Angola exigió levantamiento del bloqueo de EEUU a Cuba
El presidente de Angola, João Lourenço, exigió el levantamiento incondicional del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba, al intervenir en la 80 Asamblea General de las Naciones Unidas, que continúa hoy.
CAPAC.- tomado de Prensa Latina
El mandatario catalogó de injusta y prolongada esa política, “que ha tenido graves consecuencias para la economía y el pueblo cubanos, que lucha diariamente por resistir un castigo rechazado por la comunidad internacional”, agregó.
Lourenço significó que la nación caribeña no puede ser considerada arbitraria y unilateralmente un Estado patrocinador del terrorismo, y recordó el importante papel que desempeñó en la lucha de los pueblos africanos que condujo a la caída del régimen racista e inhumano del apartheid en Sudáfrica.
De igual forma, rememoró que fue signataria del Acuerdo de Paz de Nueva York del 22 de diciembre de 1988, que trajo la libertad al pueblo sudafricano y condujo a la independencia de Namibia.
Señaló que el mismo modelo de acción que se aplica a la isla, y que es “incompatible con los estándares de convivencia global mínimamente aceptables”, está vinculado al origen de las sanciones unilaterales impuestas también a Zimbabwe y Venezuela.
Remarcó que estas medidas coercitivas no producen otro resultado que el sufrimiento de las poblaciones, que en un acto de gran patriotismo, terminan uniéndose en defensa de sus naciones.
En su discurso el presidente angoleño criticó el silencio, las vacilaciones y las tímidas reacciones de la comunidad internacional en el genocidio que se comete contra el pueblo palestino, y sostuvo que esta postura parece legitimar la expansión de la guerra a países vecinos y erosiona la autoridad de la ONU.
“Nada es peor que la exclusión de la delegación palestina de este foro, donde tenía derecho a hacer oír su voz como Estado Miembro en virtud del Acuerdo de Sede”, enfatizó.
Subrayó, además, que la falta de garantía de la presencia del presidente de la Autoridad Palestina en la Asamblea General envía una señal muy negativa y alienta la continuación del genocidio, “del que todos somos testigos impotentes e impunes”, así como retrasa la resolución del problema.