Stella Calloni integró un encuentro conversatorio sobre violencias junto con Ana Rubiolo, cineasta, dramaturga y psicóloga, y con Ana Palazessi, doctora en psicología, especializada en violencia familiar, el pasado sábado 7 de septiembre en Tiempos de la memoria, un centro cultural que se encuentra en la localidad de Vicente López.

Por Noel Campuzano

La actividad fue organizada por Crece desde el Pie, un colectivo de feministas integrado por el Partido Comunista, la Secretaría de la Mujer del Partido Justicialista, el Frente Grande, la Agrupación Juan Manuel de Rosas, y La Corriente Nacional Lohana Berkins, todos partidos y organismos que pertenecen al municipio de Vicente López y vienen desarrollando desde comienzo de año una serie de trabajos que versan sobre la violencia de género, femicidios, travesticidios y transfemicidios.

El conversatorio contó con la presencia de un público diverso en edades, géneros e identidades políticas.

La primera en compartir sus conocimientos fue Ana Palazessi, Doctora en psicología y especialista en violencia familiar, quien brindó ciertas herramientas al público para poder ayudar y detectar cuando una mujer es víctima de violencia, y en ese sentido, le recordó al público que una de cada cuatro mujeres es víctima de violencia en algún momento de su vida.
Palazessi, quien trabaja actualmente en la oficina de Asistencia a la Víctima en el Poder Judicial en la CABA, explicó los métodos que utilizan los violentos para aislar a las víctimas de su entorno para seguir maltratándolas.
“La gente ante estos hechos suele catalogar a los violentos como enfermos, y no son enfermos, la violencia se aprende. Se aprende en los ámbitos que se desprenden de las instituciones de un sistema violento. Estos hombres han aprendido a resolver conflictos con violencia. Y el violento puede cambiar, realizando tratamiento y ayudándolo a comprender que se puede resolver conflictos de otra forma”, explicó Ana Palazessi.

Ana Rubiolo trabajó durante años también como psicóloga atendiendo casos de violencia y debido a eso, en el conversatorio, se dio unos minutos para primero reivindicar el rol de los psicólogos en torno a las violencias: “Se lo difícil que es sostener día a día el aporte que hace uno para sostener el autoestima de aquellas mujeres violentadas. después de muchos años de trabajar como psicóloga de trinchera me he dedicado a reflexionar un poco y a escribir sobre estas cuestiones”.
Como escritora, realizó varios talleres donde finalmente realizó un trabajo de dramaturgia policial basado en un caso real que ha sido evaluado por una socióloga y una abogada que hicieron todo un compendio sobre homicidios conyugales. Explicó “Silvia Chester y Marcela Rodriguez hacen una reflexión sobre cómo los jueces sentencian en casos de femicidios y justamente lo que pasa es que estos jueces no toman en cuenta lo que son esos circuitos de violencia donde la víctima se encuentra encerrada”.

Stella Calloni, periodista y escritora, fue quien tuvo el turno de cerrar el conversatorio y habló de sus experiencias y reflexiones sobre las violencias que presenció como corresponsal de guerra y como analista internacional, y remarcó, además, la importancia de los problemas de la niñez con las guerras y la violencia. Y situó a las violencias de este siglo enmarcadas en un contexto donde la brutalidad del capitalismo se encuentra en su estado más violento.
Stella Calloni hizo hincapié en que si bien la pelea tiene que ir por el lado de todas aquellas cosas que son claves de la lucha de la mujer, hay que acompañarlas por una gran transformación profunda social y por una verdadera justicia social.
“Tenemos que descolonizar nuestras cabezas”, aseguró. Y continuó: “Nosotros aquí estamos viviendo una guerra, una guerra donde los medios tienen a cargo la guerra psicológica, y en ese terreno, la mujer va perdiendo eternamente, pero también van perdiendo los hombres, y los niños y la sociedad toda. Hay que pelear contra el colonialismo que tenemos en nuestras cabezas”.
Cerrando ya su intervención, recordó a todos los presentes que es una batalla cultural, social y educativa, y que se debe batallar en todos los espacios posibles con unidad: “Tenemos que pasar a la ofensiva. Juntos siempre vamos a ganar, no hay nadie que nos pueda vencer”.