​Protestas masivas en Damasco por masacres en la costa de Siria

Los manifestantes en Damasco abogan por la unidad nacional y el rechazo a la violencia sectaria, ante los ataques de las facciones armadas en varias aldeas en Tartus y en la zona rural de Jableh, en Latakia.

CAPAC – tomado de Al Mayadeen en castellano

La capital de Siria, Damasco, fue escenario este domingo de manifestaciones masivas en solidaridad con los habitantes de la región costera, ante los continuos ataques de grupos armados.

Con pancartas en sus manos abogaron por la unidad nacional y el rechazo a la violencia sectaria. «Toda la sangre siria es una», corearon en sus consignas.

Varias aldeas en Tartus y en la zona rural de Jableh, en Latakia, permanecen bajo los ataques de las facciones armadas.

Fuentes locales confirmaron al corresponsal de Al Mayadeen sobre enfrentamientos, específicamente, en las aldeas de Taanina, Al-Hattaniya y Al-Jiwar, en Tartus, así como Rameila y al-Naqaa, en la campiña de Jableh.

El reportero de la red panárabe informó que, desde el sábado, ocurrieron más de 10 masacres en pueblos de Latakia, Tartus, Hamay algunos de la campiña de Homs, con un saldo de más de mil civiles muertos.

«Las facciones armadas, en particular Al-Amshat y Al-Hamzat, cometieron supuestamente gran parte de las masacres y los asesinatos sistemáticos en las zonas costeras de Siria», afirmó.

Las facciones armadas, en particular Al-Amshat y Al-Hamzat, cometieron supuestamente gran parte de las masacres y los asesinatos sistemáticos en las zonas costeras de Siria

Mientras tanto, los servicios de comunicación e internet continúan interrumpidos en las provincias de Daraa y Sweida.

Fuentes locales de costa siria indicaron a Al Mayadeen que el número de víctimas asciende a cientos, mientras decenas de cuerpos permanecen esparcidos en las carreteras y calles de las aldeas, sin que sus familiares puedan recuperarlos o enterrarlos.

Ante esta situación, los habitantes de las aldeas huyeron hacia las montañas y bosques por temor a ser asesinados y, hasta ahora, no se atrevieron a regresar a sus hogares.

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