España apoya el plan de autonomía para el pueblo saharaui propuesto por Marruecos

En 1975 se firmaron los Acuerdos Tripartitos de Madrid, por los cuales España cedía la administración de su colonia del Sáhara Occidental a sus limítrofes Marruecos y Mauritania en forma ilegal ya que una potencia colonial no puede «ceder» un territorio colonizado por ella a otros Estados.

CAPAC – fuentes La Vanguardia, El Mundo y RASD Argentina

España dio el viernes pasado un giro histórico en su postura tradicional respecto al conflicto del Sáhara Occidental al expresar su apoyo al plan de autonomía marroquí presentado en 2007 ante Naciones Unidas.

Marruecos presentó en 2007 ante Naciones Unidas un plan de autonomía para el Sáhara Occidental que sigue defendiendo a día de hoy.  Esa hoja de ruta, que ahora cuenta con apoyos en la comunidad internacional antes inexistentes, supone enterrar ‘de facto’ cualquier perspectiva de independencia para la antigua colonia española, que quedaría bajo los designios de Rabat en cuestiones clave como la seguridad.

La excolonia, rica en distintos recursos, es un territorio en disputa entre Marruecos y el Frente Polisario (organización de liberación del pueblo saharaui).

En 1980, Marruecos comenzó a construir un muro en el desierto para cercar parte del territorio del Sáhara Occidental, con el objetivo de impedir -en pleno enfrentamiento armado- el avance del ejército saharaui del Frente Polisario. La construcción (distribuida en varios tramos) tiene alrededor de 2,5 metros de altura y una longitud aproximada de 2.720 kilómetros.

El «compromiso de Marruecos a favor de una solución política definitiva», como se definió la propuesta de autonomía presentada en la ONU, ponía sobre la mesa una iniciativa para resolver el «callejón sin salida» en que se había convertido el pulso diplomático para determinar el futuro del Sáhara Occidental.

Propone al Frente Polisario, que controla la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), un nuevo escenario de convivencia que, según Rabat, «favorece la reconciliación». Para el Polisario, sin embargo, siempre ha sido una propuesta inasumible, en la medida en que este movimiento sólo contempla un referéndum que incluya entre sus opciones la autodeterminación total.

Rabat siempre ha descartado la independencia y tan solo contempla que el territorio siga dentro de su órbita, con cesiones de ciertas competencias. Así, según el plan marroquí, que también sería sometido a referéndum, el Sáhara Occidental dispondría de sus propios órganos legislativo, ejecutivo y judicial, aunque los dictámenes de todos ellos deberían ajustarse a los criterios nacionales.

El Estado cedería de esta forma a la «región autónoma» ciertas competencias en materia de economía, infraestructuras, desarrollo social y cultura, entre otros ámbitos, mientras que se reserva ámbitos clave como defensa, relaciones exteriores o religión, que recaen de forma específica bajo control del rey Mohamed VI.

Rabat no plantea esta iniciativa como una imposición unilateral, sino que la ve como una herramienta para llegar a una solución «mutuamente aceptable». Quince años después de su presentación, sin embargo, no ha servido para desatascar el proceso y el Polisario mantiene a día de hoy que sólo apoyará un referéndum de autodeterminación.

Respuesta del Gobierno de la República Sharaui y del Frente Polisario a España

Con enorme asombro, el Gobierno de la República Saharaui y el Frente Popular para la Liberación de Saguia el-Hamra y Río de Oro (Frente Polisario) han visto esta tarde el contenido de los dos comunicados emitidos por el ocupante marroquí y el Gobierno de la potencia administradora española, y en consecuencia expresan lo siguiente:

1- La posición expresada por el Gobierno español está absolutamente en contradicción con la legalidad internacional.

Las Naciones Unidas, la Unión Africana, la Unión Europea, la Corte Internacional de Justicia, la Corte Europea de Justicia y todas las organizaciones regionales y continentales, todas, no reconocen soberanía alguna de Marruecos sobre el Sáhara Occidental.

La posición emitida en ambas declaraciones carece de credibilidad, seriedad, responsabilidad y realismo, ya que constituye una desviación peligrosa, que viole la legalidad internacional, apoya la ocupación, alienta la agresión y la política de los hechos consumados, así como la huida hacia adelante y pretende legitimar la represión, crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y el saqueo de riquezas que persigue Marruecos contra el pueblo saharaui.

2. Este cambio anunciado por el actual gobierno español es el resultado de intensos meses de chantaje marroquí.

3. La posición expresada contiene elementos de suma peligrosidad, como calificar a la propuesta marroquí como “la más seria, realista y objetiva… etc., para resolver el conflicto del Sáhara Occidental”, en claro apoyo al enfoque unilateral, en contradicción con la legalidad y el derecho internacional y la libre práctica democrática por parte del pueblo saharaui en lo referente a su derecho inalienable a la autodeterminación y la independencia.

4. Esta posición afecta de forma muy negativa a cualquier posible rol de España en la solución del conflicto de descolonización en el Sáhara Occidental, y los esfuerzos actuales para reactivar y revitalizar el proceso de paz por parte de las Naciones Unidas.

5. A pesar de todo ello, España no puede desligarse unilateralmente de sus responsabilidades jurídicas frente al Sáhara Occidental y su pueblo, ya que es la potencia administradora del territorio pendiente de descolonización.

6. El pueblo saharaui, su Gobierno y el Frente Polisario hacen un llamamiento urgente a las fuerzas políticas españolas y a todos los pueblos de España, para que presionen al Gobierno español con el fin de corregir este grave error, y obligar a Madrid a asumir sus responsabilidades, que no desaparecen con el tiempo: acabar con el colonialismo en el Sáhara Occidental de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, especialmente en lo que respecta al ejercicio del derecho de los pueblos colonizados a la libre determinación y la independencia.

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