EE.UU mete sus narices en el Cáucaso y Asia Central
El funcionario que responde a Marco Rubio, Caleb Orr, declaró que “la amplia región del Caspio, que incluye el Cáucaso Sur y Asia Central, constituye un punto sensible para la estrategia política de Estados Unidos”.
CAPAC – por Emiliano Lomlomdjian en Nor Sevan
Aunque parecen lejanas, la región del Cáucaso y la zona del Caspio vuelven a ser clave para entender cómo se mueve la geopolítica global. Allí también Occidente quiere meter sus narices.
¿De qué se habla cuando dice “Cáucaso”? De ese espacio montañoso y complejo que incluye el sur de Rusia, Georgia, Armenia y Azerbaiyán, y que se extiende hasta el oriente de Turquía y el norte de Irán. Y el Caspio, por su parte, es el mayor lago del planeta, compartido por Rusia, Irán, Kazajistán, Turkmenistán y Azerbaiyán. En resumen: un cruce de caminos entre Europa y Asia, una bisagra por donde pasa comercio, energía e intereses estratégicos.
En los últimos años, quedó claro cómo Estados Unidos y la OTAN se metieron en Ucrania, una histórica zona de influencia de la Federación Rusa, pero parece que mientras negocian el fin de la crisis en Kiev, Occidente geopolítico sigue generando tensión con el Kremlin a través de actores locales y regionales en estas zonas del Cáucaso y el Caspio, que también tiene un interés especial para Rusia.
“Si uno mira los documentos de Rusia sobre política exterior, su concepción estratégica y su doctrina militar no hay nada allí que hable sobre una expansión como si fuera un estado ideológico. En Rusia sí hay reservas en todos en relación con sus zonas rojas que son muy claras: Bielorrusia, Ucrania, el Cáucaso y el Asia Central, es decir, estas regiones o territorios halógenos o que pertenecen al vecino cercano. Como lo tiene Estados Unidos en relación con Centroamérica y el Caribe, que estamos viendo estos últimos tiempos cómo opera allí, cómo puede tener China en relación con sus zonas rojas”, explicó el doctor argentino en Relaciones Internacionales, Alberto Hutschenreuter, en diálogo con Séptimo Piso de Radio Sputnik.
¿Pero qué esta ocurriendo precisamente en estos momentos respecto a esta región del planeta? Mientras en Nueva York se desarrolla el debate general de la ONU, también se realizó el 6º Foro Empresarial del Caspio, donde parece quedar claro que Washington no piensa salir de este tablero. Este evento fue organizado por el Centro de Política del Caspio, estuvo dedicado al tema “Conectividad, finanzas y energía a lo largo del Corredor Medio” y estuvieron presentes relevantes funcionarios de la escena geopolítica y se pudieron ver sus intenciones respecto a estas regiones que nombramos al principio.
Allí, el alto asesor del subsecretario de Estado norteamericano, Caleb Orr, declaró que “la amplia región del Caspio, que incluye el Cáucaso Sur y Asia Central, constituye un punto sensible para la estrategia política de Estados Unidos”. El funcionario que responde a Marco Rubio, quien se reunió ayer con el canciller ruso Serguéi Lavrov, destacó que se trata de un interés no a corto plazo, sino estratégico y de largo alcance.
“Esta región representa para Estados Unidos un importante interés estratégico en materia de inversiones y desarrollo. Estados Unidos lleva muchos años invirtiendo en esta zona. En los últimos 30 años hemos destinado más de 30 mil millones de dólares”, aseveró.
Además, Orr dijo que el “histórico acuerdo de paz entre Azerbaiyán y Armenia, firmado con la participación del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, demuestra la importancia diplomática que Trump otorga a la región”. “Será muy positivo para la región y para todos los Estados Unidos de América”, añadió.
No son palabras al aire: están anunciando que su presencia llegó para quedarse.
