Primero de Mayo en Cuba: Tras tres años, la Plaza se vistió de fiesta nuevamente
Habían pasado tres años desde la última vez que en Cuba se había realizado el histórico Desfile del Primero de Mayo debido a las restricciones de la Covid-19. Hoy, las calles aledañas de La Habana volvieron a vestirse de fiesta con la música, el entusiasmo y la alegría que caracteriza al pueblo cubano.
Por Laura V. Mor/ Fotos: Yaimi Ravelo/ Video: Syara Salado Massip y Victor Villalba Gutiérrez/ Resumen Latinoamericano Corresponsalía Cuba.
El 1ro. de mayo de 2019 había sido la última vez, que sin saberlo, vimos la Plaza de la Revolución repleta de gente, en un escenario que nos parecía tan usual y que ahora nos resulta tan diferente.
En 2020 el mundo cambió. Los picos de contagios de la pandemia de Covid-19 hicieron necesarias ciertas medidas restrictivas, entre ellas la de evitar actos masivos y conglomeraciones de personas, como lo es un Día del Trabajador en Cuba.
Cada 1ro. de mayo desde ese entonces, nos limitábamos a colgar banderas en los balcones y ventanas de nuestras casas, entonando las estrofas de La Internacional a la hora que hubiera comenzado el desfile, con la esperanza de poder volver a celebrarnos en medio de un escenario poco alentador que nos estrujaba el corazón.
Esa esperanza se hizo realidad este domingo. Volvimos a marchar en La Habana a la histórica Plaza. Las banderas ya no quedaban solo relegadas a ventanas y balcones, sino que nos acompañaban en cada paso.
Habían pasado tres años desde la última vez que en Cuba se había realizado el histórico Desfile del Primero de Mayo y sinceramente, se extrañaba. Desde temprano en la madrugada iban llegando trabajadores y trabajadoras, familias con sus niños y niñas, estudiantes, nadie se quería perder la magia de este día que en Cuba -a diferencia del resto del mundo- es un día de celebración.
Las calles aledañas a la Plaza de la Revolución volvieron a vestirse de fiesta con la música, el entusiasmo y la alegría que caracteriza al pueblo cubano. Adultos, niños, familias y una notoria cantidad de jóvenes daban inicio al festejo.
En la Tribuna los esperaba Raúl, también Díaz-Canel, los cinco héroes antiterroristas, los asaltantes al Moncada y Céspedes, expedicionarios del Granma y amigos solidarios de más de 60 países y 200 organizaciones sindicales del mundo que tampoco se quisieron perder un día que marcaría historia.
“Cuba vive y trabaja”, lema de este Día Internacional del Trabajador, se leía en los carteles hechos a mano que miles de cubanos levantaban victoriosos, aún en un contexto internacional complejo, donde el férreo bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos hace 6 décadas se ha recrudecido, aún en medio de una crisis sanitaria global con las 243 medidas firmadas por Donald Trump, que aún hoy bajo una nueva administración se mantienen.
Más de 50 mil trabajadores y trabajadoras de la salud abrieron el desfile, ese “ejército de batas blancas” como les decía Fidel, que han sido un gran apoyo en estos tiempos difíciles.
Detrás se veía a los trabajadores de BiofarmaCuba, los artífices de Abdala, Mambisa y Soberana, las primeras vacunas contra la Covid-19 surgida en América Latina, con las que se ha logrado inmunizar al 87.8% de la población y evitar nuevos picos de contagios.
También estaban los maestros, encabezados por estudiantes y alfabetizadores de las escuelas pedagógicas de la capital, los trabajadores de las empresas socialistas, los cuentapropistas, los cooperativistas, los emprendedores, los trabajadores del sector estatal, las Fuerzas Armadas, todos marchando al ritmo de la conga, conmemorando un día que será recordado por todos los que con el puño firme en alto, poniéndole cuerpo, alma y corazón dieron vida a esta gran tribuna de un pueblo en Revolución.