Abrazar a Cuba: más que un deber, un honor….
El viernes 3 de diciembre pasado la Casa de la Amistad Argentino-Cubana de Neuquén ofrendó a la Revolución Cubana el cuadro “abrazamos a Cuba”, obra artística realizada por Elisa Algranati durante las recientes jornadas de lucha en solidaridad con el pueblo cubano, con su Revolución y su gobierno.
CAPAC – por Leonardo Del Grosso
Este viernes 3 de diciembre, en una primaveral mañana de radiante sol, los compañeros de la Casa de la Amistad Argentino-Cubana de Neuquén, Silvia Pérez, Cristina Ambort y Leonardo Del Grosso, concurrieron a la Embajada de la República de Cuba en Argentina para entregar el cuadro “abrazamos a Cuba”, realizado por la artista Elisa Algranati, como muestra de reconocimiento hacia esta nación ejemplar y digna, antiimperialista y revolucionaria.
La obra artística se había realizado en el acto y radio abierta que se llevaron a cabo en la ciudad de Neuquén el pasado 15 de julio en solidaridad con Cuba, contra el bloqueo imperialista, como respuesta a las acciones de desestabilización y la campaña de noticias falsas impulsadas por el Pentágono contra el gobierno revolucionario cubano.
En una emotiva recepción, Dagmara Calzada, Encargada de Negocios de la Embajada de Cuba, e Isidro Betancourt, Consejero de la misma, recibieron a la delegación de la Casa de la Amistad Argentino-Cubana de Neuquén, que entregó la obra pictórica que tan bien ilustra el bello amor que caracteriza al pueblo revolucionario cubano, y una carta (ver foto más abajo) donde se expresan los sentimientos de todos los integrantes de la institución neuquina.
Durante la recepción, en la que se conversó fraternalmente sobre la actual situación de asedio contra Cuba y sobre las tradiciones históricas del pueblo cubano, la compañera Silvia Pérez expresó, en representación de la Casa de la Amistad, sentidas palabras hacia Cuba, su pueblo y su revolución.
En este sentido, con su reflexión, Silvia enriqueció los conceptos que expresamos en la carta que entregamos a la Embajada, al enfatizar que ser solidario con Cuba es más que un deber, es un honor, lo que es una gran verdad, ya que lo que ese intrépido pueblo ha dado a la Humanidad no sólo genera una obligación moral hacia él, sino que ser solidario con él constituye un honor para todo luchador.
La mañana ya había terminado. Al salir del señorial edificio diplomático en el barrio de Belgrano de la Ciudad de Buenos Aires, en la calle arbolada el trinar de los pájaros se escuchaba por sobre los ruidos de los autos que pasaban. Los rayos del sol se filtraban entre la maraña de los altos edificios residenciales, superando su inútil soberbia. En ese mismo momento, en el tropical Caribe, la vida del pueblo cubano late como siempre, haciendo brillar su estrella y siguiendo la estrella de sus profetas, que también son los nuestros.
En nuestra Argentina, el ejemplo de ese pueblo sencillo y heroico inspira nuestra resistencia. Es cierto, tiene razón la compañera: más que un deber, es un honor.