ONU: Cuba tendrá su victoria número 28 contra el bloqueo
Al comenzar la 74ª Asamblea General de ONU Donald Trump volvió a atacar a Cuba. Es seguro que la isla le impondrá otra contundente derrota cuando se trate el bloqueo de EE.UU.
por Sergio Ortiz. Tomado de La Arena
Los primeros oradores de esa Asamblea fueron Jair Bolsonaro, de Brasil, y Trump, con mucho odio, discriminación y altas dosis de mentiras contra Cuba, Venezuela, Irán, el Medio Ambiente, etc.
En lo tocante a Cuba, que es lo que nos ocupa hoy, el neonazi del Planalto dijo que en tiempos de Dilma Rousseff, «el partido del gobierno y la dictadura cubana trajeron a Brasil 10.000 médicos sin el registro profesional adecuado. Hemos dejado de contribuir a la dictadura cubana».
Falso. Fueron miles de médicos que colaboraron en salud en municipios donde ni los facultativos brasileños querían atender.
El neonazi mayor, el del Salón Oval, aseguró que «Maduro es un títere de la dictadura cubana» y que ésta «roba los recursos petroleros de Venezuela».
Otra falsedad más alta que las torres que construye la empresa del corrupto magnate. Cuba y Venezuela tienen una relación de iguales y eso se plasmó en un nivel superior con la fundación del ALBA por Fidel Castro y Hugo Chávez en diciembre de 2004.
El abril pasado el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, aseguraba que había 22.000 militares cubanos operando en Venezuela en auxilio de Maduro. Otra mentira. Había 22.000 médicos y enfermeras cubanas, un «Ejército de batas blancas» brindando servicios de salud a los venezolanos y salvando allí 1.7 millón de vidas.
Bolton ya fue despedido de su cargo, pero la administración Trump sigue pensando exactamente igual de Venezuela y Cuba.
Bloqueo recargado
Desde que entró a la Casa Blanca en enero de 2017 Trump no ha cesado de tomar medidas, en acuerdo con la mafia cubano-americana, para recrudecer el bloqueo contra la Mayor de las Antillas.
Atentó contra el turismo pues a partir del 5 de junio de 2019 denegó las licencias generales para los viajes educativos grupales «pueblo a pueblo» y negó licencias a las aeronaves no comerciales y embarcaciones de pasajeros y recreativas en estancia temporal, incluyendo cruceros. Limitó a mil dólares por trimestre las remesas que una persona puede enviar hacia Cuba, por reglamentación del Departamento del Tesoro.
Una dependencia del Tesoro, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), sancionó a más bancos y empresas de diversos países, por el «delito» de violar el bloqueo y operar comercialmente o tramitar pagos con entidades isleñas. En tres tandas sucesivas y ampliatorias, más empresas cubanas fueron puestas en listas negras para impedir cualquier negocio con ellas, so pena de incurrir en nuevas sanciones. En algunos casos quisieron justificarlo por pertenecer o tener vínculo con el ejército cubano, que obviamente interviene en la economía, pero muchas son hoteles, puertos, etc. Casos de Gaviota Hoteles Cuba, Hoteles Habaguanex, Hoteles Playa Gaviota y Marinas Gaviota. Eso revela que el gran objetivo yanqui es afectar el turismo y la inversión extranjera, que provee divisas, para que cunda el hambre y la desesperación.
Esas medidas agresivas también vienen fracasando. En 2017 hubo 619.523 turistas estadounidenses en Cuba; si no fuera por las barreras interpuestas por Trump ese número podría crecer hasta superar 3.5 millones.
Desde el punto de vista político lo más grave fue la decisión presidencial de poner en vigencia el Título III de la ley de bloqueo Helms-Burton, que data de 1996 y ningún otro gobierno se había atrevido a hacer. Eso facultó juicios en EE.UU. contra 200 empresas cubanas que al momento de la revolución fueron expropiadas.
Injusto y extraterritorial
El bloqueo total norteamericano fue rubricado el 3 de febrero de 1962 por John F. Kennedy. Como se dijo de Bolton, ese Kennedy dejó el cargo (y la vida) un año y nueve meses después de ese infame decreto, pero el bloqueo sigue gozando de bipartidista salud. Doce presidencias lo han sostenido pese a que califica como acto de guerra y genocidio, llegando con Trump a la cumbre de la criminalidad.
La cancillería cubana de Bruno Rodríguez Parrilla elaboró, como todos los años, un documentado informe sobre los daños del bloqueo. En esta Asamblea General ya está en poder de las 193 delegaciones. El año pasado se votó el 1 de noviembre y aunque no hay fecha precisa para este año, habrá una amplísima victoria cubana sobre el agresor.
El informe de marras comienza con un par de cifras globales sobre el impacto económico entre abril de 2018 y marzo de 2019: «los daños acumulados durante casi seis décadas de aplicación de esta política alcanzan la cifra de 138 mil 843, 4 millones de dólares. Tomando en cuenta la depreciación del dólar frente al valor del oro en el mercado internacional, el bloqueo ha provocado perjuicios cuantificables por más de 922 mil 630 millones de dólares».
Tan impactante como esas cifras globales son los casos concretos. Cuba solicitó a Pfizer el medicamento Crizotinib, para el tratamiento del cáncer de pulmón, el Palbociclib, para el tratamiento del cáncer de mama metastásico hormonosensible y el Sunitinib, único medicamento eficaz para el cáncer renal avanzado o con metástasis. Aludió a que en el Hospital «Hermanos Ameijeiras» se diagnostican «20 casos anuales con cáncer renal avanzado, los cuales están privados de recibir la opción terapéutica más efectiva». Pfizer no respondió el pedido…
Esas sanciones afectan a empresas de terceros países, que oscilan entre dejar de hacer negocios con la isla o arriesgarse a sanciones.
El bloqueo también se lleva a cabo desde Argentina. Cuba denunció que el 15 de agosto de 2018 el Banco Santander Río en Argentina no realizó una transferencia indicada por Havanatur al BFI por 250 mil dólares. Es gravísimo y viola la ley argentina.
Una última prueba de las mentiras de Trump. Si Cuba se robara el petróleo venezolano, no tendría que aplicar un programa de emergencia como en septiembre para paliar la falta de combustibles, que puso en duro aprieto al país. Ni la isla roba a Venezuela ni ésta se deja robar. A una y otra las agrede el bloqueo del imperio, que marcha hacia su aplastante derrota número 28 en la ONU. La única duda es si el resultado será 190 a 2, o 189 a 3, según que Bolsonazi se anime a votar con Trump y Netanyahu. Hay otro Mauricio dudoso, pero el 27 de octubre a la noche andará lamiéndose sangrantes heridas.