Falleció Lindolfo Leónidas Bertinat, militante comunista, antimperialista e histórico de la solidaridad con Cuba

Falleció Lide Bertinat, como se conocía al entrerriano de nacimiento, abogado laboralista y comunista, de larga trayectoria y compromiso en la defensa de los derechos humanos, integrante del Tribunal de Ética del Colegio de Abogados desde 1998 hasta el 2007 e histórico militante de la solidaridad con Cuba.

CAPAC

Falleció Lindolfo Leónidas Bertinat, «Lide» para compañeros y amigos, comunista, abogado de la Liga Argentina por los Derechos Humanos en Rosario, un indispensable en la Solidaridad con Cuba desde la época en que «se luchaba en las montañas, antes que triunfara la revolución», como afirmara en una oportunidad.

Una vida dedicada al prójimo, desde su militancia comunista, el derecho y la solidaridad con Cuba y las causas libertarias de los pueblos

Al dolor que le produjo a sus allegados y familiares su fallecimiento, se suma el de quienes veían en El un ejemplo de la lucha antimperialista y la irrenunciable aspiración a construir una sociedad libre y justa, un mundo mejor como decía Fidel, recibiéndose también el mensaje enviado por el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos a sus compañeros del Movimiento Argentino de Solidaridad con Cuba (MASCUBA)

En septiembre del 2016, Lide estuvo en Cuba presentando el libro «Entre mandarinas y tumbas», que los alfabetizados en las cárceles de Rosario le dedicaron a Fidel.

En el 2017 Alicia Simeoni había efectuado a Lide Bertinat un reportaje para Pagina12, del cual transcribimos algunos párrafos

El 1° de enero de enero de 1964 se cumplía el quinto aniversario del triunfo de la revolución cubana y hacia allá fue la delegación ansiosa de ver, de palpar, de escuchar testimonios sobre los caminos emprendidos y las mil y una aristas que se habían abierto en la transformación política, económica y social de la pequeña isla a la que el mundo sigue mirando con atención y sobre la cual se mantiene el criminal bloqueo estadounidense aunque se hayan levantado las voces de todos los países en el marco de las Naciones Unidas, con excepción del propio Imperio y de Israel.

Bertinat no había podido viajar el año anterior: «No me dieron el pasaporte para ir el 26 de Julio de 1963 -aniversario del asalto al cuartel Moncada, en la lucha antidictatorial‑, y eso que estábamos en el gobierno de Arturo Illia, pero la Policía seguía siendo la Policía y no había relaciones con la isla.

Como no había forma de llegar a Cuba de manera directa, la delegación hizo un enroque que duró tres días: primero a Montevideo, luego a Río de Janeiro, al DF en México y desde allí al aeropuerto hasta donde llegaron los cubanos a buscarlos. Como había tormenta debieron ir hasta Matanzas, más al oriente de La Habana, para llegar por tierra hasta la capital y alojarse en el Habana Libre donde también estaba el entonces senador chileno Salvador Allende y la dirigente de la segunda república española, Dolores Ibárruri, La Pasionaria, además de Alicia Eguren, la mujer de John William Cooke.

El 1º de enero todo estaba dispuesto para el desfile. Un palco central y a los costados otros, para los invitados. Iba a ser el primer aniversario revolucionario con desfile militar y con el armamento defensivo que llegaba del campo socialista encabezado por la U.R.S.S. «De pronto se ve venir una columna. Muchas personas abrían paso y desde allí se escucha ‘¿Dónde están los argentinos?’, ‘¿Dónde están los argentinos?’. El Che avanzaba hacia nosotros para saludarnos y como me quedé así -en una mueca de quietud‑, sólo mirándolo, los demás se apuraron y pusieron la cámara fotográfica en mis manos, hasta que volví a escuchar su voz: ‘Chico, te vas a fotografiar a vos mismo?’. La cámara estaba al revés. En ese momento la entrevista en el Ministerio de Industrias quedó comprometida»

«El Che, en la reunión con la delegación argentina habló de la necesaria unidad de los argentinos y de los latinoamericanos, algo que había hecho dos años atrás en su Mensaje a los Argentinos, el 25 de Mayo de 1962, cuando en un párrafo decía ‘En este momento no cabe otra posición que la de lucha directa o la de colaboración. Y yo sé que ninguno de ustedes es colaborador del enemigo, que ninguno de ustedes está ni remotamente a favor del imperialismo, y que todos están decididamente por la liberación de la Argentina. Liberación, porque la Argentina está de nuevo encadenada, cadenas a veces difíciles de ver, cadenas que no siempre son visibles para todo el pueblo, pero que lo están amarrando día a día'».

Este concepto de UNIDAD Lide lo aplicó en toda su vida política, desde su lugar de pertenencia, la ciudad de Rosario, en la provincia de Santa Fe, el Partido Comunista y el Movimiento Argentino de Solidaridad con Cuba.

El campo popular, nacional y latinoamericanista, ha perdido un indispensable

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