Greta y Malala, las niñas de Soros. La estrategia global del poder

La estrategia de Soros, en las luchas mundiales del poder real, es respaldar movimientos de protesta que socavan los nacionalismos, poniendo por encima, reclamos sociales de orden global, que interpelan a gobiernos progresistas con sentido de patria.

Por Sebastián Salgado

Quién recuerda a Malala, la niña pakistaní de 15 años, que, según medios occidentales, recibió un disparo en la cabeza, por querer ir a la escuela, a manos de fuerzas talibanes. La joven no solo se recuperó, sino que luego de un discurso teatralizado en las Naciones Unidas, ganó el Premio Nobel de la Paz.

“Un niño, un maestro, un libro, un lápiz, pueden cambiar el mundo”, dijo levantando el dedo índice, como un veterano político ante una multitud que la ovacionó en su cumpleaños 16, desde Nueva York.

Los increíbles azares del destino, hicieron que precisamente esa niña, “la sobreviviente”, fuera desde el 2009 una bloguera de la cadena británica BBC.  Su portal digital “La vida bajo el Talibán”, fue impulsado desde Londres, años antes del trágico episodio.

¿Quién en su sano juicio podría dudar de una historia que expuso la situación de las estudiantes en Pakistán, si no fuera porque no existe evidencia que realmente sucedió? Malala tiene un discurso acotado.  La niña con hiyab (pañuelo que cubre la cabeza) tiene la atención del mundo, pero nada dice, sobre los asesinatos selectivos en su país que incluyen a la reciente muerte del hijo Osama Bin Laden, Hamza Bin Laden, confirmado por la administración Trump. La Premio Nobel de la Paz, no habla sobre el peligro que significa la inclusión de Pakistán como país poseedor de bomba atómica, ni menciona la represión constante del Gobierno Indio sobre los musulmanes chías en Cachemira.  Las omisiones tienen sentido en tanto y en cuanto, se trata de una niña. La niña elegida, que ahora vive en el Reino Unido.

Un ojo en el triangulo

Como proverbio divino, la mal oliente Asamblea General de las Naciones Unidas, (no solo por ser la última en que estuvo presente Mauricio Macri) recibió una bocanada de aire fresco, con la presencia de Greta Tumberg. La representante sueca de los “dulces 16”, que desafía a los poderosos del mundo con mirada intensa y pausas largas, les dijo “¡¡¡Como se atreven!!!” en referencia a los discursos vacíos de los líderes presentes frente al desastre ambiental de nuestro tiempo. La niña rubia, se lamentaba no poder estar en clase (¿te recuerda a alguien?) y tener que estar “salvando el planeta” de las garras contaminantes de los adultos. Los reclamos tuvieron eco en todos los rincones del mundo, con marchas respaldando el discurso, que sonó como una Opera de su madre, la cantante Marlena Ernman, en los oídos de los ambientalistas globales. Inició diciendo, “Te estaremos vigilando” (como el ojo Horus en la mitología egipcia, que hoy vemos representado en la cúspide de la pirámide del dólar entre otros) en clara alusión a Donald Trump, con quién los representantes de éste poder global que intentan ser la Naciones Unidas, organizaron un cruce en los pasillos de la sede en Nueva York, durante la Asamblea General, para fingir un tras bambalinas, de la niña “súper poderosa” contra el tirano de flequillo con Spray, al mismo tiempo que legitima ese espacio político, como receptor de grandes reclamos.

A la pregunta, ¿Es real el enfrentamiento de esta niña con Trump? La respuesta es positiva. Bueno, no ella sino quien la promueve. Atemos algunos cabos. ¿Quién es el actual Premio Nobel de la Paz, que apoyó a esta niña desde un principio? Barack Obama.

El sionismo es el movimiento con sede en Israel, que mueve los hilos del poder detrás de muchos gobiernos del mundo, pero tiene dentro de sí, dos grandes vertientes. Los nacionalistas, como Donald Trump, que buscan la hegemonía y opresión de países poderosos sobre países pobres y los globalistas o del Nuevo Orden Mundial, como George Soros que buscan el dominio de una elite mundial, sin importar a que país pertenezcan, siempre y cuando respondan a los intereses planteados por Theodor Herzl en el siglo XIX. El primer Presidente negro de Estados Unidos, pertenece al segundo grupo. Pero hay mucho más.

Así como Malala “sufrió un atentado”, siendo la única joven pakistaní que trabajaba para la BBC, las huelgas de Greta en Estocolmo también tuvieron sponsor. Luisa Maria Neubauer, es una activista alemana de 23 años, que coordina las huelgas de los estudiantes ambientalistas, impulsadas desde la plataforma de discursos TED. Estas actividades están financiadas por organizaciones como “ONE Fundation” y “Open Society” que son controladas por el magnate sionista globalista George Soros.

La estrategia de Soros, es respaldar movimientos de protesta que socavan los nacionalismos, poniendo por encima, reclamos sociales de orden global, que interpelan a gobiernos progresistas con sentido de patria. De pertenencia a un territorio y a una cultura.

Malala y Greta son parte de esta estrategia, aunque los medios corporativos del mundo, estén centrados en si la niña escandinava podrá regresar en velero, mula o monopatín hasta su escuela sueca, para no contaminar en el camino de regreso.

Fidel Castro, otra visión ecologista es posible

Otros conceptos sobre el ambientalismo y su conservación fueron expuestos por Fidel Castro en la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el Medio Ambiente realizada en 1992, en la ciudad de Rio de Janeiro, el líder revolucionario ofreció un discurso en el que alertó a la humanidad sobre el agravamiento de las problemáticas medioambientales, entre sus definiciones podemos destacar:

*Es necesario señalar que las sociedades de consumo son las responsables fundamentales de la atroz destrucción del medio ambiente

*Todo lo que contribuya hoy al subdesarrollo y la pobreza constituye una violación flagrante de la ecología

*Un orden económico mundial injusto.

*Si se quiere salvar a la humanidad de esa autodestrucción, hay que distribuir mejor las riquezas y tecnologías disponibles en el planeta. Menos lujo y menos despilfarro en unos pocos países para que haya menos pobreza y menos hambre en gran parte de la Tierra.

Su discurso completo

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