Hambre cero fuera de lugar, según pronósticos de ONU
El hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición siguen siendo una crisis mundial, advirtió el secretario general de la ONU, António Guterres, al reconocer fuera de lugar la meta mundial de “hambre cero”.
CAPAC – fuente Prensa Latina
El alto representante consideró clave el financiamiento para enfrentar la crisis descrita en el informe del estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo, elaborado por cinco entidades de Naciones Unidas.
Según el texto, 582 millones de personas estarán crónicamente desnutridas para 2030, más de la mitad de ellas sólo en África, mientras que una de cada 11 personas en el mundo enfrentó hambre el pasado año.
De acuerdo con el titular de la ONU, las finanzas son fundamentales para ayudar a los países a construir y mejorar los sistemas alimentarios al ritmo y la escala necesarios.
“Sin embargo, como muestra este informe, sólo alrededor de un tercio de todos los países de ingresos bajos y medianos tienen opciones de financiación adecuadas para la alimentación y la nutrición”, alertó en un mensaje enviado a Reunión Ministerial del Grupo de Trabajo de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza del G-20, con sede en Brasil.
El alto representante reclamó justicia al insistir en que todos los países de ingresos bajos y medianos también son vulnerables a crisis económicas, conflictos y fenómenos climáticos extremos.
El mundo sin hambre, previsto en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, no sólo es necesario: con medidas en el ámbito financiero, es alcanzable, dijo Guterres.
“Juntos, consignaremos el hambre a los libros de historia. Construyamos sistemas alimentarios y nutricionales fuertes, resilientes y sostenibles que todas las personas necesitan y merecen”, aseveró.
De acuerdo con el reporte presentado en el encuentro del G-20, el hambre afectó a 733 millones de personas en el mundo en 2023, lo que equivale a uno de cada 11 habitantes del planeta.
Por tres años consecutivos, los índices van en aumento a medida que se profundizan las crisis globales, una tendencia que está muy lejos de alcanzar su eliminación.
Por el contrario, según el reporte, el planeta ha retrocedido 15 años, con niveles de desnutrición comparables a los del período 2008-2009.
Esta proyección se asemeja mucho a los niveles observados en 2015, cuando se adoptaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible, lo que marca un preocupante estancamiento en el progreso.