Lula inocente: ¿cómo Cambia el escenario político en Brasil?

La anulación de los cargos formulados contra el expresidente brasileño Luis Inazio Lula da Silva que hace algún tiempo llevaron a su condena de cárcel puede significar el inicio de la conversión del panorama eleccionario en el gigante suramericano

CAPAC – por Pastor Gusmán. Periódico Escambray.cu

La noticia recién divulgada en la tarde del lunes 8 de marzo acerca de que el juez Edson Fachin, del Supremo Tribunal Federal de Brasil, anuló las condenas contra el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva por la justicia del estado de Paraná relacionadas con la operación Lava Jato vino a unirse a una información anterior en la cual se plantea que, según opinión generalizada en esa nación suramericana, solo Lula podría derrotar a Jair Bolsonaro en las próximas elecciones en ese país.

Aunque Lula ha manifestado en varias ocasiones que no siente motivación por volver a ser presidente después de dos mandatos en el Palacio de Planalto, eso puede variar ante causa superior, como él mismo dejó entrever cuando expresó: “He sido presidente de la República, no necesito volver a serlo. Para ser candidato tiene que haber una razón mayor. Si es necesario derrotar al bolsonarismo no duden que me pondré a disposición”, subrayó.

Estas palabras pueden hacerse realidad estimuladas por encuestas de opinión que confieren a Lula al menos 10 puntos de ventaja porcentual sobre Bolsonaro si ambos llegaran a enfrentarse en las urnas, aunque las elecciones están previstas para el 2022 y el panorama puede variar en los meses que faltan.

Además, es cierto que la decisión del juez Fachim libera a Lula de los cargos que le habían sido imputados; es decir, los procesos del Tríplex de Guarujá, el sitio en Atibaia y las donaciones del Instituto Lula, pero todavía hay que esperar por la decisión de los máximos órganos de Justicia del Distrito Federal en Brasilia, a quienes toca analizar si los actos realizados en los tres casos son válidos y pueden ser reutilizados. 

Al calor de Lava Jato, el juez Sergio Moro desató una verdadera cacería de brujas contra Lula que alcanzó su paroxismo en los meses anteriores a las últimas elecciones presidenciales, y luego, a poco de subir al poder Bolsonaro, este lo premió con el cargo de ministro de Justicia que Moro desempeñó por poco tiempo debido a contradicciones surgidas entre ambos.      

Como se recordará, la Operación Lava Jato, lanzada por el poder judicial en Brasil contra la corrupción, fue en gran parte una maniobra de judicialización de la política que sirvió para incriminar sin pruebas al expresidente Lula cuando era candidato del izquierdista Partido del Trabajo a las elecciones de hace tres años, cuando los sectores más reaccionarios del país lograron condenarlo a prisión para sacarlo de la puja electoral a favor del ultraderechista Jair Bolsonaro quien a la postre resultó vencedor. 

Pero desde entonces la imagen de Bolsonaro se ha desinflado mucho, pues el país se encuentra en plena recesión económica, cerca de 2 000 personas mueren cada día a causa de la COVID-19, y según el sociólogo y politólogo  Emil Sader, uno de los principales especialistas cariocas, citado por Prensa Latina, “la crisis social se extiende como nunca antes, con la gran mayoría de los brasileños sobreviviendo en precariedad’.

También afirma Sader que Lula es el único político en Brasil que posee el necesario crédito y probadas condiciones para derrotar al exmandatario ultraderechista Jair Bolsonaro en las elecciones de 2022.

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