La extrema derecha intentó boicotear la visita de Gustavo Petro a España
Los ultras de Vox organizaron una manifestación de repudio a la presencia del líder colombiano a la que sólo acudieron 50 personas. El gobierno español dio la máxima importancia a esta visita.
CAPAC.- tomado de Página 12
La extrema derecha española sacó a relucir este jueves sus estrechos vínculos con las organizaciones políticas de su esfera ideológica al otro lado del Atlántico con un intento de boicot a la visita a Madrid del presidente colombiano, Gustavo Petro. Vox, en cuya fundación jugó un papel activo la secta ultracatólica mexicana El Yunque, lleva tiempo intentando organizar y ponerse al frente de una internacional reaccionaria en el ámbito hispanohablante y aprovechó la llegada de Petro en una visita de Estado a España para escenificar ese liderazgo.
El Gobierno español ha dado a la visita del presidente colombiano la máxima importancia, incluyendo una recepción con honores por parte del rey Felipe VI, la imposición de la Orden de Isabel la Católica -la máxima distinción que concede España- y una intervención en el Congreso en una sesión protocolaria conjunta de senadores y diputados.
Petro anticolonialista
En la víspera de su viaje, Petro hizo una intervención pública con motivo del 1 de Mayo que fue utilizada por la extrema derecha española para intentar hacer naufragar la visita de Estado. El presidente colombiano aludió en un discurso a los patriotas que lucharon por la independencia de su país «sin entender muy bien si consistía en liberarse del yugo español de la Corona, de destronar reyes, duques y príncipes, de acabar con privilegios que separaban unos seres humanos de otros, de acabar con un régimen productivo de esclavistas que condenaban al hombre negro a su familia, a sus amores, a sus hijos, a sus nietos, a ser esclavos por perpetuidad». Buena parte de la sociedad española no acepta la interpretación crítica que de la época de los virreinatos se hace en América Latina, por lo que Vox aprovechó esa intervención para intentar crear un clima hostil al presidente colombiano. “Jamás existió ningún yugo, sino una hermosa hermandad, con una cultura, una fe y una visión del mundo compartidas. El único yugo que hay en Colombia es el que totalitarios como Petro han impuesto a su pueblo”, escribió en su cuenta de Twitter el líder de Vox, Santiago Abascal.
Carta del Foro Madrid
Sin embargo, la formación de extrema derecha llevaba tiempo organizando el boicot a la visita y para eso movilizó a sus peones afines en América Latina. Esta semana difundió una carta del llamado Foro Madrid que fue dirigido a la presidenta del Congreso, la socialista Meritxel Batet, el que 157 parlamentarios de ambos lados del océano lanzaron una diatriba contra el presidente colombiano en la que agitaron los fantasmas preferidos de la extrema derecha. Lo acusaron de dedicarse a «promover la legalización de las drogas, a desmoronar la legitimidad de las Fuerzas Armadas y de Policía, a otorgar impunidad a los grupos terroristas y a acabar con la economía». Entre los firmantes, además de los 52 diputados Vox, figuraban el argentino Javier Milei y otros dos diputados de su partido La Libertad Avanza y parlamentarios de Creemos (Bolivia), Partido Republicano (Chile), Centro Democrático (Colombia) y ARENA (El Salvador). El boicot incluyó también la convocatoria por parte de Disenso, una fundación promovida por Vox, de una concentración de protesta a las puertas del Congreso, a donde sólo asistió medio centenar de personas.
El momento álgido del boicot se produjo cuando el presidente colombiano fue invitado por la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, a dirigirse a la asamblea de diputados y senadores, un honor que sólo se reserva a los visitantes ilustres. En ese momento, los 52 diputados de Vox (la tercera fuerza política española sólo por detrás del PSOE y del Partido Popular) abandonaron el hemiciclo. El resto de la Cámara, incluido el grupo del PP, respondió poniéndose de pie y brindando una cerrada ovación al visitante. Horas antes, el número tres de la formación de centroderecha, Elías Bendodo, habia marcado distancias con el boicot al recordar la legitimidad democrática del presidente colombiano a pesar de que sus posicionamientos políticos le pudieran gustar más o menos. “ El señor Petro es un jefe de Estado que ganó las elecciones», zanjó.
En su intervención, el presidente colombiano abogó por una alianza de América Latina con España que logre políticas concretas frente a la crisis climática. Afirmó que su mensaje buscaba no «solo recordar el pasado, las marcas de la historia que muchas son entre nosotros», sino también abordar lo que demandan los actuales tiempos, principalmente la crisis climática.
Previamente, Batet había mostrado el apoyo español al proceso de paz en Colombia. «El compromiso de nuestro país ha sido constante e inequívoco y vamos a continuar prestando toda la colaboración necesaria para la implementación del acuerdo de 2016 y el buen desarrollo de las negociaciones en marcha», señaló.
Ya por la noche, Petro fue recibido en una cena de gala por el rey Felipe VI a la que anunció que no iría vestido de frac, como marca el protocolo, ya que se trata de una prenda que «tiene que ver con élites, con la antidemocracia», según aseguró en una entrevista con la emisora colombiana W Radio en la que reveló que no se siente cómodo ni con la corbata ni con el frac. “Yo nunca me he puesto un frac», dijo.