General sionista diagnostica alarmante debilidad de Israel
«Todo esto conduce a una implosión», «las termitas lo comen desde el interior», «Hezbolá es suficiente para derrotar a nuestra fuerza terrestre», son algunos de los conceptos expresados por el general israelí (en retiro) Amos Gilad y por otros expertos israelíes en la Conferencia Hertzilia.
tomado de Al Manar en castellano
Siempre es un momento importante cuando el enemigo pasa a las confesiones. En el año 2000, cuando el Ejército israelí realizó una retirada humillante del Sur del Líbano, el secretario general de Hezbolá pronunció un famoso discurso en el que dijo: “Israel, que posee armas nucleares y está orgulloso de poseer la fuerza aérea más grande en la región, se ha vuelto tan frágil como una tela de araña”.
Hoy, 19 años después, el ex jefe de la Oficina de Asuntos Políticos del Ministerio de Asuntos Militares de Israel y actual director del Centro Interdisciplinario de Herzliya, el mayor general retirado Amos Gilad, ha recuperado el discurso de Nasralá palabra por palabra: “Israel parece una casa, protegida por muros sólidos, pero las termitas lo comen desde el interior”. La metáfora es la misma. ¿Cuáles son los signos de esta debilidad de la que habla?
El sitio web libanés El Nashra señala que se trata una premonición que tiene todos visos de hacerse realidad.
Ex oficial de inteligencia de las Fuerzas Armadas, ex coordinador israelí para Cisjordania y la Franja de Gaza y ex jefe del Departamento de Seguridad dentro del Ministerio de Asuntos Militares, Gilad sabe de qué está hablando. Sus comentarios se hacen eco de las recientes declaraciones de otros tres oficiales militares israelíes de alto rango que también pintan una imagen particularmente sombría de lo que espera a Israel en los próximos años. Los tres advierten de “profundas grietas en la sociedad israelí”.
Al ser consultados por el periódico israelí Israel Hayom, Isaac Nair, Eric Sharniak y Mickael Ben David, cada uno autores de varios libros, predicen un desastre para Israel: “La brecha está creciendo entre los estratos de la sociedad en un Israel sometido a presiones externas intensas. Todo esto conduce a una implosión. … Este estado de debilitamiento crónico coincide con el declive del poder estadounidense en Oriente Medio y el surgimiento de nuevas potencias, y es probable que este proceso acelere nuestro colapso”.
Durante dos días se llevó a cabo la conferencia Hertzilia en Israel, un evento dedicado a los desafíos que enfrenta el régimen de Tel Aviv. Esta “casa rodeada por muros roídos por termitas” en realidad se refiere a una sociedad desigual y discriminatoria que trata a sus propios ciudadanos de la manera más injusta. Debido a sus políticas y la misión definida por sus amos estadounidenses, Israel ha llevado a cabo enormes y continuados crímenes, lo que elimina cualquier posibilidad de acuerdo con su entorno. Los intentos de normalizar con las monarquías del Golfo Pérsico no borran esta realidad que Amos señala en estos términos: “¡Queremos que los árabes se mueran! ¡No podemos hacernos amigos de ellos!”.
En Hertzilia, obviamente se habló de los misiles de Hezbolá, unos 130.000 según las estimaciones israelíes, ingenios cuyo alcance varía de 10 a 500 kilómetros. “El arsenal de Hezbolá ahora tiene misiles de alta precisión, es un ejército irregular que se ha desarrollado en los siete años de guerra en Siria. Es ahora suficiente para derrotar a nuestra fuerza terrestre. Desde 2006, no ha pasado ningún día sin que Israel deseara volver a luchar contra el Líbano, pero cada vez que quiere no puede hacerlo, porque la guerra no se puede ganar desde el aire, hay que ir al suelo y ese es problema”.
En su discurso sobre “La tela de araña” pronunciado después de la retirada del Ejército israelí del sur del Líbano en 2000, Sayyed Nasralá enfatizó los temores incesantes de la mayoría de los israelíes diciendo: “Son individuos débiles a quienes les gusta vivir, pero que no pueden enfrentarse a la realidad en Oriente Medio, porque no están listos para la guerra y para sacrificarse. Se esconden detrás de una aparente superioridad militar y tecnológica que ya no es tal. Israel, que posee armas nucleares y está orgulloso de poseer la fuerza aérea más grande en la región, se ha vuelto tan frágil como una tela de araña”.