También desde el sector privado de Washington expresaron su interés en esta zona: Conor Coleman, representante de la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional de Estados Unidos, destacó la importancia estratégica de la región del Caspio desde el punto de vista de la política exterior. Explicó el interés inversor de Estados Unidos en la región, señalando oportunidades en los sectores de la energía y de las infraestructuras relacionadas, y presentó las prioridades de la institución que representa junto con posibles áreas de cooperación futura.
A este evento también envió un mensaje el presidente azerbaiyano Ilham Aliyev. Durante su discurso señaló que “el Corredor Medio es un poderoso catalizador para el crecimiento económico y la integración regional, y lo consideramos un factor importante que impulsa el desarrollo de la infraestructura, la industria y los negocios, contribuyendo a la estabilidad y la prosperidad de la región”.
Aliyev destacó que el ferrocarril Bakú-Tiflis-Kars, que une Azerbaiyán, Georgia y Turquía, desde el Puerto de Comercio Marítimo Internacional de Bakú y la flota de carga del Caspio constituyen una importante infraestructura de transporte que garantiza la funcionalidad del Corredor Medio, aumentando el volumen de transporte de carga en un 90% y reduciendo significativamente el tiempo de tránsito.
“El Corredor Medio es un proyecto estratégico que conecta una amplia geografía. Este corredor es una ruta fiable y segura que conecta Europa con Asia a través del Mar Caspio, la vía más corta y óptima para el transporte de mercancías de Asia a Europa y viceversa”, expresó Aliyev.
Además, se refirió a la «Ruta Trump para la Paz y la Prosperidad Internacional» (TRIPP), que conectará Azerbaiyán con su enclave Najicheván, a través del territorio soberano de Armenia. El presidente afirmó que TRIPP, que se convertirá en el próximo segmento importante del Corredor Medio, será un relevante enlace de transporte que conectará Asia con Europa.
Comentó que “puede brindar amplias oportunidades para el transporte de recursos energéticos, la exportación de electricidad, especialmente energías renovables, impulsando así la transformación de la región en un centro de comercio internacional y comunicaciones digitales. Y agregó: “Azerbaiyán ha movilizado todos sus esfuerzos para la implementación de esta ruta en un futuro próximo”.
En este sentido, el Gobierno de Azerbaiyán informó en este 6° Foro que el proyecto ferroviario que se extiende hasta Zangilan y la frontera con Armenia está en marcha desde 2020 (cuando comenzó la Guerra de los 44 días). Se prevé que finalice a mediados de 2026. También se están llevando a cabo trabajos en el tramo de 42 km de Zangezur, ubicado en Armenia, con la participación de los socios de Estados Unidos. El tercer segmento corresponde a Najicheván. En esta zona se están realizando inversiones adicionales y estamos invitando a otros socios internacionales, incluidos países europeos, a colaborar.
De está forma, Azerbaiyán y sus socios occidentales dejaron en claro su intención de seguir fomentando tanto el Corredor del Medio como la Ruta TRUMP o corredor de Zangezur.
El Corredor del Medio es esta ruta comercial que pasa Kazajistán, Azerbaiyán, Georgia y Turquía que ya está utilizándose. Mientras que la Ruta TRUMP es una propuesta que busca conectar Azerbaiyán con su enclave de Najichevan a través de Armenia, formando un enlace terrestre. Estas conexiones benefician a Azerbaiyán, Turquía y a la Unión Europea, y salpica geopolíticamente a dos actores centrales en la región: Rusia e Irán.
El punto es que, como señalaba el doctor Hutschenreuter, Rusia considera al Cáucaso y Asia Central (es decir parte de la zona del Caspio) una de sus zonas rojas, tan sensible como lo es el Caribe para Estados Unidos o el Mar del Sur de China para Pekín. Y cuando alguien toca esas zonas, las tensiones escalan.
Y la pregunta es inevitable: ¿Hasta qué punto estos corredores traerán estabilidad y desarrollo o hasta qué punto se convertirán en nuevos frentes de conflicto en un mundo que ya está en tensión?