Se trata de Ayelen Spósito, quien juró como parlamentaria la semana pasada y de esta manera pasó a formar parte de la Cámara Baja argentina. “Cuba es mi segunda patria”, afirmó.

Para CAPAC – informa Agrupación Argentina de Graduados en Cuba

El jueves 19 de diciembre, Spósito asumió la banca de diputada de la Nación por la provincia de Río Negro, convirtiéndose en la primera graduada de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) en alcanzar un cargo legislativo nacional.

La flamante legisladora se graduó como doctora en Medicina en la ELAM en 2010

La flamante legisladora se graduó como doctora en Medicina en la ELAM en 2010. Al retornar al país comenzó su militancia social y política en su Provincia y así llegó a ser candidata a diputada suplente en la boleta del Frente de Todos.

Con el triunfo de la fórmula electoral de Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner, en las elecciones generales del 27 de octubre último, María Emilia Soría tenía que asumir una de las bancas de Río Negro, pero renunció al cargo para ocupar la intendencia de la localidad de Roca, por lo que quedó la banca para que asumiera Spósito.

Su trabajo legislativo consistirá en iniciativas que busquen el desarrollo y la inclusión social

En declaraciones a este medio, Spósito adelantó que su trabajo legislativo consistirá en iniciativas que busquen el desarrollo y la inclusión social “para recuperar la Argentina y la Patria Grande que alguna vez fuimos. Planificando políticas en común y acompañando a Cuba en lo que sea”.

Sobre la mayor de las Antillas, la legisladora la calificó como su segunda patria y como un país que “no solo me formó como médica, sino como persona, que me reforzó lo que me decían mis padres acerca de la importancia de construir en colectivo, que nadie se salva sólo, que ser solidario no es dar lo que nos sobra sino compartir lo que tenemos”.

Spósito quien además participa de la Agrupación Argentina de Graduados en Cuba, aseguró: “Siempre digo que Cuba no solo forma profesionales, forma a personas con compromiso social”.

Así, los cubanos no nacidos en Cuba, como suelen decirle a los cientos de miles de personas de todo el mundo que pasaron por las aulas de las universidades y centros de estudios de la nación caribeña, tienen otra herramienta para defender al país que desinteresadamente los formó, bajo esa máxima de José Martí de que “patria es humanidad”.