Elogian labor de médicos cubanos en Mozambique

 El vicepresidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), Víctor Gaute, elogió hoy la tarea de los colaboradores de la salud del país caribeño que prestan servicios en Mozambique.

CAPAC.- tomado de Prensa Latina

En diálogo sostenido con la Brigada Médica Cubana en esta capital, el funcionario reconoció la sencillez con la que los galenos asumen la labor internacionalista y comentó el refuerzo cualitativo y cuantitativo representado por el Contingente Henry Reeve.

Los integrantes de ese colectivo llegaron para enfrentar la pandemia de la Covid-19 y luego, a petición de la parte mozambicana, ampliaron sus contratos asistenciales.

Especialistas de distintas ramas de la medicina dialogaron sobre sus experiencias y coincidieron en que África resulta una segunda escuela por los retos éticos y profesionales que impone.

La doctora Lázara Bacallao González, especialista en neurología, conversó sobre la insuficiente atención primaria de la salud en Mozambique, lo que hace que personas con enfermedades prevenibles y tratables lleguen al hospital con grados avanzados de la dolencia.

A ello, insistió, se suma la falta de trabajo sanitario preventivo, pues los mensajes publicitarios van más encaminados a la promoción de medicamentos para vivir con VIH que a evitar contraer la enfermedad; en ese sentido, recalcó, “África, hoy por hoy, es un rehén de las transnacionales farmacéuticas”.

La doctora Sandra Hernández, nefróloga, mencionó el contraste de que un país que le triplica la población a Cuba solo posea tres unidades de hemodiálisis.

Mencionó la historia de un niño de apenas 18 meses al cual salvaron la vida en contra de cualquier teoría y protocolo, ante la ausencia de equipos para un menor de solo 12 kilogramos de peso y en una situación donde se imponía innovar y arriesgar todo o dejarlo morir.

Por su parte, la neonatóloga Tania Wilson conversó sobre el reto de trabajar en Mozambique luego de 45 años de presencia ininterrumpida de colaboradores cubanos con prestigio y experiencia, quienes se marchan tras dejar un nombre y una obra entre los colegas y pacientes.

Hay que trabajar muy duro para mantener el listón, explica, pero insiste en que al final se genera un ambiente de confianza con los médicos y enfermeros mozambicanos: “ellos queriendo hablar español y nosotros diciendo kanimambo”, que significa gracias en changano, lengua originaria del sur de Mozambique.

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