La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, exhortó hoy a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a condenar el acto terrorista perpetrado en la sala de conciertos del Crocus City Hall.

CAPAC – tomado de Prensa Latina

«La ONU, su secretaría y el secretario general, António Guterres, y sus Estados miembros están obligados a ver lo que todo el mundo está viendo ahora –un sangriento ataque terrorista– y condenarlo incondicionalmente», precisó la diplomática en declaraciones a la cadena de televisión Rossiya 24.

«La ONU, su secretaría y el secretario general, António Guterres, y sus Estados miembros están obligados a ver lo que todo el mundo está viendo ahora –un sangriento ataque terrorista- y condenarlo incondicionalmente»

María Zajárova

La vocera de la Cancillería agregó que la reacción de la oficina de Guterres, cuyos representantes están «entristecidos por informaciones sobre el tiroteo», plantea enormes preguntas.

En ese sentido, Zajárova precisó que «todas las personas adecuadas, que tienen diferentes patrones de respuesta emocional ante las cosas de este tipo, hablaron de lo mismo: horror, shock, rechazo, condena inequívoca, ira justa, compasión por las víctimas».

Más temprano, el portavoz de la ONU, Farhan Haq, detalló a la agencia de noticias rusa Sputnik que el organismo está consternado por el ataque.

El Servicio Federal de Seguridad ruso comunicó que más de 40 personas murieron y más de 100 resultaron heridas en el tiroteo seguido por un incendio en la sala de conciertos Crocus City Hall.

Tras los acontecimientos el Ministerio de Salud del gigante euroasiático comunicó a la prensa que más de 70 equipos de ambulancia fueron enviados a la localidad de Krasnogorsk, en la provincia de Moscú, para brindar asistencia médica a las víctimas.

Por su parte, el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, calificó de «terrible tragedia» las acciones y canceló todos los eventos masivos programados para este fin de semana.

En respuesta a los hechos el Comité de Investigación ruso abrió un caso penal por atentado terrorista.

Las autoridades reportaron que el tiroteo se inició en la propia sala de conciertos y en el vestíbulo al mismo tiempo. Los atacantes vestidos de camuflaje, según reportes, prendieron fuego a las butacas de la instalación, el cual rápidamente se propagó a casi todo el edificio.

El área total bajo las llamas ronda los 12 mil 900 metros cuadrados, según acotó el Ministerio de Emergencias.