Natalicio de Salvador Allende, una conmemoración por sus ideales

El 26 de junio se conmemora el natalicio de Salvador Allende, cuya llegada a la presidencia de Chile, en noviembre de 1970, dio inicio al más ambicioso proceso de cambios sociales, económicos y políticos que haya vivido esa nación suramericana durante su historia.

CAPAC – Tomado de Telesur

Por el pueblo chileno, luchó y entregó su vida una de las figuras políticas más importantes de Latinoamérica. Líder indiscutible con profundas ideas, se convirtió en un puente para articular la unidad entre democracia y socialismo.

Al celebrarse 113 años de su nacimiento, su integridad personal consagrada al bienestar común y al  enfrentamiento de los intereses de los poderosos, se convierte en ideales para las presentes y futuras generaciones que intentan revertir la realidad de Chile.

El país, bajo la actual presidencia de Sebastián Piñera, se encuentra sumergido en una profunda crisis social agravada por la pandemia global de la Covid-19.

Este panorama refuerza la importancia del pensamiento «allendista» para los líderes sociales, juveniles y organizaciones que han salido a las calles a protestar por los cambios que precisa la sociedad.

Es así que la lucha no cesa por una Constitución democrática, contra el abuso de los fondos de pensiones AFP, por salud, educación, viviendas dignas, garantías sociales, el cese de la corrupción y la reivindicación de los derechos del pueblo mapuche.

Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor (Salvador Allende)

Nació en 1908, en el seno de una familia de la alta clase media de Valparaíso. Desde su época de estudiante en la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile mostró su vocación por el servicio público.

En 1945 fue elegido senador y se mantuvo en este cargo hasta 1970. Cuatro veces fue candidato a la Presidencia de la República, representando a una alianza cuya base la conformaban los partidos socialista y comunista

Fue en la última postulación, la de 1970, en la que Allende venció democráticamente y llegó a La Moneda apoyado por una agrupación de partidos de izquierda, la Unidad Popular.

El 11 de septiembre de 1973, el gobierno de la Unidad Popular fue derrocado por un golpe de Estado encabezado por el general Augusto Pinochet. Ese día se impuso un Golpe de Estado en Chile que duraría 17 años. 

«Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor». Con estas palabras, Salvador Allende se dirigía por última vez al pueblo chileno. 

Allende se suicidó con su arma mientras se encontraba en el palacio de La Moneda al momento del golpe militar.

Cada año, el pueblo chileno rinde homenaje al presidente Allende. Su obra, su legado y sus enseñanzas resurgen con más fuerza, como bandera de lucha de las causas populares, que se perpetúan en los motivos de artistas nacionales e internacionales, así como en el sentir de todo revolucionario de Latinoamérica. 

Su obra, su legado y sus enseñanzas resurgen con más fuerza, como bandera de lucha de las causas populares.

Si bien su proyecto “vía chilena al socialismo” es hijo de su tiempo, también constituye una lección que ha cruzado fronteras y las circunstancias de su época. Sus ideas han inspirado otros procesos culturales, políticos y sociales, según el sitio web Memoria Chilena.

Sus lineamientos centrales continúan vigentes, y deben ser la base de cualquier proyecto de transformación, como el que vive Chile en momentos actuales, ahora bajo la pausa del confinamiento por la Covid-19, pero con la promesa de volver con fuerza y compromiso como el de Allende para hacer valer la palabra empeñada.

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