La oficina de medios en Gaza reportó en 190 días de agresión continuada unos 33 mil 686 mártires, siete mil desaparecidos, sobre todo bajo los escombros, y 76 mil 309 heridos notificados. Las afectaciones en viviendas superan las 360 mil, entre arrasadas e inhabitables.

CAPAC – fuente Almayadeen

La oficina de medios del gobierno en Gaza publicó una actualización de la guerra genocida dirigida por «Israel» contra la Franja de Gaza desde el 7 de octubre de 2023.

Tras 190 días de agresión, la ocupación ejecutó dos mil 973 masacres, y cobró la vida de 33 mil 686 palestinos, además de 76 mil 309 heridos.

Entre los fallecidos aparecen 14 mil 560 niños, 30 de ellos como resultado de la hambruna; mientras, nueve mil 582 mujeres fueron asesinadas por la ocupación.

Respecto al personal de salud, 485 de ellos murieron, incluidos 66 integrantes de la Defensa Civil.

De igual modo, las fuerzas israelíes mataron a 140 periodistas o fotorreporteros en funciones, algunos mientras cubrían los sucesos para medios internacionales.

Según la fuente, el 72 por ciento de las víctimas son niños y mujeres, y 17 mil infantes sobreviven hoy sin al menos uno de sus padres, o ambos.

La institución gazató ratificó que el número de heridos con necesidad de tratamiento en el extranjero supera los 11 mil, pues ante la destrucción masiva de la infraestructura de salud y la falta de medicamentos, es preciso sacarlos de la Franja porque su condición fue clasificada como de peligro para la vida.

De igual modo, alrededor de 10 mil pacientes de cáncer se enfrentan a la muerte por la imposibilidad de continuar su tratamiento, y un millón 89 mil personas contrajeron alguna enfermedad infecciosa, como resultado del desplazamiento de dos millones de gazatíes y la falta de un entorno seguro y de atención sanitaria adecuada, pues incluso el agua escasea en los campamentos.

El reporte reflejó unos ocho mil casos de infección por hepatitis viral, en buena medida en edad pediátrica.

Los estimados oficiales apuntaron unas 60 mil mujeres embarazadas en la Franja, con gestaciones de riesgo debido a la falta de la atención sistemática o de condiciones para el parto.

También hay 350 mil casos de enfermedades crónicas, cuyas vidas peligran por falta de medicamentos necesarios para cuidar su padecimiento.

Las estadísticas confirmaron al menos cinco mil detenciones llevadas a cabo por las fuerzas de israelíes durante la guerra, que incluyeron a 310 profesionales y personal sanitario, y 20 periodistas cuyos nombres eran conocidos.

La ocupación destruyó sedes oficiales y educativas y lugares de culto.

De acuerdo con lo divulgado, alrededor de 171 sedes oficiales del gobierno fueron completamente destruidas, así como 100 escuelas y universidades, mientras otras 305 instalaciones educativas quedaron parcialmente destruidas.

Los lugares de culto islámicos y cristianos no se salvaron de la destrucción: tres iglesias y 233 mezquitas fueron arrasadas, y 301 parcialmente derruidas por el bombardeo sionista.

En el caso de las viviendas, se estima la devastación total de unas 70 mil unidades, y otras 290 mil quedaron inhabitables.

Dentro del daño a los servicios, prácticamente anulados por la agresión figuran los 32 hospitales y 53 centros de salud, la mayoría mientras servía de refugio a la población o los heridos civiles.

Las tropas sionistas usaron como blanco a 159 instituciones de salud y 126 ambulancias.

Al mismo tiempo, los sitios arqueológicos y patrimoniales no se salvaron de los bombardeos y ataques deliberados, y al menos 203 fueron borrados de la Franja.

La ocupación arrojó hasta ahora 70 mil toneladas de explosivos sobre el enclave palestino, en buena medida aportado por Estados Unidos, que además prolongó la guerra con maniobras políticas internacionales.