundo Mejor Posibles, en ese donde caben todos los mundos.

La Isla nos cobijó cual ave protectora, nos alimentó de saberes, ciencias e identidades, nos dio el lápiz y el cuaderno, así como la bata y el estetoscopio, la vuelta a sido para cual según dicta su espíritu, algunos están en las ciudades, otrxs en los parajes rurales, otrxs en los montes, otrxs en el interior del interior de sus paises, quienes, por la selva, quienes entre la paz y la guerra, a cada unx nos identifica un pasaporte lleno de sellados de Entrada /Salida Rep. de Cuba, pero más aún (y sobretodo) nos identifica él ¡Estudie en Cuba¡.

Y solo decirlo en vos alta es un pasaporte onírico al recuerdo más perenne como la briza salada del Malecón de la Habana, o las plantaciones de Pinar del Río, o la Sierras de Santiago y Gramma, la caldoza con amigxs, o un primero de Mayo en la Plaza del Pueblo.

Siempre nos preguntaran por la Revolución, por Fidel, por el Pueblo Cubano, y por el Comunismo. Cada cual tendrá una respuesta para dar. Hasta la Victoria Siempre!.

Un par de habanos, unos tragos de ron, la humedad y entre ajedrez y domino, se estampa el título de doctorado en ciencias médicas.

Siempre será una cuestión de conciencia.

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