El Gobierno de Estados Unidos anunció este miércoles nuevas restricciones económicas para Cuba, al incluir a siete entidades en la lista de empresas con las cuales ni ciudadanos ni instituciones estadounidenses pueden establecer negocios.

CAPAC – información Resumen Cuba

Según el comunicado que dio a conocer la decisión, y que está firmado por el secretario de Estado, Mike Pompeo, los afectados son tres hoteles, dos centros de buceo y una marina, de los cuales no se detallan los nombres.

La séptima entidad es Fincimex, una financiera que permite canalizar hoy las inversiones y remesas que se envían a la Isla.

El texto afirma que las siete “benefician desproporcionadamente la dictadura de Castro, un régimen que usa las ganancias de esos negocios para oprimir al pueblo cubano y subsidia su interferencia en Venezuela a costa del gobierno cubano y el sector privado en Cuba”.

Sin embargo, las nuevas medidas apuntan más a dañar al pueblo cubano y particularmente a las familias, pues, por ejemplo, si bien la inclusión de Fincimex busca “controlar el flujo de divisas que pertenecen al Gobierno” de la nación caribeña, lo cierto es que ello también podría impactar en el envío de remesas a la Isla, debido a que Fincimex es la contraparte de la Western Union (WU).

Ya en febrero de este año la WU había suspendido el envío de dinero a la Mayor de las Antillas a través de sus oficinas, excepto desde Estados Unidos; medida que se unió a la disposición del gobierno estadounidense de limitar el envío a mil dólares por trimestre y prohibir las transacciones bancarias específicas, conocidas como U-turn. 

La reacción del Gobierno caribeño no se hizo esperar. El canciller Bruno Rodríguez, en su cuenta de Twitter, rechazó enérgicamente las sanciones anunciadas, las cuales están diseñadas para afectar a las familias cubanas, señaló.

“Vergonzoso y criminal recrudecer el bloqueo durante la COVID-19”, añadió.

Más de 200 entidades cubanas han sido incluidas en el listado estadounidense de restricciones a empresas, entre las cuales se encuentran numerosas instalaciones hoteleras e incluso ministerios y bancos.

Pero para Mike Pompeo, esta acción es una “ayuda” al pueblo cubano.

En su cuenta de Twitter publicó: “Hoy agregamos siete nuevas subentidades a la Lista restringida de Cuba. Continuaremos deteniendo el flujo de dinero en los bolsillos de aquellos que oprimen al pueblo cubano. 61 años de opresión y dictadura son suficientes. Para el pueblo cubano: te mereces algo mejor y estamos contigo”.

Numerosos usuarios respondieron al tuit mandándolo a callar o pidiéndole que renunciara, mientras que algunos como @Turk_Patriot le dijeron que los cubanos son felices y que deberían dejarlos en paz y meterse en sus propios asuntos.

Precisamente la invitación a ocuparse de sus propios asuntos y de la opresión al pueblo estadounidense fue otra de las respuestas más reiteradas.

“Cuba envía doctores a otros países para combatir la pandemia, ustedes envían soldados a asesinar inocentes”, decía otro usuario.

Luisa Pérez Herrera encarnó el sentir de las familias cubanas a ambos lados del estrecho de la Florida y respondió: “¿Qué tiene que ver la familia con la política? ¿Por qué una esposa, un hijo, una madre de un emigrante cubano deben pagar por desacuerdos políticos? Necesitamos a nuestra familia juntos”, señaló y demandó la apertura de la Embajada en La Habana, cerrada a los trámites migratorios desde noviembre de 2017, bajo el pretexto de los supuestos ataques acústicos.