El 20 de mayo de 1914 se fundó el barrio popular San Antonio Chiquito”, ubicado en el municipio Plaza de la Revolución de la capital cubana, conocido hoy como “La Timba”. Tras la visita del Presidente Diaz-Canel, los vecinos le plantearon una serie de necesidades, edilicias, de saneamiento, servicios y comercios, consultorios, y hasta culturales.

CAPAC – por Laura Mor, fotos de Yaimi Ravelo y video Victor Villalba en Resumen Latinoamericano-Cuba

En una de sus esquinas, una famosa tienda vendía la combinación de pan con queso y dulce de guayaba, el “pan con timba”, popular entre cubanos y cubanas. Las barras de guayaba, en ese entonces, se importaban de Estados Unidos en cajas rotuladas “Timber”, de ahí el nombre popular del barrio que visitamos hoy.

De La Timba surgieron destacadas personalidades como el compositor Ernesto Lecouna y el jazzista Luciano “Chano” Pozo. El Premio Nobel de Física Albert Einstein junto a su esposa, estuvo allí en casa de Lecouna en 1930.

El 22 de octubre de 2021 el Presidente cubano Miguel Díaz-Canel visitó este barrio y recogió de primera mano las necesidades de los casi cuatro mil habitantes, con una población “flotante” de alrededor de dos mil personas, que habitan los 2.4 km ² que tiene el barrio.

En su origen, este barrio se conformaba con asentamientos precarios de personas que llegaban desde otras provincias o incluso municipios y decidían permanecer allí. Poco a poco, antes de 1959 y luego del inicio de la Revolución, se fueron levantando edificios con la tarea de las microbrigadas de trabajadores en la década del `80.

A pesar de estos esfuerzos, existían aún problemáticas de vivienda y espacio público como desagüe y provisión de agua potable, que era preciso atender a pesar de las dificultades económicas que atraviesa el país producto de la crisis originada con la pandemia de Covid-19 y el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos hace ya seis décadas.

En los últimos meses se han colocado más de 300 toneladas de asfalto y reparado 150 metros cúbicos de aceras, se le dio mantenimiento general y pintura a 46 edificios multifamiliares y se trabajó en la reparación de 235 viviendas, de las cuáles 89 ya se encuentran terminadas.

Entre las necesidades de los vecinos, también eran prioridad los servicios de gastronomía y comercio en el barrio. Para ello, se reformaron y repararon mercados, carnicerías y bodegas, algunos con reparación capital.

Los consultorios médicos de Atención Primaria también fueron reparados, logrando reabrir uno de ellos que llevaba dos décadas sin funcionamiento debido a los problemas edilicios.

El saneamiento (y la construcción en algunos casos) de espacios públicos para el disfrute y el ocio de la población, también fueron parte de la tarea en este barrio popular.

La cultura también fue algo a considerar en la remodelación del barrio.

En 1940 se fundó la comparsa “Los Payasos” que adquirió notable influencia en el carnaval habanero, pero a lo largo de los años dejó de tener esa trascendencia. Hoy, niños y niñas del barrio conforman la comparsa “Los Payasitos de la Timba”, dando color y alegría a cada actividad socio-cultural que se realice.

Varios proyectos de desarrollo local son actualmente parte de la comunidad.

“Entimbalao” es uno de ellos. Un proyecto multipropósito creado como parte de las acciones de transformación de La Timba, dirigido Frank Carlos Porras, un exprofesor universitario, que cuenta con el apoyo del Gobierno local y de la Empresa de Servicios Comunales que habilitó el parque para realizar actividades relacionadas con la práctica de Skate.

Este proyecto que reúne a adolescentes y jóvenes, entre otras cosas está implicado en la construcción de zonas wifi y en la remodelación de las áreas cercanas al Parque “La Patineta” donde diariamente acuden asiduos a este deporte.

“La Manigua” es otro de los proyectos que atesora la comunidad de La Timba, el cual dirigido por Silvia Padrón, está orientado a la salvaguarda, protección y promoción de la diversidad de expresiones de la cultura cubana a partir de las creaciones del Premio Nacional de Cine y Premio Nacional del Humo, Juan Padrón. Es así que, con el fin de ponderar la obra del destacado director de cine cubano, propone un acercamiento de las nuevas generaciones a animados como Elpidio Valdés, parte sustancial de la identidad cubana.

Auspiciado por el Fondo de Bienes Culturales y el Ministerio de Cultura, pretende construir en el mediano plazo un parque de diversiones temático, que permita a niños y adolescentes aprender, experimentar y divertirse con la historia.

Aunque aún quedan pendientes de conclusión algunos proyectos presupuestados, el avance es notorio para cualquiera que haya transitado antes por La Timba. Alcanza con ver la alegría en la cara de su gente, esa que conlleva el ser parte de la transformación de tu barrio.