La ultraderecha gana las elecciones en Argentina (por Stella Calloni)
El candidato ultraderechista de La Libertad Avanza, Javier Milei, ganó la segunda vuelta de las elecciones presidenciales imponiéndose con el 86.59 por ciento de las mesas escrutadas con un 55.95 por ciento de los votos.
CAPAC.- La Jornada, por Stella Calloni
El resultado sorprendió al país y al mundo, que esperaba una elección difícil, con un empate con la oficialista Unión por la Patria, y la sorpresa paralizó a una buena parte de la población, que aún no se convence de esta situación y que rompe con el difícil camino hacia una democracia que ha durado –como nunca antes en la historia – 40 años desde 1983.
Una de las primeras fotos publicadas en los sitios de web de Milei es pon el embajador de Estados Unidos Marc Stanley. Hasta las últimas horas antes de los comicios la LLA seguía denunciando la posibilidad de un fraude, ya que se suponía que habría un empate con el candidato de (UP) Sergio Massa a pesar de que la Cámara Nacional Electoral había demostrado que desde 1983 en la Argentina nunca se había hablado de elecciones fraudulentas.
Con estos resultados ganó lo que se llamaba la campaña del odio y el miedo y la esperanza fue derrotada, después de una larga vigilia de miles de argentinos para los que fue difícil dormir anoche ante los peligros que amenazaban la larga transición democrática.
Votó el 76 por ciento de los 35 millones 394 mil argentinos habilitados para votar en estas elecciones las más importantes de la historia argentina de los últimos años, debido a que por primera vez el sistema democrático estaba en serio peligro, por el intento de restituir por vía política los planes económicos y represivos de la pasada y cruenta dictadura miltar(1976-1983).
La jueza María Servini declaró en la tarde que en estos comicios todo había transcurrido con normalidad en la segunda vuelta electoral, aunque sostuvo que “como funcionaria, y como empleados, está elección nos ha destruido, nos dio mucho trabajo, nunca tuve una elección de este tipo con problemas, denuncias y cosas que realmente no corresponden”.
La violencia opositora marcó esta campaña con el ingreso a la política de un personaje totalmente desconocido en el ambiente político como es Javier Milei, que surgía de entre las campañas del odio sembrado por una derecha, que ni siquiera puede ser considerada nacional, porque depende mayoritariamente de fundaciones extranjeras.
Javier Milei es lo que llaman aquí “un invento de los medios” de comunicación, que en este país dominan más del 90 por ciento de la información (manipulada). El monopolio del Grupo Clarín va a la cabeza, pero le siguen La Nación y otros que ocupan el amplio espacio nacional.
Las amenazas contra los seguidores de la oficialista Unión por la Patria, además de la cruel reivindicación de la pasada dictadura militar y los planes de gobierno presentados, que se resumían en un solo término “arrasar con todo” de la Libertad Avanza , empezando por el Estado hasta acabar con la soberanía nacional, parecen haber ganado el espacio.
El hecho de que en la primera vuelta había ganado con siete puntos a favor la fórmula encabezada por Sergio Massa, creó esperanzas ya que se había logrado unificar el peronismo. Pero también es necesario señalar que el ex presidente Mauricio Macri de la derechista Propuesta Republicana (PR) , actuando por fuera de la alianza Juntos por el Cambio decidió oportunistamente aliarse a Javier Milei, pensando que los votos obtenidos por esa Coalición que quedó eliminada en la primera vuelta y que llevaba como candidata a Patricia Bullrich irían hacia Milei.
Después del mediodía la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, de 93 años sólo dijo que había votado por la democracia; el Estado presente; la vida en comunidad; la memoria, la verdad y la justicia; por los 30 mil y por el futuro».
«Nunca tuvimos una denuncia de fraude. Jamás. Nos han hecho abrir boletas a los escrutinios, algunos partidos en su momento… se han abierto todas las mesas que han pedido y ellos mismos nos piden que no abramos más cuando se dan cuenta de que todo coincide con las actas».
El analista Claudio Scaleta del portal El Destape había escrito hoy que “la cordura de quien se postula a presidir los destinos del país importa, pero la ideología que guía las acciones puede ser un elemento de destrucción todavía más potente que el desequilibrio y la inestabilidad emocional , refiriéndose a Milei, el candidato al que le gustaba aparecer con una motosierra en la campaña entre otros extraños
También se refería a que “a diferencia de otras elecciones no estará en juego solamente el gobierno de una u otra fuerza política, sino los consensos básicos de la democracia recuperada en 1983. Quizá el paso del tiempo vuelva borrosa la memoria colectiva, por eso vale recordar que perder la democracia le costó al país al menos 30 mil desaparecidos, a los que debe sumarse el número más preciso de los 649 soldados muertos en Malvinas, la gota que rebalsó el vaso de la paciencia social a la última dictadura iniciada en marzo de 1976”.
También recuerda que además de muerte y dolor “la dictadura que hoy se banaliza trajo aparejada la destrucción del Estado de bienestar junto a la multiplicación del endeudamiento externo que, desde entonces y a pesar de las sucesivas cesaciones de pagos y reestructuraciones, condiciona el funcionamiento de la economía” además de transformar la estructura económica y de propiedad de las empresas.
Esto además se completó en la década de los ’90 con los procesos de apertura, desregulación y privatizaciones, la tríada del “neoliberalismo”, secuencia que entrañó, vía el endeudamiento, una profundización de la dependencia económica con los capitales del exterior”
Los organismos de derechos humanos están recibiendo mensajes de solidaridad desde el exterior, por las graves amenazas del entorno de Milei, expresamente de la vicepresidenta electa Victoria Villarruel.